Biblia Todo Logo
Bíobla ar líne
- Fógraí -





Mateo 17:18 - Biblica® Open Nueva Biblia Viva 2008

18 Jesús reprendió al demonio que estaba en el muchacho, y el demonio salió. Desde aquel instante el muchacho quedó bien.

Féach an chaibidil Cóip


Tuilleadh leaganacha

Biblia Reina Valera 1960

18 Y reprendió Jesús al demonio, el cual salió del muchacho, y este quedó sano desde aquella hora.

Féach an chaibidil Cóip

Biblia Nueva Traducción Viviente

18 Entonces Jesús reprendió al demonio, y el demonio salió del joven. A partir de ese momento, el muchacho estuvo bien.

Féach an chaibidil Cóip

Biblia Católica (Latinoamericana)

18 En seguida Jesús dio una orden al demonio, que salió, y desde ese momento el niño quedó sano.

Féach an chaibidil Cóip

La Biblia Textual 3a Edicion

18 Y Jesús lo reprendió,° y el demonio salió de él, y el muchacho quedó sano desde aquella hora.

Féach an chaibidil Cóip

Biblia Serafín de Ausejo 1975

18 Jesús lo increpó, el demonio salió del muchacho y éste quedó curado desde aquel momento.

Féach an chaibidil Cóip




Mateo 17:18
15 Tagairtí Cros  

Entonces le presentaron a un endemoniado, ciego y mudo. Jesús lo sanó y el hombre pudo ver y hablar.


―¡Tu fe es extraordinaria! —le dijo Jesús—. Conviértanse en realidad tus deseos. Y su hija sanó en aquel mismo instante.


―¡Oh generación incrédula y perversa! —dijo Jesús—. ¿Hasta cuándo tendré que soportarlos? ¡Tráiganme al muchacho!


Más tarde, los discípulos le preguntaron en privado a Jesús: ―¿Por qué no pudimos echar fuera aquel demonio?


Jesús se volvió y le dijo: ―Hija, tu fe te ha sanado. Vete tranquila. Y la mujer sanó en aquel mismo momento.


Jesús sanó a muchos enfermos y endemoniados. Pero no permitía que los demonios hablaran y revelaran quién era él.


―¡Sal de este hombre, espíritu inmundo! —le ordenó Jesús; y luego le preguntó: ―¿Cómo te llamas? El demonio le respondió: ―Legión, porque somos muchos.


También de muchas personas salían demonios que gritaban: «¡Tú eres el Hijo de Dios!». Pero él los reprendía y no los dejaba hablar, porque sabían que era el Cristo.


Decía eso porque Jesús le había ordenado al espíritu maligno que saliera del hombre. Ese espíritu se había apoderado de él muchas veces. Al hombre le ponían cadenas en los pies y en las manos para sujetarlo, y lo mantenían vigilado, pero él rompía las cadenas y el demonio lo hacía huir a lugares solitarios.


Cuando el muchacho se acercaba, el demonio lo derribó e hizo que temblara con violencia. Pero Jesús reprendió al espíritu maligno, sanó al muchacho y se lo devolvió a su padre.


Esto lo hizo por varios días hasta que Pablo, muy molesto, se volvió y le dijo al demonio que estaba en la joven: ―Te ordeno en el nombre de Jesucristo que salgas de esta joven. E instantáneamente el demonio obedeció.


Lean orainn:

Fógraí


Fógraí