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Mateo 10:28 - Biblica® Open Nueva Biblia Viva 2008

28 No teman a los que pueden matar el cuerpo pero no pueden tocar el alma. Sólo teman a Dios, que es el único que puede destruir alma y cuerpo en el infierno.

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Biblia Reina Valera 1960

28 Y no temáis a los que matan el cuerpo, mas el alma no pueden matar; temed más bien a aquel que puede destruir el alma y el cuerpo en el infierno.

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Biblia Nueva Traducción Viviente

28 »No teman a los que quieren matarles el cuerpo; no pueden tocar el alma. Teman solo a Dios, quien puede destruir tanto el alma como el cuerpo en el infierno.

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Biblia Católica (Latinoamericana)

28 No teman a los que sólo pueden matar el cuerpo, pero no el alma; teman más bien al que puede destruir alma y cuerpo en el infierno.

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La Biblia Textual 3a Edicion

28 No temáis a los que matan el cuerpo pero el alma no pueden matar, temed más bien al que puede destruir el alma y el cuerpo en el infierno.

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Biblia Serafín de Ausejo 1975

28 No tengáis miedo a los que matan el cuerpo; que al alma no pueden matarla. Temed más bien a quien tiene poder para hacer que perezcan cuerpo y alma en la gehenna.

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Mateo 10:28
30 Tagairtí Cros  

Adórenme solamente a mí, pues únicamente yo tengo el poder para librarlos de sus enemigos».


Él no toma en cuenta a los que se creen sabios; por eso le temen los mortales».


El temor a ti me hace temblar; temo tus juicios.


Yo, sí, yo soy el que te conforta y te da todo este gozo. Así pues, ¿por qué temer a los simples mortales que cual la hierba se marchitan y desaparecen?


¡Escúchenme, los que disciernen entre el bien y el mal y en su corazón aman mis leyes: no teman a las mofas ni calumnias del populacho!


Mis manos hicieron la tierra y el cielo, los cuales son míos. Pero siento inclinación por el hombre de corazón humilde y contrito, que tiene reverencia ante mi palabra.


¿No me tienen respeto alguno?, pregunta el Señor Dios. ¿Cómo es que ni siquiera tiemblan en mi presencia? Mi poder es tan grande que yo fui quien establecí sus límites a los mares del mundo y ellos por más que se embravezcan y rujan, no podrán traspasarlos. ¿No es de ser temido y respetado un Dios así de poderoso?


Pero no tengan miedo, porque pronto llegará la hora de la verdad y no habrá secreto que no se descubra.


»Irán, por tanto, al castigo eterno, mientras que los justos entrarán a la vida eterna».


Pues yo añado que el que se enoja contra su hermano está cometiendo el mismo delito. El que le dice “idiota” a su hermano, merece que lo lleven al juzgado. Y el que maldiga a una persona, merece ir a parar a las llamas del infierno.


y saldrán de los sepulcros. Los que han hecho lo bueno resucitarán para tener vida, pero los que han hecho lo malo resucitarán para ser juzgados.


―¿A qué viene tanto llanto? —nos respondió Pablo—. ¿Quieren destrozarme el corazón? Estoy dispuesto no sólo a sufrir las prisiones de Jerusalén sino también a morir por la causa del Señor Jesús.


¡Terrible cosa es caer en las manos del Dios viviente!


Hubo mujeres que recobraron a sus muertos resucitados. A unos los mataron a golpes, pues para alcanzar una mejor resurrección no aceptaron que los dejaran libres.


Hay sólo un legislador y juez, que puede salvar y condenar. Pero tú, ¿quién eres para juzgar a tu prójimo?


Pero si sufren por hacer lo que es justo, ¡dichosos sean! No le tengan miedo a nadie ni se asusten.


No temas lo que has de sufrir. Para probarlos, el diablo arrojará a algunos de ustedes en la cárcel y los estará persiguiendo durante diez días. Sé fiel hasta la muerte y yo te daré la corona de la vida.


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