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Marcos 3:22 - Biblica® Open Nueva Biblia Viva 2008

22 Los maestros de la ley que habían llegado de Jerusalén decían: «Los demonios lo obedecen porque tiene a Beelzebú, el príncipe de los demonios».

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Biblia Reina Valera 1960

22 Pero los escribas que habían venido de Jerusalén decían que tenía a Beelzebú, y que por el príncipe de los demonios echaba fuera los demonios.

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Biblia Nueva Traducción Viviente

22 Pero los maestros de la ley religiosa que habían llegado de Jerusalén decían: «Está poseído por Satanás, el príncipe de los demonios. De él recibe el poder para expulsar los demonios».

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Biblia Católica (Latinoamericana)

22 Mientras tanto, unos maestros de la Ley que habían venido de Jerusalén decían: 'Está poseído por Belzebú, jefe de los demonios, y con su ayuda expulsa a los demonios.

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La Biblia Textual 3a Edicion

22 Y los escribas que habían bajado de Jerusalem, decían: ¡Está poseído por Beelzebul!° y: ¡Por el príncipe de los demonios echa fuera a los demonios!°

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Biblia Serafín de Ausejo 1975

22 Los escribas que habían bajado de Jerusalén decían: 'Éste tiene a Beelzebul; y es por arte del príncipe de los demonios por quien éste expulsa a los demonios'.

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Marcos 3:22
14 Tagairtí Cros  

Ocozías, el nuevo rey de Israel, que se había caído de la terraza de su palacio en Samaria y había quedado seriamente herido, envió mensajeros al santuario del dios de Baal Zebub, dios de Ecrón, a preguntar si se recuperaría de sus heridas.


Pero yo sólo soy un gusano y no un ser humano; la gente se burla de mí, el pueblo me desprecia.


Es suficiente para el discípulo ser como su maestro y para el siervo como su señor. Y si a mí, que soy como el padre de familia, me llaman Beelzebú, ¿qué no les dirán a ustedes?


»Vino Juan el Bautista, que no toma vino ni come mucho, y ustedes dicen que está endemoniado.


Al oír tales exclamaciones, los fariseos dijeron: «Al contrario, este hombre expulsa demonios en el nombre de Beelzebú, príncipe de los demonios».


Ciertos fariseos y jefes judíos de Jerusalén fueron a entrevistarse con Jesús.


En cambio, los fariseos decían: «Él puede echar fuera demonios porque tiene dentro al mismísimo príncipe de los demonios».


Llegaron de Jerusalén varios maestros de la ley y fariseos, y se acercaron a Jesús.


pero algunos dijeron: «Seguramente que este echa fuera a los demonios por medio de Beelzebú, el príncipe de los demonios».


Un día que enseñaba, estaban sentados por allí algunos fariseos y maestros de la ley que habían venido de todos los pueblos de Galilea y Judea, y hasta de Jerusalén. Jesús mostraba el poder del Señor sanando a los enfermos.


Era invierno y por esos días se celebraba en Jerusalén la fiesta de la Dedicación.


La gente le contestó: ―Estás endemoniado. ¿Quién te quiere matar?


Los judíos respondieron: ―Tenemos razón al decir que eres samaritano, y que estás endemoniado.


Los judíos dijeron: ―Ahora estamos seguros de que estás endemoniado. Abraham murió y también los profetas, pero tú dices que si alguno obedece tu palabra, nunca morirá.


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