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Marcos 10:2 - Biblica® Open Nueva Biblia Viva 2008

2 Varios fariseos se le acercaron y le preguntaron: ―¿Es correcto que un hombre se divorcie de su mujer? Trataban de tenderle una celada.

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Tuilleadh leaganacha

Biblia Reina Valera 1960

2 Y se acercaron los fariseos y le preguntaron, para tentarle, si era lícito al marido repudiar a su mujer.

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Biblia Nueva Traducción Viviente

2 Unos fariseos se acercaron y trataron de tenderle una trampa con la siguiente pregunta: —¿Está bien permitir que un hombre se divorcie de su esposa?

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Biblia Católica (Latinoamericana)

2 En eso llegaron unos (fariseos que querían ponerle a prueba,) y le preguntaron: '¿Puede un marido despedir a su esposa?'

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La Biblia Textual 3a Edicion

2 Y acercándose unos fariseos, le preguntaban, para tentarlo, si es lícito a un hombre repudiar a su mujer.

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Biblia Serafín de Ausejo 1975

2 Se acercan a él también algunos fariseos y, para ponerlo a prueba, le preguntaban si es lícito al marido despedir a su mujer.

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Marcos 10:2
25 Tagairtí Cros  

Porque el Señor, el Dios de Israel, dice que odia el divorcio y a los hombres crueles. Por eso, ¡tengan cuidado, no cometan ningún tipo de traición!


Los discípulos se le acercaron y le dijeron: ―Los fariseos se ofendieron por esas palabras.


Un día, los fariseos y los saduceos fueron a donde estaba Jesús a pedirle que demostrara, con alguna señal milagrosa en el cielo, que él había sido enviado por Dios.


Varios fariseos, en una entrevista, trataron de hacerlo caer en la trampa de decir algo que luego ellos pudieran utilizar contra él. ―¿Apruebas el divorcio? —le preguntaron.


y se les ocurrió una nueva idea. Uno de ellos, abogado, preguntó a Jesús:


»¡Ay de ustedes, escribas y fariseos hipócritas, porque ni entran al reino de los cielos ni dejan entrar a nadie!


En cambio, los fariseos decían: «Él puede echar fuera demonios porque tiene dentro al mismísimo príncipe de los demonios».


Se levantó y salió de aquel lugar hacia la región de Judea que está al este del río Jordán. La gente acudió a verlo y él, como de costumbre, se puso a enseñarles.


―¿Qué les ordenó Moisés? —les preguntó Jesús.


Allí llegaron los fariseos y empezaron a discutir con él. Para ponerlo a prueba le dijeron: ―Haz alguna señal en el cielo.


Jesús les advirtió: ―¡Cuidado con la levadura del rey Herodes y la de los fariseos!


El Señor le dijo: ―Ustedes los fariseos limpian el vaso y el plato por fuera, pero ustedes mismos están llenos de codicia y maldad por dentro.


Los fariseos oían todas estas cosas y se burlaban de Jesús porque a ellos les gustaba mucho el dinero.


Los fariseos y los maestros de la ley que pertenecían a su mismo grupo, se molestaron con los discípulos de Jesús y les dijeron: ¿Por qué comen y beben ustedes con recaudadores de impuestos y con pecadores?


Como los maestros de la ley y los fariseos vigilaban a Jesús tratando de encontrar algún motivo para acusarlo, querían ver si sanaba en sábado.


Pero los fariseos y los maestros de la ley no quisieron que Juan los bautizara, y de esta manera rechazaron el propósito que Dios tenía para ellos.


Entonces, los jefes de los sacerdotes y los fariseos reunieron al Consejo. Y dijeron: ―¿Qué vamos a hacer? Este hombre está haciendo muchas señales milagrosas.


Los jefes de los sacerdotes y los fariseos habían ordenado que si alguien sabía dónde estaba Jesús, debía denunciarlo para que lo arrestaran.


Cuando los fariseos oyeron que la gente murmuraba estas cosas acerca de él, se pusieron de acuerdo con los jefes de los sacerdotes y mandaron unos guardias del templo para arrestarlo.


¿Acaso ha creído en él alguno de nuestros jefes o de los fariseos?


Ellos le estaban poniendo una trampa al hacerle esa pregunta, para así tener de qué acusarlo. Pero Jesús se inclinó y comenzó a escribir en el suelo con su dedo.


No pongamos a prueba al Señor, porque muchos de ellos lo hicieron y murieron mordidos por serpientes.


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