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Malaquías 3:3 - Biblica® Open Nueva Biblia Viva 2008

3 Como un refinador de plata se sentará y verá cómo se quema lo malo de su pueblo. Purificará a los levitas, los ministros de Dios, y los refinará como se refina el oro o la plata, a fin de que se dediquen a las cosas de Dios con limpio corazón.

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Biblia Reina Valera 1960

3 Y se sentará para afinar y limpiar la plata; porque limpiará a los hijos de Leví, los afinará como a oro y como a plata, y traerán a Jehová ofrenda en justicia.

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Biblia Nueva Traducción Viviente

3 Se sentará como un refinador de plata y quemará la escoria. Purificará a los levitas, refinándolos como el oro y la plata, para que vuelvan a ofrecer sacrificios aceptables al Señor.

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Biblia Católica (Latinoamericana)

3 Purificará a los hijos de Leví y los refinará como se hace con la plata. Como el oro y la plata, volverán a ser auténticos y dignos de ofrecer a Yavé la ofrenda como es debido.

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La Biblia Textual 3a Edicion

3 Y se sentará para refinar y purificar la plata, y purificará a los hijos de Leví, y los acrisolará como el oro y la plata, para que puedan presentar a YHVH holocaustos de justicia.

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Biblia Serafín de Ausejo 1975

3 Se sentará como fundidor, como refinador de plata; purificará a los hijos de Leví, los acrisolará como al oro y la plata, y ellos ofrecerán a Yahveh oblaciones adecuadas.

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Malaquías 3:3
48 Tagairtí Cros  

Te ofreceré sacrificio de gratitud e invocaré, Señor, tu nombre.


Pongan su confianza en el Señor, y preséntenle sacrificios agradables.


Muchos dicen que tú, Señor, jamás nos auxiliarás. Haz que la luz de tu rostro resplandezca sobre nosotros.


Lo que quiero de ti es verdadera gratitud a Dios; quiero que cumplas tus promesas al Altísimo.


Pero el que me ofrenda su gratitud, me honra. Los que andan por mis sendas recibirán salvación del Señor.


Entonces te agradarán los sacrificios de justicia, las ofrendas quemadas y otra vez sobre tu altar se ofrecerán becerros.


Nos has puesto a prueba, nos has purificado, oh Señor, como a plata en el crisol.


La plata y el oro se prueban con el fuego, pero al corazón lo prueba el Señor.


Quita las impurezas de la plata y quedará lista para que el orfebre la use;


Yo mismo los derretiré en la fundición y les sacaré la escoria.


En el horno de aflicción los refiné, pero no encontré plata en ustedes. Carecen de valor; nada bueno hay en ustedes.


Ustedes serán llamados sacerdotes del Señor, ministros de Dios. Se nutrirán de los tesoros de las naciones y en sus riquezas se gloriarán todos ustedes.


Por lo tanto, esto dice el Señor de los ejércitos: Los haré pasar por grandes pruebas para comprobar su calidad, así como se hace con los metales para librarlos de las impurezas. ¿Qué otra cosa puedo hacer con ellos?


Y a los otros, los testarudos y todos aquellos que cometen maldades en contra de mis instrucciones, los expulsaré de entre ustedes. Ellos no entrarán en Israel, pero los recogeré de los países donde están exiliados. Y cuando eso suceda sabrán que yo soy el Señor”.


Algunos de los sabios que instruían al pueblo también serán perseguidos, para que por medio de la prueba sean purificados y perfeccionados, hasta que llegue el momento señalado.


Muchos serán purificados mediante el paso por grandes pruebas y persecuciones. Pero los malos continuarán en su maldad y ninguno de ellos entrará en razón. Sólo aquellos que son sabios entenderán lo que todo esto significa.


Ven con confianza, presenta tu ruego delante del Señor, y dile: «Señor, quítanos nuestra inclinación a cometer maldades; muestra tu bondad hacia nosotros y recíbenos de nuevo, y te ofreceremos cantos de gratitud.


A este tercio restante lo someteré a una dura prueba, será como hacerlo pasar por el fuego para purificarlo, así como se hace con el oro y la plata para refinarlos. Entonces se dirigirán a mí con oraciones fervientes y yo les pondré atención. Diré: “¡Este es mi pueblo!”, y ellos dirán: “El Señor es nuestro Dios”.


»Miren, el día del juicio se acerca. Será un día ardiente, como un horno. Ese día los soberbios y los malvados serán quemados como la paja; serán consumidos por completo, de modo que no quedará nada de ellos. Lo digo yo, el Señor Todopoderoso.


«Ahora separa a los levitas de las demás tribus de Israel.


Juan entonces les respondió a todos: ―Yo los bautizo a ustedes con agua. Pero pronto viene uno que es más poderoso que yo y él los bautizará con el Espíritu Santo y con fuego. Yo ni siquiera merezco desatarle las correas de sus sandalias.


Por esto, hermanos, tomando en cuenta el amor que Dios nos tiene, les ruego que cada uno de ustedes se entregue como sacrificio vivo y santo; este es el único sacrificio que a él le agrada.


para ser servidor de Cristo para bien de los gentiles. Mi deber sacerdotal es llevarles el evangelio de Dios, a fin de presentar a los gentiles ante Dios como una ofrenda que a él le agrada, porque el Espíritu Santo la ha purificado.


Y aunque mi vida sea sacrificada como una ofrenda y servicio que proceden de su fe, me alegro y comparto con todos ustedes mi alegría.


He recibido todo lo que necesito y hasta más. Epafrodito me dio lo que me enviaron y ahora tengo de sobra. Su ayuda es una ofrenda de olor grato, un sacrificio que Dios acepta con agrado.


Yo, por mi parte, dentro de muy poco seré ofrecido en sacrificio y partiré a estar con el Señor.


Él se entregó a la muerte por nosotros para poder rescatarnos de todas nuestras iniquidades y convertirnos en un pueblo que fuera suyo, dedicado a hacer el bien.


Nuestros padres nos disciplinaban por breve tiempo, de acuerdo con lo que a ellos les parecía mejor; pero Dios lo hace para nuestro bien, para que seamos santos como él.


La fe de ustedes es como el oro que tiene que probarse por medio del fuego. Así también su fe, que vale mucho más que el oro, tiene que probarse por medio de los problemas y, si es aprobada, recibirá gloria y honor cuando Jesucristo aparezca.


también ustedes son piedras vivas con las que se está edificando una casa espiritual. Así llegan a ser un sacerdocio santo, para que le ofrezcan a Dios sacrificios espirituales por medio de Jesucristo. Estos sacrificios a él le agradan.


Pero ustedes son una familia escogida, son sacerdotes reales y son una nación santa. Son un pueblo que Dios compró para que anuncien sus obras extraordinarias; él fue quien los llamó de las tinieblas a su luz maravillosa.


y ha hecho de nosotros un reino de sacerdotes al servicio de Dios su Padre, ¡sean eternamente la gloria y el poder! ¡Amén!


Te aconsejo que compres de mí oro puro, refinado en fuego. Sólo así serás verdaderamente rico. Y también compra de mí ropa blanca, limpia, pura, para que no sufras la vergüenza de andar desnudo. Y ponte colirio en los ojos para que te los cure y recobres la vista.


Así formaste un reino de sacerdotes que sirven a nuestro Dios y reinarán sobre la tierra».


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