Malaquías 2:8 - Biblica® Open Nueva Biblia Viva 20088 Pero ustedes en realidad han hecho lo contrario, con sus malos consejos y ejemplos han hecho que muchos se descarríen y hagan muchas cosas malas. Ustedes han hecho que el convenio que hice con Leví no valga nada. Lo digo yo, el Señor Todopoderoso. Féach an chaibidilTuilleadh leaganachaBiblia Reina Valera 19608 Mas vosotros os habéis apartado del camino; habéis hecho tropezar a muchos en la ley; habéis corrompido el pacto de Leví, dice Jehová de los ejércitos. Féach an chaibidilBiblia Nueva Traducción Viviente8 No obstante, ustedes, sacerdotes, han abandonado los caminos de Dios. Sus instrucciones hicieron que muchos cayeran en pecado. Corrompieron el pacto que hice con los levitas —dice el Señor de los Ejércitos Celestiales—. Féach an chaibidilBiblia Católica (Latinoamericana)8 Pero ustedes se han desviado del camino, dice Yavé de los ejércitos, y han hecho que muchos tropiecen en cosas de la Ley. Féach an chaibidilLa Biblia Textual 3a Edicion8 Pero vosotros os habéis apartado del camino, servido de tropiezo a muchos en la Ley, y habéis corrompido el pacto de Leví, dice YHVH Sebaot. Féach an chaibidilBiblia Serafín de Ausejo 19758 Pero vosotros os habéis apartado del camino, habéis hecho tropezar a muchos con vuestra enseñanza, habéis destruido la alianza de Leví -dice Yahveh Sebaot-. Féach an chaibidil |
Tus sacerdotes han ignorado mis mandamientos y deshonrado mi templo y mi santidad no les ha merecido ninguna consideración. Para ellos las cosas de Dios no tienen más importancia que cualquier tarea diaria. No han enseñado a mi pueblo la diferencia entre el bien y el mal, y no toman en cuenta mis sábados como días especiales, por lo que mi nombre santo es ofendido constantemente por ellos.
Mi pueblo es destruido porque no me conoce a mí, perece por no seguir mis instrucciones, y es todo por culpa de ustedes, sacerdotes, pues ustedes mismos han rehusado conocerme; por lo tanto, yo rehúso reconocerlos como mis sacerdotes. Siendo que han olvidado mis instrucciones, yo me olvidaré de bendecir a tus hijos.
»El hijo respeta a su padre y el esclavo a su amo. Yo, el Señor Todopoderoso, sin embargo les pregunto a ustedes, sacerdotes, que no le dan ninguna importancia a mi gran fama: “Si soy su Padre, ¿por qué no me respetan? Si soy su Amo, ¿por qué no me tienen temor?”. »Pero ustedes aún se atreven a preguntar: “¿Cuándo hemos tenido en nada tu gran fama?”.