Lucas 21:33 - Biblica® Open Nueva Biblia Viva 2008

³³ El cielo y la tierra dejarán de existir, pero mis palabras nunca dejarán de existir.

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Biblia Reina Valera 1960

³³ El cielo y la tierra pasarán, pero mis palabras no pasarán.

Biblia Nueva Traducción Viviente

³³ El cielo y la tierra desaparecerán, pero mis palabras no desaparecerán jamás.

Biblia Católica (Latinoamericana)

³³ El cielo y la tierra pasarán, pero mis palabras no pasarán.

La Biblia Textual 3a Edicion

³³ El cielo y la tierra pasarán, pero mis palabras no pasarán.

Biblia Serafín de Ausejo 1975

³³ El cielo y la tierra pasarán, pero mis palabras jamás pasarán.

Lucas 21:33 Tagairtí Cros

Salmos 102:26

Ellos perecerán, pero tú permanecerás para siempre. Ellos se desgastarán como vestiduras viejas, y tú como ropa los cambiarás, y los dejarás a un lado.

Salmos 119:152

Desde mis primeros días he sabido que tu voluntad no cambia nunca.

Isaías 40:8

La hierba se seca, y se marchita la flor, pero la Palabra de nuestro Dios permanecerá viva para siempre.

Isaías 51:6

Mira al alto cielo, y fíjate en la tierra abajo, porque el cielo se desvanecerá como humo, la tierra se gastará como vestidura, y el pueblo de la tierra morirá como moscas. Pero mi salvación y mi justicia permanecerán para siempre.

Mateo 24:35

El cielo y la tierra desaparecerán, pero mis palabras permanecerán, para siempre.

Mateo 5:18

Les aseguro que mientras existan el cielo y la tierra, ni la parte más pequeña e insignificante de la ley se pasará por alto, hasta que esta se cumpla totalmente.

Marcos 13:31

El cielo y la tierra pasarán, pero mis palabras nunca pasarán.

Lucas 16:17

Pero es más fácil que desaparezcan el cielo y la tierra, que deje de cumplirse una sola tilde de la ley.

Lucas 21:32

Les aseguro que todas estas cosas sucederán antes que pase esta generación.

1 Pedro 1:25

pero la palabra del Señor permanece para siempre». Y esta es la palabra del evangelio que se les ha anunciado a ustedes.

Apocalipsis 20:11

Y vi un gran trono blanco sobre el que alguien estaba sentado. Al verlo, la tierra y el cielo salieron huyendo, sin dejar rastro alguno.