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Lucas 19:42 - Biblica® Open Nueva Biblia Viva 2008

42 Y dijo: ―¡Cómo me gustaría que hoy entendieras lo que puede traerte paz! Pero ahora eso no lo puedes ver.

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Biblia Reina Valera 1960

42 diciendo: ¡Oh, si también tú conocieses, a lo menos en este tu día, lo que es para tu paz! Mas ahora está encubierto de tus ojos.

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Biblia Nueva Traducción Viviente

42 «¡Cómo quisiera que hoy tú, entre todos los pueblos, entendieras el camino de la paz! Pero ahora es demasiado tarde, y la paz está oculta a tus ojos.

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Biblia Católica (Latinoamericana)

42 y dijo: '¡Si al menos en este día tú conocieras los caminos de la paz! Pero son cosas que tus ojos no pueden ver todavía.

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La Biblia Textual 3a Edicion

42 diciendo: ¡Oh si tú hubieras conocido, siquiera en este día,° lo conducente° a la paz!° Pero ahora está encubierto de tus ojos.

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Biblia Serafín de Ausejo 1975

42 diciendo: '¡Ah, si tú también hubieras comprendido en este día el mensaje de paz! Pero ¡ay! queda oculto a tus ojos.

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Lucas 19:42
35 Tagairtí Cros  

Por eso los fieles te invocan en momentos de angustia; caudalosas aguas podrán desbordarse, pero a ellos no los alcanzarán.


Si mi pueblo tan sólo me escuchara, si Israel quisiera andar por mis caminos.


¡Qué insensatez e ignorancia! Dios les ha cerrado los ojos para que no puedan ver y les ha cerrado el entendimiento.


¡Ay, ojalá que hubieran atendido mis leyes! Entonces habrían disfrutado de paz que fluiría como manso río, y de grandes oleadas de justicia.


Este es el momento oportuno para buscar al Señor. Ahora que está cerca es cuando deben llamarlo.


¿Seguirán negándose a escuchar? Entonces mi corazón adolorido llorará en la soledad a causa de su terco orgullo. Se me llenarán de lágrimas los ojos porque el rebaño del Señor será llevado como esclavo lejos de su tierra.


Diles: “¡Se los aseguro, dice el Señor Dios, que no me complazco para nada en la muerte del impío, sino que deseo que el impío se arrepienta de sus maldades y viva! ¡Dejen de cometer maldades!, pues ¿por qué habrían de morir, oh israelitas?”.


Cuando Jesús estaba cerca de Jerusalén y vio la ciudad, lloró por ella.


Llegarán sobre ti días en que tus enemigos harán un muro y te rodearán, y te atacarán por todos lados.


Te derribarán, no dejarán ni una piedra sobre otra, y matarán a tus hijos. Todo esto ocurrirá porque no reconociste el tiempo en que Dios vino a salvarte.


Estoy seguro de que ya ustedes habrán oído hablar de las buenas noticias que recibió el pueblo de Israel sobre la paz con Dios, que se puede obtener mediante Jesús el Mesías, Señor de todos. Este mensaje empezó en Galilea y ha estado resonando en Judea desde que Juan el Bautista comenzó a predicar el bautismo.


Entonces Pablo y Bernabé valientemente les dijeron: «Era necesario que las buenas noticias de Dios las conocieran primero ustedes los judíos. Pero como las rechazan y se muestran indignos de la vida eterna, no nos queda otro remedio que ofrecérselas a los gentiles.


¡Oh, si tuvieran sabiduría! ¡Oh, si tuvieran entendimiento! ¡Oh, si supieran el fin que les espera!


Ojalá siempre estuviera dispuesto a obedecer mis mandamientos. Si así fuera, les iría bien en todo a ellos, a sus hijos y a las generaciones futuras.


Exhórtense todos los días mientras les quede tiempo, para que ninguno se endurezca contra Dios, cegado por el engaño del pecado,


Como acabamos de decir: «Si oyen hoy su voz, no endurezcan su corazón como sucedió en la rebelión».


Como dice el Espíritu Santo: «Si ustedes escuchan hoy su voz,


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