Lucas 1:46 - Biblica® Open Nueva Biblia Viva 2008

⁴⁶ Entonces María dijo: ―Mi alma alaba al Señor,

Tuilleadh leaganacha

Biblia Reina Valera 1960

⁴⁶ Entonces María dijo: Engrandece mi alma al Señor;

Biblia Nueva Traducción Viviente

⁴⁶ María respondió: —Oh, cuánto alaba mi alma al Señor.

Biblia Católica (Latinoamericana)

⁴⁶ María dijo entonces: Proclama mi alma la grandeza del Señor,

La Biblia Textual 3a Edicion

⁴⁶ Entonces Miriam dijo:° Mi alma engrandece al Señor,

Biblia Serafín de Ausejo 1975

⁴⁶ Dijo entonces María: 'Canta mi alma la grandeza del Señor,

Lucas 1:46 Tagairtí Cros

Salmos 35:9

Pero yo me regocijaré en el Señor. Él me librará.

Isaías 45:25

En el Señor todas las generaciones de Israel serán declaradas justas, y triunfarán.

Isaías 61:10

Dice el profeta: ¡Dejen que les cuente la felicidad que Dios me ha dado! Me ha cubierto con vestiduras de salvación y me ha puesto un manto de justicia. Soy como novio vestido para celebrar la boda o como una novia enjoyada para el desposorio.

Romanos 5:11

Y además de todo esto, también nos sentimos orgullosos en Dios, gracias a nuestro Señor Jesucristo, por quien ahora hemos sido reconciliados con Dios.

1 Corintios 1:31

A fin de cuentas, como dicen las Escrituras: «El que quiera sentirse orgulloso, que se enorgullezca de lo que el Señor ha hecho».

2 Corintios 2:14

Pero, ¡gracias a Dios que siempre nos lleva en el desfile victorioso de Cristo! y dondequiera que vamos nos usa para hablar a otros y para esparcir el evangelio como perfume fragante.

Filipenses 3:3

Porque los verdaderos circuncidados somos nosotros, los que por medio del Espíritu adoramos a Dios y nos llenamos de orgullo de pertenecer a Cristo Jesús. Nosotros no ponemos nuestra confianza en esfuerzos humanos.

Filipenses 4:4

Alégrense siempre en el Señor. Se lo repito: ¡Alégrense!

1 Tesalonicenses 5:23

Que Dios mismo, el Dios de paz, los santifique por completo. Que mantenga sin culpa todo su ser —espíritu, alma y cuerpo—, para cuando el Señor Jesucristo regrese.

1 Pedro 1:8

Ustedes aman a Jesucristo a pesar de que no lo han visto; y aunque ahora no lo ven, creen en él y se llenan de una gran alegría,