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Levítico 8:6 - Biblica® Open Nueva Biblia Viva 2008

6 Enseguida tomó a Aarón y a sus hijos, los purificó con agua

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Biblia Reina Valera 1960

6 Entonces Moisés hizo acercarse a Aarón y a sus hijos, y los lavó con agua.

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Biblia Nueva Traducción Viviente

6 Después presentó a Aarón y a sus hijos y los lavó con agua.

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Biblia Católica (Latinoamericana)

6 Moisés, entonces, pidió que Aarón y sus hijos se acercaran, y los lavó con agua.

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La Biblia Textual 3a Edicion

6 Entonces Moisés hizo que Aarón y sus hijos se acercaran y los lavó con agua.

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Biblia Serafín de Ausejo 1975

6 Entonces mandó Moisés que se acercaran Aarón y sus hijos y los lavó con agua.

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Levítico 8:6
19 Tagairtí Cros  

En prueba de mi inocencia me lavo las manos y me pongo ante tu altar,


Lávame de toda mi culpa y límpiame de mi pecado.


Purifícame con hisopo, y volveré a ser puro. Lávame, y seré más blanco que la nieve.


Aarón y sus hijos se lavarán las manos y los pies allí


cuando entren al Santuario a presentarse delante del Señor, o cuando se acerquen al altar para presentar holocausto delante del Señor. Siempre deberán lavarse antes de hacer esto, o morirán.


»Enseguida llevarás a Aarón y a sus hijos a la entrada del santuario y los lavarás con agua.


¡Oh, lávense, límpiense! Que no les vea yo nunca más cometer esas maldades; dejen sus malos caminos.


Entonces será como si yo hubiera esparcido agua limpia sobre ustedes, porque serán limpios; su inmundicia será lavada, y sus homenajes a los ídolos será cosa del pasado.


Se bañará y se pondrá las vestiduras sagradas, la túnica de lino, los calzones de lino, el cinturón de lino y el turbante de lino.


Moisés les dijo: «Lo que ahora voy a hacer ha sido ordenado por el Señor».


»En aquel día será como abrir un gran manantial en donde la descendencia real de David y todos los habitantes de Jerusalén puedan purificarse de todas las maldades que han cometido.


Varios de ustedes merecían antes estos calificativos, pero ya el Señor les lavó sus pecados, los santificó y los justificó en el nombre del Señor Jesucristo y por el Espíritu de nuestro Dios.


para hacerla santa y la purificó lavándola con agua por medio de la Palabra.


Y puesto que es así, acerquémonos a Dios con corazón sincero y con la plena seguridad que da la fe, ya que en nuestro interior hemos sido purificados de una mala conciencia y exteriormente hemos sido lavados con agua pura.


Estas son únicamente reglas que tienen que ver con alimentos, bebidas y diversas ceremonias de purificación, que sólo tienen vigencia hasta que llegue el tiempo de reformarlo todo.


―No, Señor —respondí—. Dímelo. ―Estos son los que pasaron por la gran tribulación —me dijo—. Su ropa está blanca porque la lavaron y blanquearon con la sangre del Cordero.


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