Biblia Todo Logo
Bíobla ar líne
- Fógraí -





Juan 5:34 - Biblica® Open Nueva Biblia Viva 2008

34 No se trata de que yo necesite el testimonio de un hombre; más bien digo esto para que ustedes sean salvos.

Féach an chaibidil Cóip


Tuilleadh leaganacha

Biblia Reina Valera 1960

34 Pero yo no recibo testimonio de hombre alguno; mas digo esto, para que vosotros seáis salvos.

Féach an chaibidil Cóip

Biblia Nueva Traducción Viviente

34 Por supuesto, no necesito testigos humanos, pero digo estas cosas para que ustedes sean salvos.

Féach an chaibidil Cóip

Biblia Católica (Latinoamericana)

34 Yo les recuerdo esto para bien de ustedes, para que se salven, porque personalmente yo no me hago recomendar por hombres.

Féach an chaibidil Cóip

La Biblia Textual 3a Edicion

34 Pero Yo no recibo el testimonio de parte de un hombre, pero digo esto para que vosotros seáis salvos.

Féach an chaibidil Cóip

Biblia Serafín de Ausejo 1975

34 No es que yo pretenda obtener de un hombre testimonio en mi favor; si os lo recuerdo, es para que os salvéis.

Féach an chaibidil Cóip




Juan 5:34
16 Tagairtí Cros  

»¡Jerusalén, Jerusalén, que matas a los profetas y apedreas a los mensajeros que se te envían! ¡Cuántas veces quise reunir a tus hijos, como reúne la gallina a sus pollitos debajo de sus alas!, pero no quisiste.


En efecto, el Hijo del hombre vino a buscar y a salvar a los que se habían perdido.


Y también que en su nombre, comenzando en Jerusalén, se predicará a todas las naciones que hay perdón de pecados para el que se arrepiente.


Pero estas se han escrito para que ustedes crean que Jesús es el Cristo, el Hijo de Dios, y para que al creer en su nombre tengan vida.


Pero es otro el que habla en mi favor, y me consta que tiene valor el testimonio que él da de mí.


»Yo no acepto la gloria de los hombres,


Jesús les respondió: ―Si yo me doy gloria a mí mismo, mi gloria no sirve de nada. Pero el que me da la gloria es mi Padre, el que ustedes dicen que es su Dios.


Amados hermanos, el anhelo de mi corazón y mi oración a Dios es que el pueblo de Israel se salve.


En cambio, Dios dijo esto acerca de Israel: «Todo el día le ofrecí ayuda a un pueblo desobediente y muy terco».


No te dejes, pues, vencer por el mal, sino vence el mal haciendo el bien.


Es cierto que muchos de ellos han sido incrédulos, pero, ¿acaso puede Dios faltar a sus promesas por esa razón?


Cuando estoy con gente débil de conciencia, me hago como ellos también con el propósito de que crean. En otras palabras, trato de acomodarme a todas las personas a fin de salvar algunas de la manera que sea posible.


Cuida estrechamente tus acciones y tus enseñanzas. Mantente fiel en todo ello, porque así te salvarás a ti mismo y a los que te escuchen.


Y si aceptamos el testimonio de los hombres que comparecen ante los tribunales, cuánto más no hemos de creer la gran afirmación de Dios: ¡que Jesús es su Hijo!


Lean orainn:

Fógraí


Fógraí