Biblia Todo Logo
Bíobla ar líne
- Fógraí -





Juan 5:19 - Biblica® Open Nueva Biblia Viva 2008

19 Entonces Jesús les dijo: ―Les aseguro que el hijo no puede hacer nada por su propia cuenta, sino solamente lo que ve que hace su padre, porque cualquier cosa que hace el padre, la hace también el hijo.

Féach an chaibidil Cóip


Tuilleadh leaganacha

Biblia Reina Valera 1960

19 Respondió entonces Jesús, y les dijo: De cierto, de cierto os digo: No puede el Hijo hacer nada por sí mismo, sino lo que ve hacer al Padre; porque todo lo que el Padre hace, también lo hace el Hijo igualmente.

Féach an chaibidil Cóip

Biblia Nueva Traducción Viviente

19 Entonces Jesús explicó: «Les digo la verdad, el Hijo no puede hacer nada por su propia cuenta; solo hace lo que ve que el Padre hace. Todo lo que hace el Padre, también lo hace el Hijo,

Féach an chaibidil Cóip

Biblia Católica (Latinoamericana)

19 Jesús les dirigió la palabra: 'En verdad les digo: El Hijo no puede hacer nada por su cuenta, sino sólo lo que ve hacer al Padre. Todo lo que haga éste, lo hace también el Hijo.

Féach an chaibidil Cóip

La Biblia Textual 3a Edicion

19 Jesús pues declarando, les decía: De cierto, de cierto os digo: No puede el Hijo hacer nada de sí mismo, sino lo que ve hacer al Padre; porque lo que Él hace, esto también hace igualmente el Hijo.

Féach an chaibidil Cóip

Biblia Serafín de Ausejo 1975

19 Entonces Jesús, tomando la palabra, les dijo: 'De verdad os aseguro: nada puede hacer el Hijo por sí mismo, como no lo vea hacer al Padre; porque lo que éste hace, también, y de modo semejante, lo hace el Hijo.

Féach an chaibidil Cóip




Juan 5:19
43 Tagairtí Cros  

En el principio creó Dios los cielos y la tierra.


Entonces Dios dijo: «Hagamos a los seres humanos a nuestra imagen, a nuestra semejanza, para que ejerzan poder sobre los peces, las aves, los animales domésticos y salvajes, y sobre los reptiles».


Cuando oro me respondes y me animas dándome la fuerza que necesito.


Espera al Señor; él acudirá. Sé valiente, resuelto y animoso. Sí; espera, y él te ayudará.


El cielo proclama la justicia divina, porque Dios mismo es el juez.


―¿Quién hizo la boca? —le preguntó el Señor—. ¿No la hice yo, el Señor? ¿Quién hace que el hombre pueda o no pueda hablar, que vea o no vea, que oiga o no oiga?


Porque el Señor concede sabiduría; de su boca fluyen conocimiento y ciencia.


El Señor, tu Redentor, quien te hizo, dice: Todas las cosas por mi fueron hechas, sólo yo extendí los cielos. Yo solo hice la tierra y cuanto en ella hay.


«En el Señor reside toda mi justicia y fortaleza», dirá todo el pueblo. Y todos los que contra él estaban enojados, acudirán a él avergonzados.


Sólo el Señor lo conoce, porque el examina con cuidado todos los corazones y examina los más ocultos móviles de las personas para poder dar a cada cual su recompensa según sus hechos, según como haya vivido.


Se apartó un poco, se postró rostro en tierra y oró: «Padre mío, si es posible, aparta de mí esta copa. Pero hágase lo que tú quieres y no lo que quiera yo».


pues yo les daré las palabras adecuadas y sabias para responder, y ninguno de sus enemigos podrá estar en contra de ustedes ni contradecirlos.


Nadie me la quita, sino que yo la entrego por mi propia voluntad. Tengo poder para entregarla, y también tengo poder para volver a recibirla. Esto es lo que mi Padre me ordenó».


Yo no he hablado por mi propia cuenta, ha sido el Padre que me envió el que me ordenó qué decir y cómo decirlo,


y sé bien que su mandamiento es vida eterna. Así que todo lo que les he dicho es lo que el Padre me ha ordenado decir».


¿No crees que yo estoy en el Padre y que el Padre está en mí? Las cosas que yo les digo, no las digo por mi propia cuenta. El Padre que está en mí, es el que hace sus propias obras.


Jesús les contestó: ―Destruyan este templo y en tres días lo volveré a levantar.


Jesús le dijo: ―Te aseguro que si una persona no nace de nuevo no podrá ver el reino de Dios.


Así como el Padre resucita a los muertos y les da vida, de la misma manera también el Hijo le da vida a quien él quiere.


Yo he venido del cielo a cumplir la voluntad del que me envió y no la mía.


Por eso Jesús les dijo: ―Cuando hayan levantado al Hijo del hombre, ustedes comprenderán que yo soy, y que no hago nada por mi propia cuenta, sino que hablo lo que el Padre me ha enseñado.


Mientras es de día, tenemos que cumplir con el trabajo del que me envió. Viene la noche cuando ya nadie pueda trabajar.


Pero Dios lo soltó de los horrores de la muerte y le devolvió la vida, porque la muerte no podía mantenerlo bajo su dominio por siempre.


En realidad, nuestra vieja naturaleza quedó sepultada con Jesús en el bautismo. Y así como Dios el Padre, con su poder glorioso, lo volvió a la vida, también así a nosotros nos levantó para que viviéramos una nueva vida.


Y si el Espíritu de Dios que levantó a Jesús de entre los muertos vive en ustedes, él mismo les dará vida a sus cuerpos mortales.


Ahora bien, si se predica que Cristo resucitó, ¿por qué algunos andan diciendo que no existe la resurrección de los muertos?


Sabemos que el mismo Dios que resucitó al Señor Jesús nos resucitará también a nosotros con Jesús, y junto con ustedes nos llevará a su presencia.


Un día tendremos que comparecer ante el tribunal de Cristo, y seremos juzgados. Cada uno recibirá lo que merezca por las buenas o las malas cosas que haya hecho mientras estaba en el cuerpo.


que, aunque estábamos muertos a causa de nuestros pecados, nos dio vida con Cristo, pues solo por su gracia somos salvos.


y le pido que de sus gloriosas riquezas los fortalezca interiormente por medio de su Espíritu.


Él transformará nuestro cuerpo miserable para que sea como su cuerpo glorioso. Esto lo hará por medio del poder con el que domina todas las cosas.


Todo lo puedo en Cristo que me da fortaleza.


Además, estarán llenos del grande y glorioso poder divino para perseverar a pesar de las circunstancias adversas;


Cristo mismo es el creador de cuanto existe en los cielos y en la tierra, de lo visible y de lo invisible, y de todos los seres que tienen poder, autoridad y dominio; todo fue creado por medio de él y para él.


Si creemos que Jesús murió y después resucitó, entonces también debemos creer que Dios resucitará con Jesús a los que murieron creyendo en él.


Porque Cristo murió por los pecados una vez y para siempre, el justo por los injustos, para llevarlos a ustedes a Dios. Él sufrió la muerte en su cuerpo, pero el Espíritu hizo que volviera a la vida.


Y a los hijos de esa mujer los heriré de muerte. Así sabrán todas las iglesias que yo escudriño la mente y el corazón y que a cada uno le doy su merecido.


Lean orainn:

Fógraí


Fógraí