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Juan 19:24 - Biblica® Open Nueva Biblia Viva 2008

24 Los soldados se dijeron unos a otros: ―No la dividamos. Mejor echemos suertes para ver a quién le toca. Y así lo hicieron, y de esta forma se cumplió la Escritura que dice: «Se repartieron mi manto, y sobre mi túnica echaron suertes».

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Biblia Reina Valera 1960

24 Entonces dijeron entre sí: No la partamos, sino echemos suertes sobre ella, a ver de quién será. Esto fue para que se cumpliese la Escritura, que dice: Repartieron entre sí mis vestidos, Y sobre mi ropa echaron suertes. Y así lo hicieron los soldados.

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Biblia Nueva Traducción Viviente

24 Así que dijeron: «En lugar de rasgarla, tiremos los dados para ver quién se la queda». Con eso se cumplió la Escritura que dice: «Se repartieron mi vestimenta entre ellos y tiraron los dados por mi ropa». Así que eso fue lo que hicieron.

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Biblia Católica (Latinoamericana)

24 No la rompamos, echémosla más bien a suerte, a ver a quién le toca. Así se cumplió la Escritura que dice: Se repartieron mi ropa y echaron a suerte mi túnica. Esto es lo que hicieron los soldados.

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La Biblia Textual 3a Edicion

24 Entonces se dijeron unos a otros: No la rasguemos, sino echemos suertes° sobre ella para ver de quién será. Para que se cumpliera la Escritura:° Repartieron entre sí mis vestidos, Y sobre mi ropa echaron suertes.° Así pues, hicieron esto los soldados.

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Biblia Serafín de Ausejo 1975

24 Dijéronse entonces los soldados: 'No hay que rasgarla, vamos a echarla a suertes, a ver a quién le toca'. Así se cumplió la Escritura: Repartieron mis vestidos entre sí, y sobre mi túnica echaron suertes. Esto es justamente lo que hicieron los soldados.

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Juan 19:24
13 Tagairtí Cros  

De esta manera se cumplió la afirmación que el Señor había hecho a Jehú: «Tu hijo, tu nieto y tu bisnieto serán reyes de Israel».


se reparten entre ellos mis vestidos; juegan a los dados por mi ropa.


con una abertura para la cabeza. Tendrá un borde tejido alrededor de la abertura, como refuerzo. Será como el que se hace en el cuello de un chaleco, para que no se rompa fácilmente.


Pero el rey de Asiria no sabrá que fui yo quien lo envió. Pensará solamente que ataca a mi pueblo como parte de su plan de dominio mundial.


Una vez clavado en la cruz, los soldados echaron suertes para repartirse su ropa,


Entonces lo crucificaron. Repartieron la ropa de Jesús, y lo hicieron echando suertes para ver con qué se quedaba cada uno.


Jesús dijo: ―Padre, perdónalos porque no saben lo que hacen. Mientras, echaban suertes para ver quién se quedaba con la ropa de Jesús.


Si Dios llamó “dioses” a aquellos para los que vino su mensaje (y la Escritura no se puede negar),


»No estoy hablando de todos ustedes; yo sé a quiénes he escogido. Pero esto es para que se cumpla la Escritura que dice: “El que come conmigo se ha puesto en contra mía”.


Después de esto, como Jesús sabía que ya todo había terminado, y para que se cumpliera la Escritura, dijo: ―Tengo sed.


Los que vivían en Jerusalén y sus jefes cumplieron las profecías al condenar a Jesús. Ellos no lo reconocieron, a pesar de que escuchaban la lectura de los profetas todos los sábados.


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