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Juan 12:36 - Biblica® Open Nueva Biblia Viva 2008

36 Mientras tienen la luz, crean en ella, para que sean hijos de la luz. Después de decir esto, Jesús se fue y se escondió de ellos.

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Biblia Reina Valera 1960

36 Entre tanto que tenéis la luz, creed en la luz, para que seáis hijos de luz. Estas cosas habló Jesús, y se fue y se ocultó de ellos.

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Biblia Nueva Traducción Viviente

36 Pongan su confianza en la luz mientras aún haya tiempo; entonces se convertirán en hijos de la luz. Después de decir esas cosas, Jesús salió y desapareció de la vista de ellos.

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Biblia Católica (Latinoamericana)

36 Mientras tengan la luz, crean en la luz y serán hijos de la luz. Así habló Jesús; después se fue y ya no se dejó ver más.

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La Biblia Textual 3a Edicion

36 Mientras tenéis la luz, creed en la luz, para que lleguéis a ser hijos de luz. Estas cosas habló Jesús, y retirándose, se escondió de ellos.

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Biblia Serafín de Ausejo 1975

36 Mientras tenéis la luz creed en la luz, para que seáis hijos de la luz'. Esto dijo Jesús. Luego se fue y se ocultó de su vista.

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Juan 12:36
17 Tagairtí Cros  

¡Levántense moradores de Jerusalén! ¡Resplandezca la luz de Sion para que la vean todas las naciones! Porque de ustedes fluye la gloria del Señor.


Después de esto regresó a Betania, donde pasó la noche.


»Ustedes son la luz del mundo. Una ciudad asentada sobre un monte no puede esconderse.


»El patrón felicitó al administrador porque hizo las cosas con astucia. Es que la gente de este mundo es más astuta en su trato con los que también son de este mundo, que los que han recibido la luz.


Por eso Jesús ya no andaba públicamente entre los judíos. Se fue a un pueblo llamado Efraín que estaba cerca del desierto, y allí se quedó con sus discípulos.


Jesús había hecho muchas señales milagrosas en presencia de ellos, y a pesar de eso, todavía no creían en él.


Yo soy la luz que ha venido al mundo, para que todo el que crea en mí no viva en la oscuridad.


En cambio, el que practica la verdad se acerca a la luz, para que se vea que obedece a Dios en lo que hace».


Jesús, una vez más le habló a la gente diciendo: ―Yo soy la luz del mundo. El que me sigue no andará en oscuridad, porque tendrá la luz de la vida.


Entonces los judíos tomaron piedras para arrojárselas, pero Jesús se escondió y salió del templo.


Aunque ustedes antes vivían en tinieblas, ahora viven en la luz. Esa luz debe notarse en su conducta como hijos de Dios.


Todos ustedes son hijos de la luz y del día. No somos de la noche ni de la oscuridad.


Nosotros, por el contrario, somos del día. Por eso estamos siempre en nuestro sano juicio, protegidos por la coraza de la fe y del amor, y por el casco de la esperanza de salvación.


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