Juan 10:36 - Biblica® Open Nueva Biblia Viva 2008

³⁶ ¿por qué me acusan de haber blasfemado si el Padre me apartó y me envió al mundo? ¿Me acusan porque dije que soy el Hijo de Dios?

Tuilleadh leaganacha

Biblia Reina Valera 1960

³⁶ ¿al que el Padre santificó y envió al mundo, vosotros decís: Tú blasfemas, porque dije: Hijo de Dios soy?

Biblia Nueva Traducción Viviente

³⁶ ¿por qué ustedes me acusan de blasfemar cuando digo: “Soy el Hijo de Dios”? Después de todo, el Padre me separó y me envió al mundo.

Biblia Católica (Latinoamericana)

³⁶ Y yo, que fui consagrado y enviado al mundo por el Padre, ¿estaría insultando a Dios al decir que soy el Hijo de Dios?

La Biblia Textual 3a Edicion

³⁶ ¿al que el Padre santificó y envió al mundo, vosotros decís: Blasfemas, porque dije: Soy Hijo de Dios?

Biblia Serafín de Ausejo 1975

³⁶ ¿cómo decís vosotros, de aquel a quien el Padre ha consagrado y enviado al mundo: 'Tú blasfemas', porque he dicho: 'Soy Hijo de Dios?'.

Juan 10:36 Tagairtí Cros

Salmos 2:2

Los reyes de la tierra se preparan para la batalla; los gobernantes se asocian contra el Señor y contra su ungido.

Isaías 42:1

Vean a mi Siervo, a quien yo sostengo, mi elegido, en quien me deleito. En él he puesto mi Espíritu, él mostrará lo que es justicia a las naciones del mundo.

Isaías 42:3

No quebrará la caña maltratada, ni apagará la llama vacilante. Se encargará de que se haga plena justicia a las víctimas de injusticia,

Isaías 55:4

A él lo puse por testigo para guiar a las naciones en el camino de la justicia y de mis enseñanzas.

Jeremías 1:5

Yo había determinado tu futuro desde que te estabas formando en el vientre de tu madre; antes que nacieras te escogí y te consagré como vocero mío ante el mundo.

Mateo 27:43

Si confió en Dios, ¡que lo salve Dios! ¿No decía que era el Hijo de Dios?

Mateo 27:54

El centurión y los soldados que vigilaban a Jesús, horrorizados por el terremoto y los demás acontecimientos, exclamaron: ―¡Verdaderamente este era el Hijo de Dios!

Lucas 1:35

El ángel le contestó: ―El Espíritu Santo vendrá sobre ti y el poder del Altísimo te cubrirá con su sombra. Por lo tanto, al santo niño que va a nacer lo llamarán Hijo de Dios.

Juan 10:35

Si Dios llamó “dioses” a aquellos para los que vino su mensaje (y la Escritura no se puede negar),

Juan 17:18

Yo los envío al mundo, así como tú me enviaste al mundo.

Juan 17:21

Te ruego que todos estén unidos. Padre, así como tú estás en mí y yo en ti, permite que ellos también estén en nosotros, para que el mundo crea que tú me has enviado.

Juan 17:8

porque les he dado el mensaje que me diste, y ellos lo aceptaron. Ellos están seguros que vine de ti, y han creído que tú me enviaste.

Juan 19:7

Los judíos le dijeron: ―Nosotros tenemos una ley, y según esa ley tiene que morir, pues se ha hecho pasar por el Hijo de Dios.

Juan 20:28

Tomás dijo: ―¡Señor mío y Dios mío!

Juan 20:31

Pero estas se han escrito para que ustedes crean que Jesús es el Cristo, el Hijo de Dios, y para que al creer en su nombre tengan vida.

Juan 3:17

Dios no envió a su Hijo para condenar al mundo, sino para salvarlo por medio de él.

Juan 3:34

Aquel a quien Dios ha enviado habla lo que Dios le dice, porque Dios mismo le da su Espíritu en abundancia.

Juan 5:30

Yo no puedo hacer nada por mi propia cuenta. Juzgo por lo que oigo, y mi juicio es correcto, porque está de acuerdo con la voluntad del que me envió y no de acuerdo con mi propia voluntad.

Juan 6:27

No trabajen por la comida que se acaba. Trabajen más bien por la comida que permanece y da vida eterna, que es la comida que el Hijo del hombre les dará. Sobre él ha puesto Dios el Padre su sello de aprobación.

Juan 6:38

Yo he venido del cielo a cumplir la voluntad del que me envió y no la mía.

Juan 6:57

Yo vivo por el Padre viviente que me envió; por eso, el que come de mí, vivirá por mí.

Juan 6:69

Y nosotros hemos creído, y sabemos que eres el Santo de Dios.

Juan 8:42

Jesús les contestó: ―Si en verdad Dios fuera su Padre, ustedes me amarían, porque vine de Dios y aquí estoy. No vine por mi propia cuenta, sino porque Dios me envió.

Romanos 1:4

pero al resucitar de entre los muertos por el poder del Espíritu Santo, probó ser el Hijo de Dios.

Romanos 8:3

La ley no pudo liberarnos porque nuestra naturaleza pecaminosa anuló su poder. Pero Dios envió a su propio Hijo con un cuerpo humano igual en todo al nuestro para entregarlo en sacrificio por nuestros pecados, y así destruyó el dominio del pecado sobre nosotros.

Romanos 9:5

Los israelitas son descendientes de los patriarcas, y de ellos, según la naturaleza humana, nació Cristo, que es Dios sobre todas las cosas. ¡Bendito sea para siempre! Amén.

Gálatas 4:4

Pero cuando se cumplió el plazo, Dios envió a su Hijo, nacido de mujer y nacido bajo la ley,