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Josué 6:1 - Biblica® Open Nueva Biblia Viva 2008

1 Los habitantes de Jericó mantenían las puertas de la ciudad bien cerradas porque tenían miedo de los israelitas. Nadie podía salir ni entrar. Entonces el Señor le dijo a Josué:

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Biblia Reina Valera 1960

1 Ahora, Jericó estaba cerrada, bien cerrada, a causa de los hijos de Israel; nadie entraba ni salía.

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Biblia Nueva Traducción Viviente

1 Ahora bien, las puertas de Jericó estaban bien cerradas, porque la gente tenía miedo de los israelitas. A nadie se le permitía entrar ni salir.

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Biblia Católica (Latinoamericana)

1 La ciudad de Jericó estaba cerrada por miedo a los israelitas; la habían cerrado y nadie salía ni entraba.

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La Biblia Textual 3a Edicion

1 Ahora bien, a causa de los hijos de Israel,° Jericó estaba cerrada y bien atrancada. Nadie salía y nadie entraba.

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Biblia Serafín de Ausejo 1975

1 Jericó estaba cerrada a cal y canto por miedo a los israelitas. Nadie salía ni entraba en ella.

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Josué 6:1
12 Tagairtí Cros  

Cuando David oyó lo que había ocurrido, les ordenó que se quedaran en Jericó hasta que les hubiera crecido la barba, pues se sentían muy avergonzados por su aspecto.


Pero un día, el rey Oseas se rebeló contra el rey de Asiria, y pidió al faraón So, rey de Egipto, que le ayudara a librarse del poder de Asiria. Además, Oseas se negó a seguir pagándole el impuesto anual al rey de Asiria. Por eso, este lo hizo arrestar, y lo metió en la cárcel.


Poco después Elías dijo a Eliseo: ―Quédate en Betel, porque el Señor me ha enviado a Jericó. Pero Eliseo le replicó: ―Juro por el Señor y por tu vida que no te dejaré. Y se fueron juntos a Jericó.


Si el Señor no edifica la casa, en vano trabajan los albañiles. Si el Señor no cuida la ciudad, en vano hacen guardia los vigilantes.


De Janoa volvía hacia al sur hacia Atarot y Nará, y tocando Jericó terminaba en el río Jordán.


que contaba además con veintiséis ciudades: Jericó, Bet Joglá, Émec Casís, Bet Arabá, Zemarayin, Betel, Avín, Pará, Ofra, Quefar Amoní, Ofni y Gueba, Gabaón, Ramá, Berot, Mizpa, Cafira, Mozá, Requen, Irpel, Taralá, Zela, Élef, Jebús (que es Jerusalén), Guibeá y Quiriat. Estas fueron las ciudades que recibió la tribu de Benjamín con todos los pueblos que las rodeaban.


Josué envió dos espías desde el campamento de Israel en Sitín para que cruzaran el río Jordán y observaran la situación en la otra orilla, especialmente en Jericó. Llegaron a la casa de una mujer llamada Rajab, que era prostituta;


«El Señor nos dará toda la tierra —dijeron—, porque el pueblo está muerto de miedo a causa de nosotros».


Los soldados fueron hasta el río Jordán buscándolos, y al salir tuvieron el cuidado de dejar las puertas de la ciudad bien cerradas.


―Quítate el calzado —le ordenó el comandante—; porque este es terreno santo. Y Josué obedeció.


«Jericó, su rey, y todos sus guerreros ya están derrotados, porque los he entregado en tus manos.


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