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Josué 22:5 - Biblica® Open Nueva Biblia Viva 2008

5 Sigan obedeciendo todos los mandamientos que Moisés les dio, amen al Señor, y sigan el camino que él ha trazado para sus vidas. Aférrense a él y sírvanle con todo su ser».

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Biblia Reina Valera 1960

5 Solamente que con diligencia cuidéis de cumplir el mandamiento y la ley que Moisés siervo de Jehová os ordenó: que améis a Jehová vuestro Dios, y andéis en todos sus caminos; que guardéis sus mandamientos, y le sigáis a él, y le sirváis de todo vuestro corazón y de toda vuestra alma.

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Biblia Nueva Traducción Viviente

5 Pero asegúrense de obedecer todos los mandatos y las instrucciones que Moisés les dio. Amen al Señor su Dios, anden en todos sus caminos, obedezcan sus mandatos, aférrense a él y sírvanlo con todo el corazón y con toda el alma».

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Biblia Católica (Latinoamericana)

5 Tan solo acuérdense de poner en práctica los mandamientos y las leyes que Moisés, el servidor de Yavé, les prescribió. Amen a Yavé su Dios, sigan todos sus caminos, guarden sus mandamientos, apéguense a él y sírvanlo con todo su corazón y con toda su alma'.

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La Biblia Textual 3a Edicion

5 Solamente tened mucho cuidado de poner por obra el mandamiento y la enseñanza° que Moisés siervo de YHVH os intimó: amar a YHVH vuestro Dios y andar en todos sus caminos, guardar sus mandamientos y apegarse a Él, y servirle con todo vuestro corazón y con toda vuestra alma.

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Biblia Serafín de Ausejo 1975

5 Mi único encargo es que os preocupéis de poner por obra los mandatos y la ley que Moisés, siervo de Yahveh, os ordenó: que améis a Yahveh, vuestro Dios, que sigáis todos sus caminos y guardéis sus mandamientos, que os mantengáis unidos a él y le sirváis de todo corazón y con toda vuestra alma'.

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Josué 22:5
50 Tagairtí Cros  

Dichosos los que tratan a los demás con justicia y siempre hacen lo que es justo.


Así, cada generación ha podido obedecer sus leyes y poner nuevamente su esperanza en Dios y no olvidarse de sus gloriosos milagros.


Les dijo: «Yo soy el Señor su Dios. Si ustedes prestan atención a mi voz, y me obedecen y hacen lo que es bueno, no los dejaré sufrir las enfermedades que envié sobre los egipcios, porque yo soy el Señor que les da la salud».


Pero derramo mi amor sobre millares de generaciones de los que me aman y obedecen mis mandamientos.


»Obedezcan todas estas cosas, y recuerden que no deben ni siquiera mencionar el nombre de otro dios.


»Servirán al Señor su Dios solamente, y yo los bendeciré con alimentos y agua, y apartaré toda enfermedad de entre ustedes.


Sobre todas las cosas cuida tu corazón, porque de él brota la vida.


¿Por qué gastar su dinero en alimento que no nutre? ¿Por qué pagar por víveres que no aprovechan? Escuchen y les diré dónde obtener buen alimento que fortalece el alma.


Y si estas naciones paganas aprenden pronto las costumbres de mi pueblo y me tienen por Dios suyo en vez de Baal, cuyo culto enseñaron ellos a mi pueblo, entonces serán fuertes en medio de mi pueblo.


Jesús respondió: ―“Amarás al Señor tu Dios con todo tu corazón, con toda tu alma y con toda tu mente”.


―¡Vete de aquí, Satanás! —le respondió Jesús—. Las Escrituras dicen: “Sólo al Señor tu Dios adorarás, y solamente a él le obedecerás”.


»Nadie puede servir a dos amos. No puedes servir a Dios y al dinero, pues amarás a uno y odiarás al otro, o servirás a uno y despreciarás al otro.


que ya no tendríamos temor, porque nos libraría del poder de nuestros enemigos, para que lo sirvamos


El que quiera servirme, debe seguirme; y donde yo esté, allí también estará el que me sirve. Al que me sirva, mi Padre lo honrará.


»Si ustedes me aman, obedecerán mis mandamientos.


Cuando él llegó y vio las maravillas que Dios estaba haciendo, lleno de alegría alentó a los creyentes a permanecer fieles al Señor.


Anoche se me apareció un ángel de Dios, el Dios al que sirvo y al que pertenezco.


Dios sí sabe cuántas veces, de día y de noche, los llevo en oración ante aquel a quien sirvo con todas mis fuerzas dando a conocer a otros las buenas noticias del Hijo de Dios.


No finjan amar; amen de veras. Aborrezcan lo malo; pónganse de parte del bien.


Además, sabemos que si amamos a Dios, él hace que todo lo que nos suceda sea para nuestro bien. Él nos ha llamado de acuerdo con su propósito.


Temerás, pues, al Señor tu Dios; y lo servirás, lo seguirás, y jurarás solamente por su nombre.


»Amen al Señor su Dios y obedezcan todos los días cada uno de sus mandamientos.


»Si ustedes obedecen cuidadosamente todos los mandamientos que les voy a entregar en este día, y si aman al Señor su Dios con toda su mente y con toda su vida, y lo adoran,


»Si ustedes obedecen cuidadosamente todos los mandamientos que les doy, y aman al Señor su Dios, andan en todos sus caminos, y lo siguen,


No debes jamás adorar a dios alguno sino al Señor; obedece sus mandamientos y síguelo a él nada más.


»Pero entonces comenzarán a buscar otra vez al Señor su Dios, y lo encontrarán si lo buscan con todo el corazón y toda el alma.


pero dejó con vida a los que de ustedes permanecieron fieles a él.


Si las obedecen, obtendrán reputación de sabiduría e inteligencia. Cuando las naciones que los rodeen oigan estas leyes, exclamarán: “¿Qué otra nación es tan sabia y prudente como Israel?”.


Pero ¡cuidado! No olviden jamás lo que Dios hace por ustedes. Cuenten a sus hijos y a sus nietos los gloriosos milagros que él ha hecho.


Debes obedecerle en todo lo que te mande.


Asegúrense de que a nadie le falte el amor de Dios; de que ninguna raíz amarga brote y cause problemas y envenene a muchos.


Dichoso el que permanece firme durante la prueba, porque cuando la supera, recibe la corona de la vida que Dios ha prometido a los que lo aman.


Escuchen, hermanos queridos: Dios ha escogido a los que son pobres según el mundo, para que sean ricos en fe y reciban como herencia el reino que él prometió a quienes lo aman.


Sigan al Señor nuestro Dios como lo han hecho hasta ahora.


y cantaban el cántico de Moisés, el siervo de Dios, y el cántico del Cordero: «Formidables y maravillosas son tus obras, Señor, Dios Todopoderoso. Justos y verdaderos son tus caminos, Rey de las naciones.


―No teman —los animó Samuel—. Ciertamente han hecho mal, pero al menos no desistan de seguir al Señor y sírvanle con todo el corazón.


Confíen en él y adórenlo con sinceridad. Piensen en las grandes cosas que ha hecho por ustedes.


Entonces Samuel les dijo: «Si realmente quieren volver al Señor, desháganse de los dioses extraños y de los ídolos de Astarté. Resuélvanse a obedecer y a adorar solamente al Señor, y él los liberará de los filisteos».


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