Biblia Todo Logo
Bíobla ar líne
- Fógraí -





Josué 22:22 - Biblica® Open Nueva Biblia Viva 2008

22-23 ―El Señor Dios de los dioses, sí, el Señor Dios de los dioses sabe que no hemos edificado el altar en rebeldía contra él. Él sabe (y que lo sepa todo Israel también) que nosotros no hemos edificado el altar para ofrecer holocaustos, ofrendas de harina o sacrificios de paz. Que la maldición de Dios caiga sobre nosotros si hemos tenido tal intención.

Féach an chaibidil Cóip


Tuilleadh leaganacha

Biblia Reina Valera 1960

22 Jehová Dios de los dioses, Jehová Dios de los dioses, él sabe, y hace saber a Israel: si fue por rebelión o por prevaricación contra Jehová, no nos salves hoy.

Féach an chaibidil Cóip

Biblia Nueva Traducción Viviente

22 —¡El Señor, el Poderoso, es Dios! ¡El Señor, el Poderoso, es Dios! Él conoce la verdad, ¡y que Israel también la sepa! Nosotros no construimos el altar por traición o en rebeldía contra el Señor. Si fuera así, no nos perdonen la vida ni un día más.

Féach an chaibidil Cóip

Biblia Católica (Latinoamericana)

22 El Dios de los dioses, Yavé, el Dios de los dioses, sabe la verdad e Israel debe saberla. Si nos hubiéramos rebelado contra Yavé, si le hubiésemos sido infieles, entonces que Yavé no nos perdone.

Féach an chaibidil Cóip

La Biblia Textual 3a Edicion

22 YHVH, el Dios de dioses, YHVH el Dios de dioses, Él lo sabe, y que lo sepa Israel: Si ha sido rebelión o prevaricación contra YHVH, no nos salves en este día.

Féach an chaibidil Cóip

Biblia Serafín de Ausejo 1975

22 'El Dios de los dioses, Yahveh, lo sabe bien y también Israel debe saberlo: si ha habido rebelión o infidelidad contra Yahveh, que él se niegue hoy a prestarnos auxilio.

Féach an chaibidil Cóip




Josué 22:22
40 Tagairtí Cros  

escúchalos desde los cielos, perdónalos y responde en favor de todos los que hayan hecho una confesión sincera; porque tú conoces cada corazón.


Pero él conoce cada detalle de lo que a mí me ocurre; y cuando me haya examinado, me declarará completamente inocente: tan puro como oro macizo.


Si algo de eso hice yo, ¡que me arranquen el brazo; que me lo disloquen desde el hombro!


Den gracias al Dios de dioses; su gran amor perdura para siempre.


Tu inocencia alumbrará como el alba, y tu justicia resplandecerá como el sol de mediodía.


A todos les he hablado de tu justicia. Sin timidez lo he proclamado, según te consta, Señor.


¿no lo sabría Dios? Sí, él conoce los secretos de cada corazón.


Por tu causa, cada día nos llevan a la muerte; nos tratan como oveja para el matadero.


El Dios de dioses, el Señor, ha convocado a toda la humanidad, desde el oriente hasta el occidente.


Dios está en el tribunal del cielo. Pronuncia sentencia contra los jueces.


Porque el Señor es un gran Dios, el gran Rey de todos los dioses.


Sean avergonzados los adoradores de ídolos, todos los que presumen de sus inútiles dioses, porque todo dios tiene que inclinarse ante él.


Yo sé que el Señor es mayor que cualquier otro dios, porque libró a su pueblo de la soberbia y de la crueldad de los egipcios».


En cuanto a mí respecta, tú conoces mi corazón, bien sabes cuánto anhelo serte fiel. ¡Sin embargo, soy pobre, oh Señor! ¡Señor, llévalos arrastrados como ovejas silenciosas al matadero! ¡Júzgalos, oh Dios!


Sólo el Señor lo conoce, porque el examina con cuidado todos los corazones y examina los más ocultos móviles de las personas para poder dar a cada cual su recompensa según sus hechos, según como haya vivido.


»”El rey del norte hará lo que se le antoje. Estará tan orgulloso de sí mismo, que se creerá superior a todos los dioses, y dirá cosas horribles contra el Dios de dioses. Y tendrá éxito hasta que la cólera de Dios lo alcance, porque lo que debe pasar pasará.


El rey le dijo a Daniel: «Tu Dios es el Dios de los dioses, el Rey de los reyes, el Revelador de misterios, porque él te ha descubierto este secreto».


Soportaré con paciencia mientras el Señor me castiga, porque reconozco que actué muy mal y lo ofendí. Pero estoy seguro de que luego él me defenderá de todos mis enemigos, y los castigará por todo el mal que me han hecho. Dios me sacará de las tinieblas a la luz, y me permitirá disfrutar de nuevo sus actos de bondad.


Entonces verán ustedes la diferencia entre el tratamiento que Dios proporciona a los buenos y a los malos, entre los que le respetan y viven de acuerdo a sus instrucciones y los que no lo hacen.


Por tercera vez Jesús le preguntó: ―Simón, hijo de Juan, ¿me quieres? Pedro se puso triste de que Jesús le preguntara por tercera vez: «¿Me quieres?». Entonces le dijo: ―Señor, tú lo sabes todo; tú sabes que te quiero. Jesús le dijo: ―Cuida de mis ovejas.


Luego oraron: «Señor, tú que conoces los corazones, muéstranos a cuál de estos hombres has escogido


Si he hecho algo que merezca la muerte, no me niego a morir. Pero si no son ciertas las acusaciones que han presentado contra mí estos judíos, nadie tiene el derecho de entregarme a ellos. ¡Que me juzgue el emperador!


¿Por qué? ¿Será porque no los amo? Dios sabe que sí los amo.


Dios, el Padre de nuestro Señor Jesucristo, que por siempre debe ser alabado, sabe que digo la verdad.


Impulsados por este temor reverencial al Señor, tratamos arduamente de persuadir a otros. Dios sabe que nuestros corazones son sinceros en cuanto a esto, y espero que ustedes lo sepan también.


»El Señor tu Dios es Dios de dioses y Señor de señores. Él es el grande y poderoso Dios, temible; que no es parcial y no acepta soborno,


al único inmortal, el que habita en luz tan deslumbrante que ningún humano puede acercársele, y a quien nadie ha visto ni verá jamás. A él sea la honra y el poder para siempre. Amén.


Nada de lo que él ha creado puede esconderse de aquel a quien tendremos que rendir cuentas de nuestros hechos.


Esta fue la respuesta del pueblo de Rubén, de Gad y de la media tribu de Manasés a los jefes de los clanes de Israel:


En su vestidura y en un muslo tiene escrito este título: REY DE REYES Y SEÑOR DE SEÑORES.


Y a los hijos de esa mujer los heriré de muerte. Así sabrán todas las iglesias que yo escudriño la mente y el corazón y que a cada uno le doy su merecido.


Porque la rebelión es tan mala como el pecado de hechicería, y la soberbia es tan mala como la idolatría. Y ahora, por cuanto has rechazado la palabra del Señor, él te ha rechazado como rey.


»Dejen de actuar con tanto orgullo y arrogancia; el Señor sabe lo que ustedes han hecho, y él juzgará sus acciones.


Lean orainn:

Fógraí


Fógraí