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Joel 2:26 - Biblica® Open Nueva Biblia Viva 2008

26 Una vez más tendrán comida en abundancia. Entonces cantarán de alegría en mi honor, que soy el Señor su Dios, porque haré todo esto. Y nunca más mi pueblo experimentará desastre semejante a este, ¡nunca más mi pueblo volverá a ser humillado!

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Biblia Reina Valera 1960

26 Comeréis hasta saciaros, y alabaréis el nombre de Jehová vuestro Dios, el cual hizo maravillas con vosotros; y nunca jamás será mi pueblo avergonzado.

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Biblia Nueva Traducción Viviente

26 Volverán a tener toda la comida que deseen y alabarán al Señor su Dios, que hace esos milagros para ustedes. Nunca más mi pueblo será avergonzado.

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Biblia Católica (Latinoamericana)

26 Comerán y se saciarán, alabarán el Nombre de su Dios, que ha obrado con ustedes de modo maravilloso, mi pueblo no será ya jamás confundido,

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La Biblia Textual 3a Edicion

26 Comeréis en abundancia y os saciaréis, Y alabaréis el nombre de YHVH vuestro Dios, Que hizo prodigios por vosotros, Y mi pueblo nunca más será avergonzado.

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Biblia Serafín de Ausejo 1975

26 Comeréis cuanto queráis, hasta saciaros, y alabaréis el nombre de Yahveh, vuestro Dios, que hizo en favor vuestro maravillas. Nunca más será mi pueblo abochornado.

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Joel 2:26
41 Tagairtí Cros  

Por favor, acepta mis obsequios. Dios ha sido muy misericordioso conmigo y me ha dado muchas riquezas. Tanto insistió Jacob, que al fin Esaú aceptó los regalos.


Tu pueblo conquistó ciudades fortificadas y tierras fértiles. Tomaron casas llenas de buenas cosas; se apoderaron de viñedos, de olivares y de muchos árboles frutales. Comieron y se saciaron, y gozaron de todas tus bendiciones.


Llena tu vida de cosas buenas. Te rejuvenece como a las águilas.


Ahora puedo descansar, porque el Señor ha sido bueno conmigo.


Te canto, Señor, por el bien que me has hecho.


Los pobres comerán y se saciarán; cuantos busquen al Señor lo hallarán. De gozo constante tendrán lleno el corazón.


Cuida de ellos en tiempos de estrechez; aun en la hambruna tendrán suficiente.


Que te alaben, oh Dios, los pueblos; que todos los pueblos te alaben.


Bendito sea Dios, el Señor, el Dios de Israel; el único que hace maravillas.


El justo come hasta quedar satisfecho, pero el malvado se queda con hambre.


Aquí estoy en mi huerto, amada mía, novia mía. Reúno la mirra con las especias mías y como mi panal con la miel. Bebo mi vino con mi leche. ¡Oh, amado y amada, coman y beban! ¡Sí, beban hasta saciarse!


¡Oh Señor, honraré y alabaré tu nombre, porque tú eres mi Dios, tú haces grandes maravillas! Hace tiempo las planeaste y ahora las has ejecutado, tal como dijiste.


Por eso dice el Señor que liberó a Abraham: Ya mi pueblo no volverá a palidecer de miedo ni será más avergonzado.


pero Israel será salvado por el Señor con eterna salvación; jamás sufrirán desengaño de su Dios por toda la eternidad.


Reyes y reinas les servirán, atenderán a todas sus necesidades. Ante ustedes se inclinarán hasta el suelo y lamerán el polvo de sus pies; entonces sabrán que yo soy el Señor. Los que en mí esperan no serán avergonzados jamás.


No temas, ya no vivirás avergonzada. La vergüenza de tu juventud y el dolor de la viudez no se recordarán más,


¿Por qué gastar su dinero en alimento que no nutre? ¿Por qué pagar por víveres que no aprovechan? Escuchen y les diré dónde obtener buen alimento que fortalece el alma.


Si me obedecen, la tierra les dará buenas cosechas, y podrán comer hasta saciarse.


Destruiré sus abastecimientos de alimento, de modo que un horno será suficiente para cocer el pan de diez familias, y tendrán hambre después que les hayan dado su ración.


Comerás, pero no te sentirás satisfecho. Sentirás siempre los retortijones del hambre como si siempre anduvieras con el estómago vacío. Aunque te empeñes en ahorrar, no lo conseguirás; y si algo logras guardar, haré que lo pierdas en la guerra.


Ese día ya no tendrán que sentir vergüenza por sus maldades antiguas, porque ya no los trataré como rebeldes. Pero eso sí, quitaré de en medio de ustedes a todo hombre soberbio y arrogante; no habrá orgullo ni altanería en Jerusalén y alrededores.


El Señor Todopoderoso defenderá a su pueblo. Por eso, ellos pisotearán, victoriosos, las armas de sus enemigos; celebrarán con gozo su victoria, beberán vino hasta embriagarse, y derramarán la sangre de sus enemigos, como la sangre de los animales sacrificados que se deposita en los tazones y luego se derrama sobre el altar.


¡Todos apreciarán la bondad y hermosura de Dios! ¡La felicidad del pueblo será muy grande! ¡Qué bello será todo aquello! ¡El trigo dará vigor a sus jóvenes, y el vino dulce alegrará a las muchachas!


Pues las Escrituras afirman que «los que creen en Cristo jamás serán defraudados».


Y esa esperanza nunca nos defrauda, pues Dios llenó nuestros corazones de su amor por medio del Espíritu Santo que él mismo nos dio.


Así está escrito: «He puesto en Sion una piedra y muchos tropezarán con ella. Mas los que crean en ella jamás se arrepentirán de haberlo hecho».


El Señor les dará hierba verde para su ganado, y tendrán abundante comida, y se saciarán.


Allí te regocijarás delante del Señor con tus hijos e hijas y siervos. Además, recuerda siempre de invitar a los levitas para que hagan fiesta contigo, porque ellos no tienen tierra propia.


Todas deberán ser llevadas delante el altar donde tú, tus hijos y los levitas comerán de ellas delante del Señor tu Dios. Él te dirá dónde quedará establecido este altar. Regocíjate delante del Señor tu Dios en todo lo que haces.


Tú y tu familia harán fiesta allí delante del Señor tu Dios y te regocijarás en todo lo que él ha hecho por ti.


Tendrás de todo hasta saciarte, y bendecirás al Señor tu Dios por la buena tierra que te ha dado.


Di a los ricos de este mundo que no sean orgullosos y que no depositen sus esperanzas en las efímeras riquezas sino en Dios, que siempre nos proporciona todas las cosas en abundancia para que las disfrutemos.


Y ahora, queridos hijos, permanezcan en comunión con el Señor, para que, cuando vuelva, puedan presentarse delante de él seguros y sin tener de qué avergonzarse.


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