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Job 9:5 - Biblica® Open Nueva Biblia Viva 2008

5-6 Súbitamente mueve las montañas y las derriba en su furor. Sacude la tierra hasta sus cimientos.

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Biblia Reina Valera 1960

5 Él arranca los montes con su furor, Y no saben quién los trastornó;

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Biblia Nueva Traducción Viviente

5 »Él mueve las montañas sin dar aviso; en su enojo las voltea.

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Biblia Católica (Latinoamericana)

5 El traslada los montes sin que se den cuenta y los sacude en su furor.

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La Biblia Textual 3a Edicion

5 Arranca los montes con su furor, Y no se sabe quién los trastorna.

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Biblia Serafín de Ausejo 1975

5 Él arranca las montañas, sin que adviertan quién las derriba en su cólera.

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Job 9:5
23 Tagairtí Cros  

Los hombres saben partir rocas como el pedernal y trastrocar el pie de las montañas.


Observa lo que hacen, y en sólo una noche los derriba y los destruye,


Da rienda suelta a tu ira: que se desborde contra los orgullosos.


A nadie soy deudor. Cuanto hay bajo el cielo me pertenece.


Por qué, ustedes los montes saltaron como chivos? ¿Por qué, ustedes colinas, saltaron como corderos?


Por eso no temeremos aunque el mundo se desintegre y los montes se derrumben y caigan al mar.


la tierra tembló y los cielos dejaron caer sus aguas delante de ti, el Dios de Sinaí, delante de ti, el Dios de Israel.


¿Qué otro ha tenido los océanos en sus manos y medido el cielo con su regla? ¿Qué otro conoce el peso de la tierra y pesa las montañas y colinas?


Ante su presencia tiemblan los montes y se derriten las colinas; la tierra tiembla y los pueblos son destruidos.


¿Quién puede permanecer en pie ante la cólera de Dios? Su enojo es como el ardor del fuego, que es capaz de arrasar con todo lo que se ponga a su paso; hasta las montañas tiemblan cuando Dios da rienda suelta a su enojo.


Los montes te vieron y temblaron. Se desata un aguacero torrencial y una tormenta que agita el mar y eleva sus olas llenas de espuma.


Si se detiene, entonces la tierra tiembla; lanza una mirada a las naciones, y estas se espantan. Ante él se desmoronan las viejas montañas y los cerros antiguos se derrumban. ¡Su poder es el mismo de siempre!


Por lo tanto, ninguna montaña, por alta que sea, podrá estorbar a Zorobabel, pues delante de él será solo un valle fácil de atravesar. Tú, Zorobabel, colocarás la primera piedra para construir el templo, y todos gritarán llenos de alegría: “¡Qué preciosa es! ¡Qué preciosa es!”».


Y Jesús les respondió: ―Pues les repito que si tienen fe y no dudan, podrán hacer cosas como esta y muchas más. Hasta podrán decirle al Monte de los Olivos que se quite y se arroje al mar, y los obedecerá.


Al instante, el velo que ocultaba el Lugar Santísimo del templo se rompió en dos de arriba abajo, la tierra tembló, las rocas se partieron,


Habrá grandes terremotos, hambrunas y epidemias por todas partes. En el cielo ocurrirán cosas espantosas y grandes señales.


Si tengo el don de profecía y sé absolutamente de todo, y no tengo amor, no soy nada. Y si tengo una fe tan grande que puedo hacer que los montes cambien de lugar, de nada me servirá sin amor.


En aquel preciso instante, un terrible terremoto sacudirá la tierra y una décima parte de la ciudad se derrumbará dejando un saldo de siete mil muertos. Los sobrevivientes, llenos de espanto, glorificarán al Dios del cielo.


El cielo estrellado se fue enrollando como un pergamino hasta desaparecer, mientras las montañas y las islas fueron removidas de su lugar.


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