Job 41:3 - Biblica® Open Nueva Biblia Viva 2008

³ ¿Te suplicará que lo dejes en paz, o con zalamerías procurará aplacarte?

Tuilleadh leaganacha

Biblia Reina Valera 1960

³ ¿Multiplicará él ruegos para contigo? ¿Te hablará él lisonjas?

Biblia Nueva Traducción Viviente

³ ¿Te rogará misericordia o suplicará compasión?

Biblia Católica (Latinoamericana)

³ ¿Quién lo ha desafiado y quedó con vida? ¡Nadie, bajo ningún cielo!

La Biblia Textual 3a Edicion

³ ¿Se acercará a ti con muchas súplicas, O te hablará con palabras sumisas?

Biblia Serafín de Ausejo 1975

³ ¿Quién fue a su encuentro impunemente? ¡Nadie bajo la capa del cielo!

Job 41:3 Tagairtí Cros

Job 41:2

¿Puedes atarlo de la nariz con una cuerda, o atravesarle la quijada con un garfio?

Job 41:4

¿Consentirá en que lo esclavices de por vida?

Salmos 24:1

A Dios pertenece la tierra. Suyo es cuanto ser habita en el mundo.

Salmos 55:21

Sus palabras eran suaves como aceite, pero en su corazón había guerra. Sus palabras eran blandas como crema, pero ocultaban puñales.

Éxodo 19:5

Ahora, pues, si oyen mi voz y guardan mi pacto, serán mi principal tesoro entre todas las naciones de la tierra, porque toda la tierra es mía.

Proverbios 15:1

La respuesta amable calma el enojo, pero la respuesta grosera lo hace encenderse más.

Proverbios 18:23

El pobre pide con súplicas y el rico responde con arrogancia.

Proverbios 25:15

Por medio de la paciencia se puede convencer al gobernante; la lengua amable puede quebrantar hasta los huesos.

Isaías 30:10

A mis profetas les dicen: «¡A callar! ¡Basta de mensajes suyos!». O dicen: «No nos digan la verdad, dígannos algo agradable, dígannos mentiras alegres. Olvídense ya de esas cosas tristes que anuncian, ya hemos oído más que suficiente de su Santo de Israel».

Hageo 2:8

El futuro esplendor de este templo será mayor que el del primero, porque tengo abundancia de plata y de oro para hacerlo. En realidad, todas las riquezas del mundo me pertenecen. Y será este el lugar desde donde estableceré mi paz y seguridad. Lo digo yo, el Señor Todopoderoso».