Biblia Todo Logo
Bíobla ar líne

- Fógraí -





Job 32:2 - Biblica® Open Nueva Biblia Viva 2008

2 Entonces Eliú, hijo de Baraquel de Buz, perteneciente a la familia de los Ram, se enojó porque Job se negaba a reconocer que había pecado y a aceptar que Dios tenía justa causa para castigarlo.

Féach an chaibidil Cóip


Tuilleadh leaganacha

Biblia Reina Valera 1960

2 Entonces Eliú hijo de Baraquel buzita, de la familia de Ram, se encendió en ira contra Job; se encendió en ira, por cuanto se justificaba a sí mismo más que a Dios.

Féach an chaibidil Cóip

Biblia Nueva Traducción Viviente

2 Entonces Eliú, hijo de Baraquel el buzita, del clan de Ram, se enojó, porque Job no quería admitir que había pecado y que Dios tenía razón cuando lo castigó.

Féach an chaibidil Cóip

Biblia Católica (Latinoamericana)

2 Entonces Elihú, hijo de Barakel, busita de la familia de Ram, se enojó contra Job, porque creía tener razón frente a Dios;'

Féach an chaibidil Cóip

La Biblia Textual 3a Edicion

2 Entonces Eliú,° hijo de Baraquel, buzita, de la familia de Ram, se encendió en ira contra Job, porque él se justificaba a sí mismo antes que a ’Elohim.

Féach an chaibidil Cóip

Biblia Serafín de Ausejo 1975

2 Entonces se encendió la cólera de Elihú, hijo de Baraquel, el buzita, de la familia de Ram. Su cólera se encendió contra Job, porque pretendía tener razón frente a Dios.

Féach an chaibidil Cóip




Job 32:2
18 Tagairtí Cros  

¿De veras te parece bien oprimir y despreciar la obra de tus manos, y dar alegría y prosperidad a los malvados?


De ningún modo. ¡Es por tu maldad! Tus pecados son innumerables.


«Por el Dios viviente que me ha despojado de mis derechos; por el Dios Todopoderoso que ha amargado mi alma,


Nunca jamás les daré la razón; hasta que muera, afirmaré mi inocencia.


No soy un pecador; lo repito una y otra vez. Mi conciencia estará limpia mientras viva.


Te has vuelto cruel conmigo, y me persigues con gran poder y fuerza.


Pero también estaba enojado contra los tres amigos de Job, porque habiéndose mostrado incapaces de contestar a los argumentos de Job, sin embargo lo condenaban.


»Has dicho ante mis oídos; y varias veces, por cierto:


«¿Crees que está bien que tú declares: “No he pecado, pero no por ello me va mejor delante de Dios?”.


¿Vas a difamar mi justicia y a condenarme para poder decir que eres justo?


Mi celo por tu casa arde como un fuego dentro de mí, tus enemigos me injurian como te injurian a ti.


Jesús, mirándolos con una mezcla de enojo y tristeza por la indiferencia que mostraban, le dijo al hombre: ―Extiende la mano. Y al extenderla, se le sanó.


Pero él, queriendo justificarse, le volvió a preguntar: ―¿Y quién es mi prójimo?


Si se enojan, no cometan el pecado de dejar que el enojo les dure todo el día.


Lean orainn:

Fógraí


Fógraí