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Job 1:10 - Biblica® Open Nueva Biblia Viva 2008

10 Siempre has librado de todo daño su persona, su hogar y sus bienes. Has hecho prosperar cuanto hace. ¡Mira cómo se ha enriquecido! ¡Razón tiene para adorarte!

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Tuilleadh leaganacha

Biblia Reina Valera 1960

10 ¿No le has cercado alrededor a él y a su casa y a todo lo que tiene? Al trabajo de sus manos has dado bendición; por tanto, sus bienes han aumentado sobre la tierra.

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Biblia Nueva Traducción Viviente

10 siempre has puesto un muro de protección alrededor de él, de su casa y de sus propiedades. Has hecho prosperar todo lo que hace. ¡Mira lo rico que es!

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Biblia Católica (Latinoamericana)

10 ¿No lo has rodeado de un cerco de protección a él, a su familia y a todo cuanto tiene? Has bendecido el trabajo de sus manos y sus rebaños hormiguean por el país.

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La Biblia Textual 3a Edicion

10 ¿No has puesto un vallado en torno a él, y en torno a su casa, y en torno a todo cuanto posee? Porque has bendecido la obra de sus manos, y sus posesiones se desbordan por la tierra.

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Biblia Serafín de Ausejo 1975

10 ¿No has levantado una valla en torno a él, a su casa y a sus bienes? Has bendecido sus empresas, y sus rebaños inundan la región.

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Job 1:10
29 Tagairtí Cros  

Poco tiempo después, el Señor le dijo a Abram: ―Abram, no tengas miedo, porque yo te protejo, y te voy a dar una recompensa muy grande.


Ese año las cosechas de Isaac fueron enormes: cosechó cien veces lo sembrado, porque el Señor lo bendijo.


De lo poco que tenías has pasado a tener un rebaño inmenso. El Señor te ha bendecido desde que yo llegué. Pero ya es tiempo de que yo trabaje para mi propia familia.


Como resultado, Jacob se enriqueció mucho, pues llegó a tener muchas ovejas, muchos esclavos, esclavas, camellos y burros.


Inmediatamente, Dios comenzó a bendecir a Potifar, por amor a José. Todos los asuntos de su hacienda comenzaron a prosperar, sus cosechas aumentaron y se multiplicó su ganado.


¡Que el Dios de tus padres, el Todopoderoso, te bendiga con bendiciones celestiales y con bendiciones del profundo mar, con bendiciones de los pechos y bendiciones de la matriz.


«¡Cómo extraño aquellos tiempos en que Dios cuidaba de mí,


cuando mis planes prosperaban y hasta de la roca manaba aceite de olivas para mí!


si mi felicidad consistía en la riqueza,


Así el Señor bendijo a Job al final de su vida, más que al comienzo. Pues ahora tenía catorce mil ovejas, seis mil camellos, mil yuntas de bueyes y mil burras.


¡Cómo los bendice! Allí crían numerosas familias y sus rebaños aumentan.


Porque el ángel del Señor acampa alrededor de todos los que le temen y los libra.


Tú bendices al justo, oh Señor, y con tu escudo de amor lo proteges.


Me darás más honra que antes, y nuevamente te volverás y me consolarás.


¿Por qué has derribado nuestros muros, para que todo el que pase pueda robar nuestros frutos?


Que el Señor nuestro Dios nos muestre su favor. Que el trabajo de nuestras manos tenga éxito; sí, que el trabajo de nuestras manos tenga éxito.


La bendición del Señor trae riquezas, sin que con ellas traiga tristeza.


La aró, le quitó todas las piedras y plantó un viñedo con las más escogidas vides. Edificó una torre para el vigilante y en las rocas cavó un lagar. Estuvo en espera de la vendimia, pero las uvas que se produjeron eran silvestres y agrias, y no dulces como él las esperaba.


Derribaré las cercas y dejaré que mi viña sea pisoteada por las vacas y ovejas que en ella pastan.


Porque yo mismo, que soy el Señor, seré su muro de protección, seré como una muralla de fuego a su alrededor, y además haré sentir siempre mi poderosa presencia dentro de ella”.


El Señor Todopoderoso me ha enviado a decirles a las naciones que los oprimieron: «¡El que hace daño a mi pueblo lo pagará muy caro! ¡Quien daña a Israel es como si lastimara la niña de mis ojos!


Oh, Señor, haz prosperar a los levitas y acepta la obra que ellos hacen para ti. Aplasta a los que son sus enemigos; y no dejes que se levanten nuevamente».


El Dios eterno es tu refugio, y abajo están los brazos eternos. Arroja a tus enemigos delante de ti y grita: “¡Destrúyelos!”.


Te amará y te bendecirá y te hará una nación muy numerosa. Los hará fértiles a ti, a tu tierra y a tus animales. Así tendrás abundancia de cereales, de vino y de aceite. Además, tus rebaños de vacas, de ovejas y de cabras aumentarán sobremanera cuando entres a la tierra que prometió a tus antepasados que les daría.


a quienes Dios protege con su poder por la fe, hasta que llegue la salvación que se dará a conocer en lo últimos tiempos.


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