Jeremías 8:21 - Biblica® Open Nueva Biblia Viva 2008

²¹ Lloro por la herida de mi pueblo; estoy atónito, silencioso, mudo de dolor.

Tuilleadh leaganacha

Biblia Reina Valera 1960

²¹ Quebrantado estoy por el quebrantamiento de la hija de mi pueblo; entenebrecido estoy, espanto me ha arrebatado.

Biblia Nueva Traducción Viviente

²¹ Sufro con el dolor de mi pueblo; lloro y estoy abrumado de profunda pena.

Biblia Católica (Latinoamericana)

²¹ La herida de la hija de mi pueblo ha pasado a ser la mía, me siento abatido y espantado.

La Biblia Textual 3a Edicion

²¹ Por la llaga de la hija de mi pueblo estoy quebrantado, Me visto de luto,° atenazado de espanto.

Biblia Serafín de Ausejo 1975

²¹ Por el hundimiento de la hija de mi pueblo estoy hundido, estoy triste, la consternación me sobrecoge.

Jeremías 8:21 Tagairtí Cros

Nehemías 2:3

pero le respondí: ―¡Deseo larga vida a Su Majestad! Pero, ¿cómo no voy a estar triste, si la ciudad donde están las tumbas de mis antepasados está en ruinas, y sus puertas están quemadas?

Jeremías 14:17

Por tanto, diles esto: Día y noche lloraré amargamente; no puedo dejar de llorar porque mi pueblo ha sido traspasado por la espada de los enemigos y ahora yace en tierra mortalmente herido.

Jeremías 14:2

Judá llora, los negocios están paralizados, todo el mundo se postra en tierra y hay gran aflicción en Jerusalén.

Jeremías 17:16

Señor, no quiero que alguna terrible calamidad caiga sobre tu pueblo. Tuyo y no mío es el plan, tuyo y no mío es el mensaje que les doy. ¡No soy yo quien quiere su condena!

Jeremías 4:19

¡Ay, estoy completamente lleno de dolores! ¡Me retuerzo de dolor; el corazón me late violentamente! ¡No puedo estarme sereno pues he oído y escuchado las trompetas del ejército enemigo y el vocerío de los soldados agresores que se nos vienen encima.

Jeremías 8:20

Pasó la cosecha, se fue el verano y nosotros seguimos esperando nuestra salvación.

Jeremías 9:1

¡Hay tanto dolor que parece que no me alcanzarán todas las lágrimas para llorar por tanta desgracia! ¡Ay, ya las lágrimas no me alcanzan para llorar por tantos muertos de mi pueblo!

Lamentaciones 3:1

Yo soy un hombre que ha visto lo que se sufre cuando el Señor castiga las maldades.

Joel 2:6

El terror se apodera de la gente que los ve llegar; sus rostros palidecen de miedo.

Nahúm 2:10

En poco tiempo la ciudad ha quedado como un matadero vacío. Los corazones laten acelerados de terror; tiemblan las rodillas; la gente se estremece de dolor y todos palidecen de espanto.

Lucas 19:41

Cuando Jesús estaba cerca de Jerusalén y vio la ciudad, lloró por ella.