Jeremías 40:7 - Biblica® Open Nueva Biblia Viva 20087 Y cuando los jefes de los guerrilleros judíos que andaban por el campo oyeron que el rey de Babilonia había nombrado a Guedalías gobernador de los pobres de la tierra que se habían quedado, y no había exiliado a todos a Babilonia, Féach an chaibidilTuilleadh leaganachaBiblia Reina Valera 19607 Cuando todos los jefes del ejército que estaban por el campo, ellos y sus hombres, oyeron que el rey de Babilonia había puesto a Gedalías hijo de Ahicam para gobernar la tierra, y que le había encomendado los hombres y las mujeres y los niños, y los pobres de la tierra que no fueron transportados a Babilonia, Féach an chaibidilBiblia Nueva Traducción Viviente7 Los líderes de los grupos militares judíos que estaban en el campo oyeron que el rey de Babilonia había nombrado a Gedalías, hijo de Ahicam, gobernador sobre las personas pobres que fueron dejadas en Judá, es decir, los hombres, las mujeres y los niños que no habían sido desterrados a Babilonia. Féach an chaibidilBiblia Católica (Latinoamericana)7 Todos los jefes de las guerrillas, que se mantenían con sus hombres en pie de guerra, se enteraron de que el rey de Babilonia había dejado a Godolías, hijo de Ajigam, como gobernador del país y que le había encomendado hombres, mujeres y niños, así como la gente común del país que no había sido desterrada a Babilonia. Féach an chaibidilLa Biblia Textual 3a Edicion7 Los capitanes del ejército que estaban por el campo con sus hombres, oyeron que el rey de Babilonia había hecho gobernador de la tierra a Gedalías ben Ahicam, y que le había encomendado a hombres, mujeres y niños, de los más pobres de la tierra, que no habían sido transportados a Babilonia. Féach an chaibidilBiblia Serafín de Ausejo 19757 Cuando los jefes de las tropas, que estaban con sus hombres en el campo, oyeron que el rey de Babilonia había puesto a Godolías, hijo de Ajicán, al frente del país y que le había confiado los hombres, las mujeres y los niños, y la gente pobre del país que no había sido deportada a Babilonia, Féach an chaibidil |
Aquella noche, el rey y sus hombres de guerra abrieron una brecha en el muro y huyeron hacia el Arabá, a través de una puerta que había entre el doble muro, junto al jardín del rey. Las fuerzas babilónicas que rodeaban la ciudad lo persiguieron y lo capturaron en la llanura de Jericó, y todos sus hombres se dispersaron.