Jeremías 31:9 - Biblica® Open Nueva Biblia Viva 2008

⁹ Lágrimas de gozo les correrán por las mejillas, y con mucha suavidad los conduciré a su hogar. Andarán junto a serenas corrientes de agua sin tropezar. Porque yo soy Padre para Israel, y Efraín es mi hijo mayor.

Tuilleadh leaganacha

Biblia Reina Valera 1960

⁹ Irán con lloro, mas con misericordia los haré volver, y los haré andar junto a arroyos de aguas, por camino derecho en el cual no tropezarán; porque soy a Israel por padre, y Efraín es mi primogénito.

Biblia Nueva Traducción Viviente

⁹ Por sus rostros correrán lágrimas de alegría, y con mucho cuidado los guiaré a casa. Caminarán junto a arroyos quietos y por caminos llanos donde no tropezarán. Pues soy el padre de Israel, y Efraín es mi hijo mayor.

Biblia Católica (Latinoamericana)

⁹ Partieron en medio de lágrimas, pero los hago regresar contentos; los voy a llevar a los arroyos por un camino plano para que nadie se caiga. Pues he llegado a ser un padre para Israel y Efraím es mi primogénito.

La Biblia Textual 3a Edicion

⁹ Si marcharon llorando, Los haré volver entre consuelos, Y los haré andar junto a torrentes de aguas, Por una vía llana y sin tropiezo, Porque Yo soy a Israel por Padre, Y Efraín es mi primogénito.

Biblia Serafín de Ausejo 1975

⁹ Vienen con llanto y los guío con alivio; los llevo a torrentes de agua, por camino recto, donde no tropiecen, porque soy para Israel un padre y Efraín es mi primogénito'.

Jeremías 31:9 Tagairtí Cros

1 Crónicas 29:10

Mientras permanecía todavía en presencia de toda la asamblea, David dirigió así sus alabanzas al Señor: «¡Señor, Dios de nuestro padre Israel, alabamos tu nombre ahora y para siempre!

Salmos 107:7

Los llevó a vivir a un lugar seguro hasta una ciudad donde ellos pudieran vivir.

Salmos 23:2

En verdes pastos me hace descansar, y me guía junto a arroyos tranquilos.

Salmos 89:27

»Yo lo trataré como a primogénito mío y lo haré el más grande rey de toda la tierra.

Éxodo 4:22

Así que tú le dirás: “El Señor dice: ‘Israel es mi hijo primogénito,

Isaías 42:16

Al ciego Israel lo conducirá por sendas que nunca antes vio. Ante ellos hará resplandecer las tinieblas, y allanará y enderezará el camino que les espera, no los abandonará.

Isaías 43:20

Las fieras del campo me darán gracias, así como los chacales y avestruces, por haberles dado agua en el desierto. Sí, manantiales en el desierto para que mi pueblo, mis elegidos, puedan tener refrigerio.

Isaías 45:11

El Señor, el Santo de Israel, el Creador de Israel, dice: ¿Quién eres tú para darme órdenes respecto de la obra de mis manos?

Isaías 57:14

Yo diré: ¡Reconstruyan el camino, aparten rocas y piedras, preparen un glorioso camino para mi pueblo que regresa del cautiverio!

Isaías 63:13

¿Quién los llevó por el fondo del mar? Fueron como airosos caballos que corren por el desierto, y jamás tropezaron.

Isaías 63:16

¡Ciertamente aún eres nuestro Padre! Aunque Abraham y Jacob nos desconocieran, tú serías nuestro Padre, nuestro Liberador desde la antigüedad.

Isaías 64:8

¡Y no obstante, oh Señor, tú eres nuestro Padre! Somos la arcilla y tú el alfarero: todos fuimos modelados por tu mano.

Jeremías 3:19

Y yo di a conocer mi propósito de adoptarles como mi hijo. Tracé planes de darles parte de esta hermosa tierra, la mejor del mundo. Esperaba ilusionado que me llamaran «Padre», y creía que nunca volverían a abandonarme.

Jeremías 3:4

Y sin embargo me dices: «¡Oh Padre, tú siempre has sido amigo mío, de seguro no estarás enojado por una pequeñez así, de seguro la olvidarás!». Eso dices y prosigues haciendo todo el mal que puedes. Se han acumulado sin fin los delitos que has cometido.

Jeremías 31:20

El Señor responde: ¡Efraín es aún hijo mío, el pequeño a quien amo! ¡Tuve que castigarlo por necesidad, pero lo amo todavía! Por él suspiro y de él tendré misericordia.

Jeremías 50:4

Entonces, sollozando, los pueblos de Israel y Judá se reunirán y buscarán al Señor su Dios.

Oseas 12:4

Sí, luchó con el ángel y lo venció. Lloró y le imploró que lo bendijera. Se encontró con Dios en Betel, y allí habló con él.

Oseas 3:5

Pero después ellos retornarán al Señor su Dios, y se acordarán de David, su rey. Sí, al final de los tiempos ellos buscarán con reverencia y humildad al Señor y sus bendiciones.

Zacarías 12:10

Entonces llenaré las vidas de los habitantes de Jerusalén de espíritu de gracia y oración, y ellos pondrán su atención en mí, a quien traspasaron, y se lamentarán de su antiguo error como se llora la muerte de un primogénito, habrá luto como si se les hubiera muerto el hijo mayor.

Malaquías 2:10

¿Acaso no tenemos todos un mismo padre? ¿No fuimos todos creados por el mismo Dios? Sin embargo, hemos actuado deslealmente unos con otros, pues no le damos la mínima atención al convenio que hicieron nuestros antepasados con el Señor.

Mateo 3:3

Siglos atrás, el profeta Isaías había hablado de Juan y lo describió así: «Una voz clama en el desierto: “Prepárenle el camino al Señor; que nada le estorbe a su paso”».

Mateo 5:4

¡Dichosos los que lloran, porque serán consolados!

Mateo 6:9

Ustedes oren así: “Padre nuestro que estás en los cielos, santificado sea tu nombre.

Lucas 6:21

»Dichosos ustedes los que ahora pasan hambre, porque tendrán pan en abundancia. Dichosos ustedes los que ahora lloran, porque después reirán.

Romanos 8:26

De igual manera, el Espíritu nos ayuda en nuestras debilidades. Es cierto que no sabemos qué debemos pedir, pero el Espíritu ora por nosotros con gemidos tales que no se pueden expresar con palabras.

2 Corintios 6:18

y seré un Padre para ustedes, y ustedes serán mis hijos y mis hijas, dice el Señor Todopoderoso».

Deuteronomio 14:1

»Puesto que ustedes son el pueblo de Dios, no se harán heridas en el cuerpo, ni se raparán las cabezas para asistir a funerales.

Deuteronomio 32:6

»¿Así tratas al Señor, oh pueblo insensato y necio? ¿No es Dios tu Padre? ¿No es él tu creador? ¿No es él quien te formó y te dio fortaleza?

Hebreos 12:13

«Hagan caminos rectos para sus pies», para que la pierna coja no se tuerza, sino que sane.

Hebreos 12:23

a la iglesia de los primogénitos inscritos en el cielo. Se han acercado a Dios, el Juez de todos; a los espíritus de los justos que han llegado a la perfección.

Hebreos 5:7

Cuando Cristo estaba en la tierra, con voz fuerte y muchas lágrimas ofreció ruegos y súplicas a Dios, quien podía librarlo de la muerte. Y Dios escuchó sus oraciones en virtud de su ferviente deseo de obedecer a Dios.

Apocalipsis 7:17

El Cordero que está en el trono los alimentará y, como pastor, los conducirá a las fuentes del agua de la vida. Y Dios les enjugará las lágrimas.