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Jeremías 29:32 - Biblica® Open Nueva Biblia Viva 2008

32 yo lo castigaré a él y a su familia. Ninguno de sus descendientes vivirá para poder ver el bien que tengo reservado para mi pueblo, porque él les ha inducido a ustedes a rebelarse contra el Señor.

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Biblia Reina Valera 1960

32 por tanto, así ha dicho Jehová: He aquí que yo castigaré a Semaías de Nehelam y a su descendencia; no tendrá varón que more entre este pueblo, ni verá el bien que haré yo a mi pueblo, dice Jehová; porque contra Jehová ha hablado rebelión.

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Biblia Nueva Traducción Viviente

32 lo castigaré a él y a su familia. Ninguno de sus descendientes verá las buenas cosas que haré para mi pueblo, porque él los ha incitado a rebelarse contra mí. ¡Yo, el Señor, he hablado!’”».

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Biblia Católica (Latinoamericana)

32 Yo castigaré a Semaías de Nejelam y a su familia. Ninguno de los suyos habitará en medio de este pueblo ni verá el bien que voy a hacer a mi pueblo, dice Yavé, porque ha empujado a mi pueblo a la desobediencia contra Yavé.

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La Biblia Textual 3a Edicion

32 Por tanto, así dice YHVH: Yo castigaré a Semaías de Nehelam y a su descendencia: No tendrá varón que more en medio de este pueblo, ni verá el bien que Yo haré a mi pueblo, dice YHVH; porque ha proferido palabras de rebelión contra YHVH.

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Biblia Serafín de Ausejo 1975

32 por eso, así dice Yahveh. Mirad: voy a castigar a Semaías de Nejelán y a su descendencia; no tendrá a nadie que habite en medio de este pueblo, ni verá el bien que voy a hacer a mi pueblo -oráculo de Yahveh-, pues ha predicado rebelión contra Yahveh'.

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Jeremías 29:32
24 Tagairtí Cros  

Pero el anciano le dijo: ―Yo también soy profeta como tú; y un ángel, por orden del Señor, me dijo que debía llevarte a casa conmigo y darte alimento y agua. Pero el anciano mentía.


Por cuanto has hecho esto, la lepra de Naamán se te pasará a ti, a tus hijos, y a los hijos de tus hijos para siempre. Tan pronto dejó a Eliseo, la piel de Guiezi se volvió completamente blanca, debido a la lepra.


El oficial que servía de ayudante al rey le dijo: ―Eso no podría ocurrir ni aunque el Señor hiciera ventanas en los cielos. Pero Eliseo le respondió: ―Tú lo verás, pero no podrás comprar nada.


No te inclinarás delante de ninguna imagen ni la adorarás, porque yo, el Señor tu Dios, soy muy celoso, y no compartiré con otros dioses la honra que me pertenece. Cuando castigo a alguien por sus pecados, el castigo alcanza a sus hijos, a sus nietos y a sus bisnietos.


Para ti no habrá monumento, porque has destruido a tu nación y has asesinado a tu pueblo. Tu hijo no te sucederá en el trono.


Yo mismo me he alzado contra él, dice el Señor Todopoderoso, y troncharé a sus hijos y a los hijos de sus hijos para que jamás se sienten en su trono.


Es como si fuera sólo un raquítico arbusto del desierto, sin esperanza para el futuro, sólo a duras penas sobreviviendo en la planicie salitrosa de un inhóspito desierto; la prosperidad lo abandonó para siempre.


En cuanto a ti, Pasur, todos los de tu casa y parentela serán esclavos en Babilonia y allí morirán; tú y aquellos a quienes engañaste profetizando que todo saldría bien.


El Señor dice: Haz constar que este Jeconías no tendrá descendencia, pues ninguno de sus hijos ocupará el trono de David ni gobernará en Judá. Su vida no tendrá ninguna importancia.


Por lo tanto, el Señor dice que tendrás que morir. Este mismo año acabará tu vida porque te has rebelado contra el Señor.


«Y díganle esto a Semaías, el nejelamita (que significa “soñador”):


Este es otro de los mensajes del Señor a Jeremías:


y yo lo castigaré a él y a su familia, así como a sus oficiales, por causa de sus malvadas acciones. Haré que sufran todo el mal que he anunciado; sobre ellos y sobre todo el pueblo de Judá y Jerusalén, porque no quisieron escuchar mis advertencias.


Y a los otros, los testarudos y todos aquellos que cometen maldades en contra de mis instrucciones, los expulsaré de entre ustedes. Ellos no entrarán en Israel, pero los recogeré de los países donde están exiliados. Y cuando eso suceda sabrán que yo soy el Señor”.


Por eso, el Señor te dice: “Escucha lo que se te viene encima: Tu esposa se convertirá en una prostituta en esta ciudad, tus hijos e hijas serán muertos en una batalla y tu tierra será repartida entre tus enemigos. Tú mismo morirás en una tierra pagana, y el pueblo de Israel será llevado como esclavo a un país extraño, muy lejos de aquí”.


En cambio, sí morirán en batalla todos estos malvados que dicen: “Dios no nos tocará; ninguna desgracia tendremos que sufrir nosotros”.


»El profeta que trate de desviarte debe morir, porque ha tratado de fomentar rebelión contra el Señor tu Dios que te sacó de la esclavitud en Egipto. Con su ejecución habrás quitado el mal de en medio de ti.


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