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Jeremías 25:32 - Biblica® Open Nueva Biblia Viva 2008

32 ¡Miren, dice el Señor de los ejércitos, mi castigo irá de nación en nación; un gran torbellino destructor alcanzará los límites más alejados de la tierra!

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Biblia Reina Valera 1960

32 Así ha dicho Jehová de los ejércitos: He aquí que el mal irá de nación en nación, y grande tempestad se levantará de los fines de la tierra.

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Biblia Nueva Traducción Viviente

32 Esto dice el Señor de los Ejércitos Celestiales: «¡Miren! ¡Nación tras nación sufrirá calamidades! ¡Se está levantando un gran torbellino de furia desde los rincones más distantes de la tierra!».

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Biblia Católica (Latinoamericana)

32 Y añade Yavé: La catástrofe se extiende de nación en nación, y una tempestad inmensa estalla desde los confines de la tierra.

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La Biblia Textual 3a Edicion

32 Así dice YHVH Sebaot: Mira, la calamidad pasa de nación en nación: Un gran huracán se levanta de la parte más remota de la tierra.

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Biblia Serafín de Ausejo 1975

32 Así dice Yahveh Sebaot: 'Mirad que una catástrofe se propaga de nación en nación, y un gran huracán se levanta desde los confines de la tierra'.

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Jeremías 25:32
12 Tagairtí Cros  

Se libraban guerras externas y batallas internas de ciudades contra ciudades, porque Dios estaba castigándolos con toda clase de calamidades.


Y el Señor hará oír su majestuosa voz y descargará su potente brazo sobre sus enemigos con gran indignación, con llamas consumidoras, torbellinos, tremendas tormentas e inmensos granizos.


El Señor está enfurecido contra las naciones, su ira se abalanza contra los ejércitos. Él los destruirá por completo, provocándoles gran mortandad.


Tienen agudas flechas, arcos curvados. Los cascos de sus caballos echan chispas y las ruedas de sus carros giran como el viento.


Yo bien veo lo que hacen, sé lo que piensan, de modo que congregaré a todas las naciones y pueblos contra Jerusalén, en donde contemplarán mi gloria.


Miren, el Señor envía un gran torbellino que arrastrará a esos locos.


¡Súbitamente el devastador torbellino del Señor llega con furia; estallará sobre la cabeza de los malvados!


El Señor dice: ¡Vean los ejércitos que marchan desde el norte, una nación poderosa se lanza contra ustedes!


Son un pueblo cruel y despiadado, jinetes expertos y disciplinados, armado hasta los dientes, en pie de guerra. Es tan grande que su avance produce un escándalo como rugido de mar.


Por eso, espérenme, lo digo yo, el Señor, pues se acerca el día en que me pondré de pie y acusaré a la ciudad de Jerusalén. Porque he decidido reunir los reinos de la tierra para derramar sobre Israel todo el peso de mi cólera.


Continuó diciéndoles: ―Pelearán una nación contra otra y un reino contra otro reino.


»Habrá señales en el sol, la luna y las estrellas. En la tierra, las naciones estarán angustiadas y confundidas por el bramido del mar y de las olas.


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