Jeremías 24:2 - Biblica® Open Nueva Biblia Viva 20082 Vi dos canastas de higos colocadas frente al templo de Jerusalén. En una canasta había higos frescos, recién madurados, pero los de la otra cesta estaban echados a perder y mohosos, pudriéndose ya. Féach an chaibidilTuilleadh leaganachaBiblia Reina Valera 19602 Una cesta tenía higos muy buenos, como brevas; y la otra cesta tenía higos muy malos, que de malos no se podían comer. Féach an chaibidilBiblia Nueva Traducción Viviente2 Una canasta estaba llena de higos frescos y maduros, mientras que la otra tenía higos malos, tan podridos que no podían comerse. Féach an chaibidilBiblia Católica (Latinoamericana)2 Un canasto tenía higos muy buenos, como son los primeros que maduran; el otro tenía higos podridos, tan malos que no se podían comer. Féach an chaibidilLa Biblia Textual 3a Edicion2 Una cesta tenía higos muy buenos, como brevas, y la otra cesta tenía higos tan malos, que de malos no se podían comer. Féach an chaibidilBiblia Serafín de Ausejo 19752 Una cesta tenía higos muy buenos, como brevas, la otra cesta, higos muy malos, que de tan malos no se podían comer. Féach an chaibidil |
Les he presentado la historia del pueblo de Dios. Mi pueblo es la viña de la que les he hablado. Israel y Judá son su agradable parcela. Dios esperaba que le produjeran cosecha de justicia, pero halló que sólo cometieron hechos sangrientos. Esperaba que actuaran con rectitud, pero a sus oídos llegaron sólo gritos de opresión.
El Señor dice: «¡Israel, qué bien recuerdo aquellos primeros días encantadores, cuando te conduje a través del desierto! ¡Recuerdo con alegría cuando te vi nacer y tus primeros pasos! ¡Cuánto me satisfacía, como los primeros higos del verano en su primer año! Pero al llegar a Baal Peor me abandonaste y te fuiste tras los dioses falsos. ¡Y te volviste tan repugnante como esos ídolos que adorabas!