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Jeremías 23:6 - Biblica® Open Nueva Biblia Viva 2008

6 Se le conocerá como Señor Justicia Nuestra. En aquel tiempo Judá e Israel habitarán en paz y con seguridad.

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Biblia Reina Valera 1960

6 En sus días será salvo Judá, e Israel habitará confiado; y este será su nombre con el cual le llamarán: Jehová, justicia nuestra.

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Biblia Nueva Traducción Viviente

6 Y su nombre será: “El Señor es nuestra justicia”. En ese día Judá estará a salvo, e Israel vivirá seguro.

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Biblia Católica (Latinoamericana)

6 El gobernará este país según la justicia y el derecho. En aquel tiempo Judá gozará de paz, e Israel permanecerá seguro. Y éste es el nombre que le darán: Yavé-nuestra-justicia.

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La Biblia Textual 3a Edicion

6 En sus días será salvo Judá, E Israel habitará confiado, Y se apellidará con este nombre: YHVH Sidkenu.°

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Biblia Serafín de Ausejo 1975

6 En sus días se salvará Judá, e Israel morará seguro. Éste es el nombre con que lo llamarán: 'Yahveh, nuestra justicia'.

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Jeremías 23:6
50 Tagairtí Cros  

Durante la vida de Salomón, todo Israel vivió en paz y seguridad; cada familia tenía su casa y su huerto.


Tus agudas saetas traspasan el corazón de tus enemigos. Las naciones ante ti se desploman, yacen bajo tus pies.


El único lugar de Egipto en que no hubo granizo aquel día fue en Gosén, donde vivía el pueblo de Israel.


El Señor zanjará las disputas internacionales, todas las naciones transformarán las armas de guerra en herramientas de paz, por fin cesarán las guerras y terminará el adiestramiento militar.


¡Miren, un rey justo viene acompañado de príncipes honrados!


Mi pueblo vivirá en seguridad y tranquilidad en su tierra.


Porque el Señor es nuestro juez, nuestro legislador y nuestro rey. Él nos cuidará y nos librará.


Excelso es el Señor, quien tiene su morada en el cielo. Él convertirá a Jerusalén en hogar de justicia, bondad y rectitud.


No habrá en él leones en acecho, ni algún otro peligro, solamente los salvados pasarán por allí.


Yo, el Señor, te he llamado para demostrar mi justicia, yo te cuidaré y te sostendré, porque te he dado a mi pueblo como confirmación personal de mi pacto con ellos. Serás también luz que guíe las naciones hacia mí.


pero Israel será salvado por el Señor con eterna salvación; jamás sufrirán desengaño de su Dios por toda la eternidad.


Pero aquel día ninguna arma que se vuelva contra ti triunfará, y se te hará justicia contra toda calumnia que se esgrima en los tribunales. Esta es la herencia de los siervos del Señor, esta es la bendición que te he dado, dice el Señor.


Bueno, el Señor mismo elegirá la señal: ¡Una joven dará a luz un niño! y ella le pondrá por nombre Emanuel (que significa “Dios está con nosotros”).


Porque nos ha nacido un niño, se nos ha dado un hijo y él tendrá el gobierno sobre su hombro. Estos serán sus títulos de realeza: «Admirable», «Consejero», «Dios poderoso», «Padre eterno», «Príncipe de paz».


Pues conozco los planes que para ustedes tengo, dice el Señor. Son planes de bien y no de mal, para darles un futuro y una esperanza.


¡No temas, pues, oh Jacob, siervo mío; no te desalientes, oh Israel, porque yo te conduciré a tu hogar desde tierras lejanas, y a tus hijos desde su destierro! Todos tendrán reposo y tranquilidad en su propia patria, y nadie los atemorizará


El Señor de los ejércitos, el Dios de Israel, dice: Cuando yo los traiga de regreso dirán en Judá y sus ciudades este refrán: «¡El Señor te bendiga, oh lugar donde se practica la justicia, lugar santo!».


Pero aun así, yo traeré de nuevo a mi pueblo de regreso desde todos los países en donde mi furia los habrá esparcido. Los traeré a esa misma ciudad y haré que vivan en paz y seguridad.


Y en aquel tiempo haré subir al trono al verdadero Hijo de David, y él gobernará con justicia.


Y en aquel día los de Judá y Jerusalén vivirán en seguridad y su lema será: «El Señor es nuestra justicia».


Yo trastornaré y arruinaré este reino, para que aun el nuevo orden que surja no tenga éxito, hasta que venga el Hombre que tiene derecho a él. Y se lo daré a él.


Y habitarán seguros en Israel, y construirán sus hogares y plantarán sus viñas, y disfrutarán de todo en seguridad. Cuando yo castigue a las naciones en torno a ella que la trataron con tal desdén, entonces ellas sabrán que yo soy el Señor su Dios».


»Por esto el Señor Dios dice a Gog: “Cuando mi pueblo esté viviendo en paz en su tierra, tú te darás cuenta de ello.


»La circunferencia total de la ciudad es de nueve kilómetros y cuatrocientos cincuenta metros. ¡Y el nombre de la ciudad será Dios Sama (Dios está allí)!».


»”Setenta semanas han de pasar para que tu pueblo y Jerusalén pongan fin a su terquedad y maldad, para que pidan perdón por su maldad, establezcan para siempre la justicia, para que se cumplan la visión y la profecía, y consagren el lugar más especial del templo.


»”¡Oh Señor, tú eres justo, mientras que nosotros siempre estamos avergonzados porque sabemos que hemos actuado mal, tal como nos ves ahora! Sí, todos nosotros, los habitantes de Judá, el pueblo de Jerusalén y todo Israel, esparcidos por todas partes donde tú nos has echado a causa de nuestra deslealtad hacia ti.


Luego, los pueblos de Judá e Israel se unirán y tendrán un solo jefe; retornarán del exilio juntos. ¡Qué grandioso será ese día de Jezrel!


Pero tendré compasión de la tribu de Judá. Personalmente la libraré de sus enemigos, sin ayuda alguna de sus ejércitos ni de sus armas».


En aquel tiempo yo haré un trato entre ti y los animales salvajes, las aves y las víboras, para que no sientan temor los unos de los otros. Y también destruiré todas las armas y todas las guerras terminarán. Entonces todos podrán vivir tranquilos.


»Pero Jerusalén se convertirá en refugio de los sobrevivientes de Israel. ¡Israel volverá a ocupar su tierra, aunque sólo será un grupo pequeño de sobrevivientes!


Porque vendrán libertadores a Jerusalén y gobernarán sobre todo Edom. ¡Y el Señor será el Rey!


Ya no practicarán la maldad ni dirán mentiras ni engañarán a nadie. Vivirán en paz y ya no habrá quien los asuste».


«Yo fortaleceré a Judá, y protegeré a la casa de Israel. Haré que de nuevo sean prósperos y felices, porque los amo. Será como si nunca los hubiera desechado, porque yo, el Señor su Dios, habré escuchado sus oraciones llenas de angustia.


»Y después de aquello, declara el Señor Todopoderoso, todos ustedes vivirán en paz y prosperidad, y cada uno poseerá su propia casa, con jardines y viñedos, y de nuevo podrá invitar a sus vecinos».


Dios hace justos a quienes creen en Jesucristo, sin favoritismo alguno.


Por Dios es por quien ustedes están unidos a Cristo Jesús, a quien Dios ha hecho nuestra sabiduría, nuestra justificación, nuestra santificación y nuestra redención.


Dios tomó a Cristo, que no tenía pecado, y puso sobre él nuestros pecados, para declararnos justos por medio de Cristo.


y encontrarme unido a él. No quiero la justicia propia que viene de obedecer la ley, sino la que se obtiene por la fe en Cristo. Esa es la justicia que viene de Dios y está basada en la fe.


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