Biblia Todo Logo
Bíobla ar líne
- Fógraí -





Jeremías 14:9 - Biblica® Open Nueva Biblia Viva 2008

9 ¿No tienes poder para salvarnos? ¡Oh Señor, tú estás aquí en nuestro medio, y nosotros nos identificamos con tu nombre, como pueblo tuyo se nos conoce! ¡Oh Señor, no nos abandones ahora!

Féach an chaibidil Cóip


Tuilleadh leaganacha

Biblia Reina Valera 1960

9 ¿Por qué eres como hombre atónito, y como valiente que no puede librar? Sin embargo, tú estás entre nosotros, oh Jehová, y sobre nosotros es invocado tu nombre; no nos desampares.

Féach an chaibidil Cóip

Biblia Nueva Traducción Viviente

9 ¿Estás confundido también? ¿Es nuestro guerrero valiente incapaz de salvarnos? Señor, tú estás aquí entre nosotros y somos conocidos como pueblo tuyo. ¡Por favor, no nos abandones ahora!».

Féach an chaibidil Cóip

Biblia Católica (Latinoamericana)

9 ¿Por qué has de ser como un hombre aturdido, como un guerrero que no salva a los suyos? Pues tú estás entre nosotros, Yavé, y sobre nosotros fue invocado tu Nombre: no nos desampares.

Féach an chaibidil Cóip

La Biblia Textual 3a Edicion

9 ¿Por qué te muestras como un hombre aturdido, Como héroe incapaz de vencer? Pero Tú, oh YHVH, estás en medio de nosotros, Y sobre nosotros es invocado tu Nombre; ¡No nos desampares!

Féach an chaibidil Cóip

Biblia Serafín de Ausejo 1975

9 ¿Por qué eres como hombre azorado, como guerrero incapaz de salvarse? Tú, Yahveh, estás en medio de nosotros y sobre nosotros se invoca su nombre, ¡No nos abandones!

Féach an chaibidil Cóip




Jeremías 14:9
31 Tagairtí Cros  

si mi pueblo se humilla, y ora, y busca mi rostro, y se arrepiente de sus caminos malvados, los oiré desde el cielo y perdonaré sus pecados y restauraré el país.


Señor, ¿por qué te retraes y te mantienes alejado? ¿Por qué te ocultas cuando más te necesito?


¡Oh, no te ocultes cuando procuro hallarte! Airado, no rechaces a tu siervo. Tú has sido mi auxilio; no me dejes ahora, no me abandones, Dios de mi salvación:


Dios mismo habita en aquella ciudad, la cual por tanto se mantiene firme. Dios lo protegerá al rayar el alba.


Cante jubiloso su canto de reconocimiento todo el pueblo de Jerusalén. Porque grande y poderoso es el Santo de Israel, que mora entre ustedes.


Vendrán todos los que me invocan como su Dios, pues para gloria mía los hice, yo los creé.


¡Despierta, oh Señor! ¡Levántate y vístete con tu manto de fortaleza! ¡Álzate como antaño, cuando destruiste a los egipcios!


¡Escuchen ahora! No es que el Señor se haya debilitado tanto que no pueda salvarlos, ni se ha vuelto sordo que no pueda escucharlos cuando claman.


Oh Dios, ¿por qué nos tratas como si no fuéramos tu pueblo, como si fuéramos una nación pagana que jamás te hubiera llamado «Señor»?


Son tus palabras las que me dan ánimo y consuelo; ellas son como alimento para mi vida desesperada, traen alegría a mi corazón triste y me deleitan. ¡Qué orgulloso estoy de contribuir para que tu nombre se vuelva más famoso, oh Señor de los ejércitos!


porque el Señor de los ejércitos no ha abandonado a Israel ni a Judá, todavía es el Dios de ellos a pesar de la gran cantidad de faltas que han cometido contra Dios, el Santo de Israel.


Escuchen el llanto de mi pueblo por toda la tierra: «¿En dónde está el Señor?», preguntan, «¿nos ha abandonado Dios?». ¡Ay! ¿Por qué me han provocado con sus ídolos labrados y sus perversos ritos extraños?, responde el Señor.


¿Por qué nos olvidas para siempre? ¿Por qué te ausentas por tanto tiempo?


»La circunferencia total de la ciudad es de nueve kilómetros y cuatrocientos cincuenta metros. ¡Y el nombre de la ciudad será Dios Sama (Dios está allí)!».


Señor, ¿por cuánto tiempo debo clamar pidiéndote ayuda sin que me oigas? ¿Hasta cuándo te pediré que nos salves de esta cruel violencia?


Porque yo mismo, que soy el Señor, seré su muro de protección, seré como una muralla de fuego a su alrededor, y además haré sentir siempre mi poderosa presencia dentro de ella”.


Ahora voy a regresar a mi tierra y habitaré en Jerusalén, y Jerusalén será conocida como “Ciudad Fiel”, y Sion será llamado “Monte Santo”».


Entonces el Señor dijo a Moisés: ―¿Cuándo he sido débil? ¡Ahora verás que mi palabra se cumple!


para que encuentren también al Señor los gentiles que llevan mi nombre.


Y ¿qué unión puede existir entre el templo de Dios y los ídolos? Porque nosotros somos el templo del Dios viviente. Como el Señor dijo: «Viviré con ellos y caminaré entre ellos, y seré su Dios y ellos serán mi pueblo».


El campamento debe mantenerse limpio y santo porque el Señor lo recorre para protegerte y para hacer que tus enemigos caigan delante de ti. No debe haber en él ninguna cosa indecente para que no se aparte el Señor de ti.


Todas las naciones del mundo verán que perteneces al Señor, y tendrán temor.


No amen el dinero. Estén contentos con lo que tienen, porque Dios ha dicho: «Nunca te dejaré; jamás te abandonaré».


Oí entonces que una potente voz gritaba desde el trono: «La casa de Dios está ahora entre los seres humanos, y él vivirá con ellos. Ellos serán su pueblo y Dios mismo estará con ellos, y será su Dios.


El Señor no abandonará a su pueblo escogido, porque ello deshonraría su gran nombre. Él los ha hecho una nación especial simplemente porque él lo ha querido.


Lean orainn:

Fógraí


Fógraí