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Isaías 49:3 - Biblica® Open Nueva Biblia Viva 2008

3 Él me dijo: «Tú eres mi siervo, pueblo de Israel, y estoy muy orgulloso de ti».

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Biblia Reina Valera 1960

3 y me dijo: Mi siervo eres, oh Israel, porque en ti me gloriaré.

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Biblia Nueva Traducción Viviente

3 Él me dijo: «Israel, tú eres mi siervo y me traerás gloria».

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Biblia Católica (Latinoamericana)

3 El me dijo: 'Tú eres mi servidor, Israel, y por ti me daré a conocer.

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La Biblia Textual 3a Edicion

3 Y me dijo: Israel, tú eres mi siervo, En ti me glorificaré.

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Biblia Serafín de Ausejo 1975

3 y me dijo: 'Tú eres mi siervo, Israel, en quien manifestaré mi gloria'.

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Isaías 49:3
20 Tagairtí Cros  

¡Pero tú, oh Israel, eres mío, mi pueblo elegido, porque eres la descendencia de Abraham, y él fue amigo mío!


Vean a mi Siervo, a quien yo sostengo, mi elegido, en quien me deleito. En él he puesto mi Espíritu, él mostrará lo que es justicia a las naciones del mundo.


Yo hice a Israel para mí, y algún día este pueblo mío me honrará ante el mundo.


¡Canta, oh cielo, porque el Señor ha hecho esta obra admirable! ¡Clama, oh tierra, prorrumpan en canción montañas y selvas y todo árbol porque el Señor redimió a Jacob y su gloria es Israel!


¿Quién entre ustedes teme al Señor y obedece a su siervo? Si alguno de ustedes anduviere en tinieblas, sin un solo rayo de luz, confíe en el Señor, pónganse en las manos de su Dios.


Miren, mi Siervo será prosperado, será grandemente exaltado.


Sin embargo, fue Dios mismo el que decidió humillarlo y hacerlo sufrir hasta la agonía. Pero el siervo ofreció su vida en sacrificio por nuestros pecados. Por eso, tendrá una larga vida y llegará a ver sus descendientes. Todos los planes de Dios se harán realidad por medio de sus manos.


Moisés le dijo a Aarón: «Esto es lo que el Señor quiso decir cuando declaró: “Me santificaré entre los que se acercan a mí y seré glorificado delante de todo el pueblo”». Aarón, permaneció en silencio.


»Óyeme, Josué, sumo sacerdote, y que me oigan también tus compañeros, los que están a tu lado, pues todos ustedes son una señal de las buenas cosas que vendrán: ¡Yo traeré a mi siervo, yo traeré a mi Renuevo!


Pero mientras hablaba, una nube resplandeciente los cubrió y una voz dijo desde la nube: «Este es mi Hijo amado; en él me complazco. Obedézcanlo».


¡Padre, glorifica tu nombre!». Entonces se oyó una voz del cielo que decía: «Ya lo glorifiqué y lo volveré a glorificar».


Mi Padre es glorificado cuando ustedes dan mucho fruto y de esa manera muestran que son mis discípulos.


Al terminar de decir estas cosas, Jesús miró al cielo y dijo: «Padre, la hora ha llegado. Glorifica a tu Hijo, para que también tu Hijo te glorifique a ti.


Yo te he glorificado en la tierra, y he cumplido con la obra que me diste para hacer.


Esto fue para que le demos la gloria a Dios por la extraordinaria gracia que nos mostró por medio de su amado Hijo.


Así será cuando venga en aquel día a recibir honra y admiración de su pueblo, de sus santos. Ustedes estarán entonces con él, porque creyeron el mensaje que les llevamos.


Pero ustedes son una familia escogida, son sacerdotes reales y son una nación santa. Son un pueblo que Dios compró para que anuncien sus obras extraordinarias; él fue quien los llamó de las tinieblas a su luz maravillosa.


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