Isaías 44:8 - Biblica® Open Nueva Biblia Viva 2008

⁸ No tengan ningún temor. ¿Acaso no he proclamado yo desde épocas antiguas que los salvaría? Ustedes son mis testigos. ¿Hay acaso algún otro Dios? ¡No! ¡Ninguno que yo sepa! ¡No hay ninguna otra Roca!

Tuilleadh leaganacha

Biblia Reina Valera 1960

⁸ No temáis, ni os amedrentéis; ¿no te lo hice oír desde la antigüedad, y te lo dije? Luego vosotros sois mis testigos. No hay Dios sino yo. No hay Fuerte; no conozco ninguno.

Biblia Nueva Traducción Viviente

⁸ No tiemblen; no tengan miedo. ¿Acaso no proclamé mis propósitos para ustedes hace mucho tiempo? Ustedes son mis testigos: ¿hay algún otro Dios? ¡No! No hay otra Roca, ni una sola».

Biblia Católica (Latinoamericana)

⁸ No se asusten ni tengan miedo: ¿no es cierto que se lo había anunciado desde hace tiempo? Ustedes ahora son mis testigos: ¿hay acaso otro Dios fuera de mí? ¡No! no existe otra Roca que yo sepa.

La Biblia Textual 3a Edicion

⁸ No temáis ni os amedrentéis: ¿No te lo he anunciado y predicho? Entonces vosotros sois mis testigos: ¿Hay Dios o Roca fuera de mí? No lo conozco.

Biblia Serafín de Ausejo 1975

⁸ No os asustéis ni os turbéis ¿No te lo declaré y anuncié desde hace tiempo? Vosotros sois mis testigos. ¿Hay algún dios fuera de mí? No hay otra roca; yo no la conozco'.

Isaías 44:8 Tagairtí Cros

Génesis 46:3

―Yo soy Dios —dijo la voz—, el Dios de tu padre. No tengas miedo de ir a Egipto, porque allí te haré una nación grande.

Génesis 48:19

Pero su padre se rehusó a hacerlo. ―Yo sé lo que estoy haciendo, hijo mío —le dijo—. Manasés también será una nación grande, pero su hermano menor será más importante, y de él saldrán muchos pueblos.

2 Samuel 22:32

¿Qué Dios hay fuera de nuestro Señor? ¡Él es el único que puede protegernos, pues es una sólida roca!

Esdras 1:2

«Yo, Ciro, rey de Persia, declaro que el Señor, Dios del cielo, me dio este imperio y ha puesto sobre mí la responsabilidad de edificarle un templo en Jerusalén, en la tierra de Judá.

Esdras 8:22

Me daba vergüenza pedirle al rey que nos proporcionara soldados y caballería que nos protegieran de los enemigos que pudiera haber en el camino, pues le habíamos dicho que nuestro Dios protege a todos los que lo adoran, y que su ira se abate sólo sobre los que lo abandonan.

Salmos 18:31

Porque, ¿quién es Dios sino nuestro Señor? ¿Quién es la roca sino nuestro Dios?

Salmos 18:32

Él me llena de fortaleza y me protege por dondequiera que voy.

Salmos 86:10

Porque tú eres grande y haces grandes maravillas. Sólo tú eres Dios.

Isaías 17:10

¿Por qué? Porque se han apartado del Dios que puede salvarlos, la Roca que puede esconderlos. Por lo tanto, aunque hagan raros y valiosos cultivos,

Isaías 26:4

Confíen siempre en el Señor Dios, porque en el Señor hay fortaleza eterna.

Isaías 30:29

Pero el pueblo de Dios entonará un cántico de solemne gozo, como los que se entonan de noche en las fiestas sagradas. A su pueblo se le alegrará el corazón como cuando un flautista guía al grupo de peregrinos que se dirigen a Jerusalén, al monte del Señor, la Roca de Israel.

Isaías 41:23

¡Sí, a la prueba! ¡Si son dioses, dígannos lo que va a ocurrir en el porvenir, o realicen algún milagro que nos deje atónitos, estupefactos!

Isaías 42:9

Todo lo que yo profeticé se cumplió, y ahora volveré a profetizar; te diré el futuro antes que acontezca.

Isaías 43:10

Pero yo tengo testigos, oh Israel, dice el Señor. Ustedes son mis testigos, elegidos para conocerme y creerme, y para entender que sólo yo soy Dios. No hay otro Dios, jamás lo hubo ni lo habrá.

Isaías 43:11

Yo soy el Señor y no hay otro salvador.

Isaías 43:12

Siempre que han desechado sus ídolos yo les he mostrado mi poder. Con una palabra los he salvado. Me han visto hacerlo; ustedes son mis testigos de que es verdad.

Isaías 43:9

Reúnan a las naciones. ¿Cuál de todos sus ídolos predijo jamás tales cosas? ¿Cuál puede predecir siquiera uno de los días que vendrán? ¿En dónde están los testimonios de cualquier cosa que hayan dicho ellos? Si no hay testigos, tienen que confesar que sólo Dios puede profetizar.

Isaías 44:2

Oh siervo mío, el Señor, quien te hizo, quien te ayudará, dice: ¡No temas, oh Jerusalén, mis elegidos, no teman!

Isaías 44:6

El Señor, el Rey de Israel dice, sí, el Redentor de Israel, el Señor Todopoderoso es quien lo dice: Yo soy el primero y el último, no hay otro Dios.

Isaías 45:19

Nunca hablo en secreto, ni murmuro palabras en algún rincón oscuro. ¡No le dije a Israel que me pidiera lo que no pensaba darle! ¡No, porque yo, el Señor, hablo solamente verdad y justicia!

Isaías 46:9

no echen en olvido las muchas veces que con claridad les dije lo que acontecería en el futuro! Porque yo soy Dios, yo y nadie más, y no hay otro que me iguale,

Isaías 48:3

Una y otra vez les dije lo que iba a ocurrir en el futuro.

Isaías 48:5

Por eso les dije por anticipado lo que iba a hacer, para que no atribuyeran los hechos a sus ídolos, para que jamás pudieran decir: «Lo hizo el ídolo mío, mi imagen esculpida ordenó que sucediera».

Jeremías 10:7

¿Quién no habrá de temerte, oh Rey de las naciones? ¡Y sólo a ti corresponde ese título! Entre todos los sabios de la tierra y entre todos los reinos del mundo no hay nadie como tú.

Daniel 2:28

pero hay un Dios en el cielo capaz de revelar los secretos, y él le ha mostrado a usted, rey Nabucodonosor, lo que va a pasar en el futuro. Este fue su sueño y las visiones que tuvo mientras estaba en su cama:

Daniel 2:47

El rey le dijo a Daniel: «Tu Dios es el Dios de los dioses, el Rey de los reyes, el Revelador de misterios, porque él te ha descubierto este secreto».

Daniel 4:25

que lo separen de la gente y viva en los campos como un animal, comiendo la hierba como una vaca, su espalda mojada por el rocío del cielo. Durante siete años esta será su vida, hasta que aprenda que el Dios Altísimo domina los reinos de la tierra y se los da a quien él quiere.

Daniel 6:22

Mi Dios ha enviado su ángel para cerrar las fauces de los leones para que no pudieran tocarme; pues soy inocente ante Dios, y no he hecho mal a nadie.

Joel 2:27

Y ustedes se convencerán que yo estoy en medio de Israel, mi pueblo, y que sólo yo soy el Señor su Dios, y que no hay otro dios. Y mi pueblo nunca más recibirá un golpe como este.

Juan 1:1

Antes que nada existiera, ya existía la Palabra, y la Palabra estaba con Dios porque aquel que es la Palabra era Dios.

Juan 10:30

El Padre y yo somos uno.

Juan 6:10

Jesús les ordenó: ―Díganle a la gente que se siente. Allí había mucha hierba, así que todos se sentaron. Sólo los hombres eran como cinco mil.

Hechos 1:8

Sin embargo, cuando el Espíritu Santo descienda sobre ustedes recibirán poder para ser mis testigos no sólo en Jerusalén, sino también en toda Judea, en Samaria y hasta lo último de la tierra.

Hechos 14:15

―¡Señores! ¿Qué están haciendo? ¡Nosotros somos seres humanos como cualquiera de ustedes! Hemos venido a traerles las buenas noticias de que deben dejar ya estas cosas que no sirven para nada, y que se vuelvan al Dios viviente que hizo los cielos, la tierra, el mar y cuanto en ellos existe.

Deuteronomio 32:31

Pero la roca de otras naciones no es como nuestra Roca. Aun sus enemigos lo reconocen.

Deuteronomio 32:39

»”¿No ven que sólo yo soy Dios? Yo hago morir y hago vivir. Yo hago la herida y yo la sano: nadie se escapa de mi poder.

Deuteronomio 32:4

Dios es la Roca. Perfecta es su obra. Todo lo que hace es justo y bueno. Dios es fiel, no practica la injusticia.

Deuteronomio 4:35

Él hizo estas cosas para que ustedes comprendan que el Señor es Dios; y que no hay ninguno como él.

Deuteronomio 4:39

Piensen en esto hoy y reflexionen: El Señor es Dios en el cielo y en la tierra, y no hay otro Dios sino solo el Señor.

Hebreos 12:1

Por eso, también nosotros, que estamos rodeados de tantos testigos, dejemos a un lado lo que nos estorba, en especial el pecado que nos molesta, y corramos con paciencia la carrera que tenemos por delante.

1 Juan 1:2

Esa vida, que estaba con el Padre, se ha dado a conocer; y nosotros, que la experimentamos, hemos testificado de ella.

1 Samuel 2:2

»No hay otro Dios, ni nadie tan santo como el Señor, ni otra roca como nuestro Dios.