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Isaías 26:5 - Biblica® Open Nueva Biblia Viva 2008

5 El Señor humilla a los orgullosos y convierte en polvo a la ciudad altiva; las murallas de esta se derrumban

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Biblia Reina Valera 1960

5 Porque derribó a los que moraban en lugar sublime; humilló a la ciudad exaltada, la humilló hasta la tierra, la derribó hasta el polvo.

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Biblia Nueva Traducción Viviente

5 Él humilla a los orgullosos y derriba a la ciudad arrogante; él la echa al polvo.

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Biblia Católica (Latinoamericana)

5 El doblegó a los que vivían en las alturas, en la ciudadela de la cual nadie podía apoderarse; la derribó, la demolió y la redujo a escombros.

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La Biblia Textual 3a Edicion

5 Derribó a los que moraban en las alturas, Humilló a la ciudad exaltada, La abatió hasta la tierra y la derribó hasta el polvo;

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Biblia Serafín de Ausejo 1975

5 que abatió a los moradores de la altura, a la ciudad inaccesible; la humillará, la abajará hasta la tierra, la nivelará hasta el polvo.

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Isaías 26:5
18 Tagairtí Cros  

¡No nos condenes por nuestros antiguos pecados! Que tus tiernas misericordias satisfagan las necesidades nuestras, pues hemos sido abatidos hasta el polvo.


Y yo castigaré al mundo por su maldad, a los inicuos por su pecado. Yo aplastaré la arrogancia de los orgullosos y la altivez de los ricos.


Porque te extasiabas pensando: «Subiré al cielo y gobernaré a los ángeles.


En aquel día el Señor Todopoderoso marchará contra los orgullosos y altivos y los humillará hasta que estén postrados en el polvo.


La ciudad es un caos. Casas y tiendas están fuertemente atrancadas, como defensa contra el saqueo.


Tú conviertes en ruinas las grandes ciudades. Las más firmes fortalezas son transformadas en escombros. Hermosos palacios en lejanas tierras desaparecen y jamás son reconstruidos.


Pero los asirios serán destruidos y arrasadas sus ciudades.


¡Oh Babilonia invicta, ven a sentarte en el polvo, porque tus días de gloria, pompa y honor llegaron a su fin! ¡Oh hija de Caldea, jamás volverás a ser aquella encantadora, tierna y delicada princesa!


y Babilonia se convertirá en un montón de ruinas, refugio de chacales, espantoso e increíble espectáculo, motivo de burla y vergüenza, sin persona viva.


diciendo: “Así se hundirá Babilonia para no surgir más, por la destrucción que yo traigo sobre ella, de la cual nunca podrá recuperarse”. (Aquí terminan los mensajes de Jeremías). (Acontecimientos que se mencionan en el capítulo 39).


El Señor destruyó sin piedad todas las casas de Israel. En su ira derribó las fortalezas de la capital de Judá. Echó por tierra tanto el reino como a sus príncipes.


Los jinetes ocuparán cada calle de la ciudad; darán muerte a tu gente con sus filosas espadas y tus famosos y enormes pilares serán demolidos con facilidad.


»Se te subieron los humos a causa de toda tu hermosura; tu sabiduría te volvió engreído y perdiste tu esplendor. Por ello te he echado por los suelos y expuesto tu miserable situación ante la mirada curiosa de los reyes.


y con voz potente gritó: «¡Ya cayó, ya cayó la gran Babilonia! Babilonia se ha convertido en guarida de demonios, en antro de espíritus inmundos y en nido de toda ave impura y odiosa,


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