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Isaías 23:12 - Biblica® Open Nueva Biblia Viva 2008

12 Él dice: Nunca más te regocijarás ni tendrás vigor. ¡Oh deshonrada virgen hija de Sidón, aunque huyas a Chipre no hallarás reposo!

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Biblia Reina Valera 1960

12 Y dijo: No te alegrarás más, oh oprimida virgen hija de Sidón. Levántate para pasar a Quitim, y aun allí no tendrás reposo.

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Biblia Nueva Traducción Viviente

12 Él dice: «Nunca más volverás a alegrarte, oh hija de Sidón, porque has sido aplastada. Aunque huyas a Chipre, no encontrarás descanso».

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Biblia Católica (Latinoamericana)

12 El dijo: '¡Ya no triunfarás más, Hija de Sidón, muchacha que has sido violada! Levántate y márchate a Quitim, que allí tampoco tendrás tranquilidad.

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La Biblia Textual 3a Edicion

12 Y ha dicho: No volverás a alborozarte más, oh doncella ultrajada, hija de Sidón. Levántate para pasar a Quitim, pero ni aun allí tendrás reposo.

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Biblia Serafín de Ausejo 1975

12 Dijo: no volverás ya a alegrarte, virgen deshonrada, hija de Sidón. Levántate, pasa a Quitín, que ni aun allí tendrás reposo.

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Isaías 23:12
21 Tagairtí Cros  

Los hijos de Javán fueron: Elisá, Tarsis, Quitín y Rodanín.


»Zabulón habitará en las costas del mar, servirá de puerto para los navíos, y sus fronteras se extenderán hasta Sidón.


Esta silenciosa ruina es lo que queda de la que un día fue su fecunda tierra. ¡Qué grande fue tu historia! ¡Pensar en todos los colonos que enviaste a tierras lejanas!


»El Señor le dice: “Mi pueblo —la indefensa y virgen hija de Sion— se ríe y se mofa de ti, y mueve la cabeza burlonamente.


¡Oh Babilonia invicta, ven a sentarte en el polvo, porque tus días de gloria, pompa y honor llegaron a su fin! ¡Oh hija de Caldea, jamás volverás a ser aquella encantadora, tierna y delicada princesa!


Siéntate callada y en tinieblas, oh Babilonia, jamás se te volverá a llamar «Reina de Reinos».


Por tanto, diles esto: Día y noche lloraré amargamente; no puedo dejar de llorar porque mi pueblo ha sido traspasado por la espada de los enemigos y ahora yace en tierra mortalmente herido.


Miren en torno y vean si pueden encontrar otra nación en cualquier parte del mundo que haya cambiado sus antiguos dioses por otros nuevos, aunque sus dioses nada sean. Envíen a occidente, a la isla de Chipre; envíen al oriente, a los desiertos de Cedar; vean si hay allí alguien que jamás haya oído algo tan extraño. ¡Sólo mi pueblo ha renunciado a su glorioso Dios a cambio de ídolos ridículos!


¡Ve a Galaad en busca de remedio, oh virgen, hija de Egipto! ¡Pero no hay remedio para tus heridas, aunque hayas usado muchas medicinas, no hay salvación para ti!


El Señor despreció a mis guerreros, reunió un gran ejército para exterminar a mis muchachos. ¡El Señor ha aplastado a la joven Judá como se aplastan las uvas para hacer vino!


Han expulsado a Judá de su propio territorio y la han sometido a trabajos forzados y dolorosos. Sus enemigos la alcanzaron y la llenaron angustia.


«¡Apártense!», la gente les grita. «¡Están inmundos, no nos toquen!». Entonces huyen a tierras lejanas y andan errantes entre extranjeros, pero nadie les permite quedarse.


Tus remos están hechos de robles de Basán. Las paredes de tu cabina son de ciprés de la costa sur de Chipre.


Los barcos de guerra de las costas del oeste lo harán huir de terror. Entonces el rey del norte descargará su odio contra el pueblo de Israel, premiando a los que abandonaron el pacto.


Barcos vendrán de las costas de Chipre, y someterán a Éber y a Asiria. También deben ser destruidos».


Y el Señor los entregó en manos de los israelitas, quienes los persiguieron hasta Sidón la grande y hasta un lugar llamado Misrefot Mayin (Minas de Sal) y hasta el valle de Mizpa al oriente. Ninguno de los enemigos sobrevivió a la batalla.


Nunca se volverá a escuchar en ella la música de los cantantes, el vibrar del arpa, la flauta y la trompeta. Jamás volverá a verse en ella industria de ningún tipo, y cesará la molienda de granos.


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