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Isaías 22:1 - Biblica® Open Nueva Biblia Viva 2008

1 Este es el mensaje de Dios respecto a Jerusalén: ¿Qué sucede? ¿A dónde van todos? ¿Por qué corren a las azoteas? ¿Qué miran?

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Tuilleadh leaganacha

Biblia Reina Valera 1960

1 Profecía sobre el valle de la visión. ¿Qué tienes ahora, que con todos los tuyos has subido sobre los terrados?

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Biblia Nueva Traducción Viviente

1 Este es el mensaje que recibí acerca de Jerusalén, el valle de la Visión: ¿Qué sucede? ¿Por qué todo el mundo corre a las azoteas?

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Biblia Católica (Latinoamericana)

1 Profecía contra el valle de la Visión. ¿Qué te pasa, que has subido a las terrazas,

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La Biblia Textual 3a Edicion

1 Carga del Valle de la Visión:° Pero, ¿qué tienes ahora que subes con los tuyos a las azoteas?

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Biblia Serafín de Ausejo 1975

1 Oráculo contra el valle de la Visión. ¿Qué tienes, que te subes toda entera a las terrazas,

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Isaías 22:1
26 Tagairtí Cros  

Entonces Dios oyó el clamor del niño, y el ángel de Dios llamó a Agar desde el cielo y le dijo: ―Agar, ¿qué te pasa? No tengas miedo. Dios ha oído el clamor del niño.


―¿Qué te pasa? —le preguntó el rey. ―Soy viuda —contestó ella—, y mis dos hijos tuvieron una pelea en el campo. Puesto que no hubo nadie que los separara, uno de ellos mató al otro.


¿Qué te pasó, Mar Rojo, qué te hizo huir? Río Jordán, ¿qué le ocurrió a tus aguas? ¿Por qué se volvieron atrás?


Así como los montes rodean y protegen a Jerusalén, así al Señor rodea y protege a su pueblo.


Cuando no hay dirección del Señor, el pueblo se extravía; ¡dichosos los que cumplen la ley!


Esta es la visión que Dios le mostró a Isaías, hijo de Amoz, respecto a la caída de Babilonia.


Irán por las calles vestidos de saco penitencial, y en todo hogar se oirá su llanto.


¡Ay, qué día de angustiosa tribulación! ¡Qué día de confusión y terror ha enviado el Señor Dios Todopoderoso! Derruidos están los muros de Jerusalén, y las laderas de los montes hacen eco al grito de muerte.


Y golpearé todos los hogares de Jerusalén, incluso el palacio de los reyes de Judá, en castigo porque todo el mundo se dedicó a homenajear con perfume agradable y ofreciendo bebidas especiales a todos los ídolos, incluyendo las estrellas que consideran dioses.


Yo pelearé contra esta ciudad de Jerusalén, que se ufana diciendo: «Estamos a salvo, aquí nadie puede tocarnos».


Y los babilonios que están fuera de las murallas entrarán y prenderán fuego a la ciudad y quemarán todas estas casas en cuyas azoteas han ustedes rendido homenaje al dios Baal por medio de agradables perfumes, y donde han derramado bebidas especiales en honor a otros dioses, provocando mi cólera.


Las malvadas acciones de Israel y Judá —del pueblo, de sus reyes, dignatarios, sacerdotes y profetas— me irritan.


En todo hogar de Moab y en las calles habrá llanto y dolor porque descargué mi golpe y rompí a Moab como a cacharro viejo e inútil.


Naciones, levántense pronto y suban al valle de Josafat, pues allí estableceré mi juzgado para pronunciar mi juicio sobre todas ustedes.


¡Una multitud inmensa se ha reunido en el valle llamado de la Decisión! ¡Está cercano el día en que el Señor llegará al valle de la Decisión a juzgar a las naciones!


Por eso, la oscuridad caerá sobre ustedes y los dejará sin visiones; tendrán tapado el entendimiento y no recibirán ningún mensaje de Dios».


Acabaré con todos los que se suben a los terrados para rendir homenaje al sol, la luna y las estrellas. Destruiré a todos los que me rinden homenaje a mí, pero al mismo tiempo rinden homenaje al dios Moloc.


Lo que les digo en la penumbra, proclámenlo a la luz del día; y lo que les susurro al oído, divúlguenlo desde las azoteas.


Hay muchas ventajas. En primer lugar, Dios les encomendó a los judíos su palabra.


»Cuando edifiques casa nueva, harás una barandilla alrededor de la azotea para evitar que alguien se caiga, y la culpa de su sangre recaiga sobre la casa y sobre el propietario.


y les gritaban que se detuvieran. ―¿Qué pretenden persiguiéndonos de esta manera? —preguntaron los hombres de Dan.


Saúl estaba arando en el campo, y cuando regresó al pueblo preguntó: «¿Qué pasa? ¿Por qué están llorando?». Al enterarse de lo que habían mandado a decir los de Jabés,


Mientras tanto, el pequeño Samuel estaba al servicio del Señor como ayudante de Elí. En aquellos días eran muy raros los mensajes del Señor;


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