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Isaías 2:9 - Biblica® Open Nueva Biblia Viva 2008

9 Grandes y pequeños, todos se inclinan religiosamente ante ellos; por este pecado no los perdones.

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Biblia Reina Valera 1960

9 Y se ha inclinado el hombre, y el varón se ha humillado; por tanto, no los perdones.

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Biblia Nueva Traducción Viviente

9 Por eso ahora serán humillados, y todos serán rebajados; no los perdones.

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Biblia Católica (Latinoamericana)

9 El hombre será humillado, el mortal abatido: ¡No se lo perdones!

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La Biblia Textual 3a Edicion

9 ¡Así se ha postrado el hombre! ¡Así se ha rebajado el humano! Por tanto no los perdones.

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Biblia Serafín de Ausejo 1975

9 Será abatido el hombre, el mortal será humillado. ¡No los perdones!

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Isaías 2:9
16 Tagairtí Cros  

No pases por alto su pecado, ni olvides su maldad, pues han insultado a los que reconstruyen la muralla».


ricos y pobres del mundo entero! Escuchen mis palabras,


Tú, Señor, eres el Dios Todopoderoso, ¡eres el Dios de Israel! ¡Despiértate y castiga a todas las naciones; no tengas compasión de esos viles traidores!


El mayor de los hombres, o el más humilde, nada son ante sus ojos. En la balanza pesan menos que el aire.


Mi pueblo es como secas ramas de árbol, quebradas y puestas como leña debajo de las ollas. Son una nación necia, un pueblo fatuo e insensato, puesto que se aparta de Dios. Por lo tanto, no se apiadará de sus habitantes el que los hizo, ni les mostrará misericordia.


En aquel día los altivos serán derribados hasta el polvo, los orgullosos serán humillados.


Pero el Señor Todopoderoso es exaltado por sobre todo, pues sólo él es santo, justo y bueno.


Han llevado agradable incienso y perfume como ofrenda al dios Moloc. Han ido lejos, hasta el infierno mismo, en busca de nuevos dioses a quienes amar.


Señor, tú conoces todos sus planes homicidas en contra mía. No los perdones, no te hagas el disimulado ante tanta perversidad, sino hazlos morir ante tu presencia. ¡Encárgate de ellos como se merecen!


Pero la blasfemia contra el Espíritu Santo nunca tendrá perdón, pues será un pecado de consecuencias eternas».


Es así porque todos hemos pecado y no tenemos derecho a gozar de la gloria de Dios.


No dejen ustedes que les quiten su premio quienes fingen ser humildes y adoran a los ángeles. Estos individuos dicen haber visto visiones y se llenan de orgullo por sus pensamientos humanos.


Podrán parecer muy sabias tales reglas, ya que para obedecerlas hay que ser devotos de veras, y porque son humillantes y duras para el cuerpo, pero de nada sirven en lo que a dominar los malos pensamientos y deseos se refiere.


Josué respondió al pueblo: ―No podrán adorar al Señor su Dios, porque él es santo y celoso y no perdonará sus rebeliones y pecados.


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