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Isaías 18:4 - Biblica® Open Nueva Biblia Viva 2008

4 Porque esto me ha dicho el Señor: «Que avance ahora tu poderoso ejército contra la tierra de Israel». Dios observará impasible desde su templo en Jerusalén, sereno como en placentero día estival o en hermosa mañana de otoño durante la siega.

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Biblia Reina Valera 1960

4 Porque Jehová me dijo así: Me estaré quieto, y los miraré desde mi morada, como sol claro después de la lluvia, como nube de rocío en el calor de la siega.

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Biblia Nueva Traducción Viviente

4 Pues el Señor me ha dicho: «Observaré en silencio desde el lugar donde habito, tan silencioso como sube el calor en un día de verano, o como se forma el rocío de la mañana durante la cosecha».

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Biblia Católica (Latinoamericana)

4 Porque así me ha hablado Yavé: Me quedo mirando y sin moverme ahí donde estoy, así como pesa el calor cuando hay mucho sol, o como se detiene una nube blanca en un día de siega.

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La Biblia Textual 3a Edicion

4 Que así me ha dicho YHVH: Como el calor vibrante ante la luz, Como el vaho de la nube al bochorno de la siega, Desde mi morada Yo contemplaré sereno,

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Biblia Serafín de Ausejo 1975

4 que así me ha dicho Yahveh: me mantengo sereno y miro desde mi sitio, como calor deslumbrante al despuntar la luz, como nube de rocío en el calor de la siega.

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Isaías 18:4
17 Tagairtí Cros  

será como la luz de la mañana cuando sale el sol en una mañana sin nubes, que resplandece después de la lluvia, y hace que la hierba brote en la tierra”.


Que su reino traiga vida como las lluvias de primavera, como aguaceros que riegan la tierra.


La ira del rey es como el rugido del león, pero su aprobación es como el rocío sobre la hierba.


Cante jubiloso su canto de reconocimiento todo el pueblo de Jerusalén. Porque grande y poderoso es el Santo de Israel, que mora entre ustedes.


¿Y qué les diremos a los cronistas? Díganles que el Señor fundó a Jerusalén y él ha resuelto que los pobres de entre su pueblo hallen refugio dentro de sus muros.


Pero vendrá el tiempo en que aquella vigorosa y potente nación terror de todos, lejanos y cercanos, (aquella nación conquistadora y destructora, cuya tierra dividen los ríos), traerá ofrendas al Señor Todopoderoso en Jerusalén, donde él ha puesto su nombre.


Pero esta seguridad tenemos: ¡Los que pertenecen a Dios volverán a vivir! ¡Sus cuerpos volverán a levantarse! ¡Los que moran en el polvo despertarán y cantarán de gozo! ¡Porque la luz del Dios de la vida se derramará como rocío sobre ellos!


¡Miren! Baja del cielo el Señor para castigar al pueblo de la tierra por sus pecados. La tierra no esconderá más a los homicidas. Los culpables serán descubiertos.


Hasta sus generales temblarán aterrorizados y huirán al ver las banderas de guerra de Israel, dice el Señor. Porque la llama de Dios arde vivamente en Jerusalén.


porque yo les ofrezco liberación, no en un futuro lejano, sino ahora mismo! Presto estoy para salvarlos, y restauraré a Jerusalén y a Israel, gloria mía.


El que es alto y excelso y habita la eternidad, aquel cuyo nombre es santo, dice así: Yo moro en aquel elevado y santo sitio, pero también estoy donde habitan los pobres y los afligidos, y a ellos les doy ánimo y aliento.


Yo seré de nuevo para Israel su Dios amoroso y proveedor. Lo refrescaré como lo hace el rocío del cielo, y lo haré florecer como el lirio, y echará raíces profundas como los árboles del Líbano.


Yo los abandonaré y volveré a mi hogar, hasta que ellos admitan su culpa y miren hacia mí en busca de ayuda. ¡Sí, en medio de su aflicción me buscarán!».


Entonces se convencerán, por fin, que yo soy el Señor su Dios, y que habito en Sion, mi santo monte. Jerusalén será santa, y nunca más los extranjeros la volverán a invadir.


¡Claro que no pasa nada al azar! Dios, el Señor, antes de hacer algo, primero se lo comunica a sus siervos los profetas, para que estos a su vez le adviertan a su pueblo.


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