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Isaías 11:3 - Biblica® Open Nueva Biblia Viva 2008

3 Su delicia será obedecer al Señor. No los juzgará por las apariencias, por falsas pruebas o por chismes,

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Biblia Reina Valera 1960

3 Y le hará entender diligente en el temor de Jehová. No juzgará según la vista de sus ojos, ni argüirá por lo que oigan sus oídos;

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Biblia Nueva Traducción Viviente

3 Él se deleitará en obedecer al Señor; no juzgará por las apariencias ni tomará decisiones basadas en rumores.

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Biblia Católica (Latinoamericana)

3 No juzgará por las apariencias ni se decidirá por lo que se dice,

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La Biblia Textual 3a Edicion

3 Se deleitará en el temor de YHVH, No juzgará según la vista de sus ojos, Ni arbitrará por lo que oigan sus oídos,

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Biblia Serafín de Ausejo 1975

3 Se complacerá en el temor de Yahveh. No juzgará por las apariencias, no decidirá de oídas.

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Isaías 11:3
20 Tagairtí Cros  

Sí, el rey nos dará paz nuevamente”. Yo sé que usted es como el ángel de Dios y puede discernir entre el bien y el mal. Quiera Dios estar con usted.


―Déjalo por mi cuenta —dijo el rey—, yo veré que nadie lo toque.


Pronto se difundió este suceso y la sabia decisión del rey por toda la nación, y todo el pueblo estaba asombrado, porque comprendieron la gran sabiduría que Dios le había dado al rey para hacer justicia.


Dame sabiduría, para poder gobernar bien a tu pueblo y para tener un buen discernimiento de lo que es bueno o es malo. Porque, ¿quién con su propia capacidad puede cargar con una responsabilidad tan grande?


Así como mi boca puede saborear manjares, mi mente saborea la verdad cuando la oigo,


Podemos elegir los sonidos que deseemos escuchar; podemos escoger el sabor de la comida que queramos;


entonces comprenderás lo que es honrar al Señor y encontrarás el conocimiento de Dios.


Entonces comprenderás lo que es recto y justo, y sabrás tomar la decisión correcta cada vez que lo necesites.


Hay para Judá abundancia de salvación guardada en lugar seguro, junto con sabiduría, conocimiento y reverencia a Dios.


Esta será su parte. Mis príncipes ya no más oprimirán y robarán a mi pueblo, sino que le asignarán el resto de la tierra, dando una porción a cada tribu.


El Señor juzgará con justicia entre muchas naciones, y será quien corrija a muchos pueblos poderosos y lejanos. Esas naciones dejarán de vivir obsesionadas con la guerra, convertirán sus espadas de guerra en azadones, y sus lanzas en podaderas. Ya no se entrenarán para la guerra, ni guerrearán entre ellas.


Jesús seguía creciendo en sabiduría y estatura, y gozaba más y más del favor de Dios y de la gente.


No necesitaba que nadie le dijera nada acerca de los demás, porque él conocía los pensamientos del ser humano.


No juzguen por lo que a ustedes les parece; juzguen con justicia.


En cambio, los alimentos sólidos son para quienes ya son maduros, para quienes ya están acostumbrados a juzgar y a distinguir entre lo que es bueno y lo que es malo.


Pero el Señor le dijo: ―No juzgues al hombre por su apariencia. No, no es este. Yo no escojo como los hombres lo hacen. Los hombres juzgan por la apariencia exterior, pero yo miro el corazón.


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