Isaías 10:12 - Biblica® Open Nueva Biblia Viva 2008

¹² Luego que el Señor se haya valido del rey de Asiria para realizar sus fines, se enfrentará con los asirios y los castigará también, porque son hombres orgullosos y altivos.

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Biblia Reina Valera 1960

¹² Pero acontecerá que después que el Señor haya acabado toda su obra en el monte de Sion y en Jerusalén, castigará el fruto de la soberbia del corazón del rey de Asiria, y la gloria de la altivez de sus ojos.

Biblia Nueva Traducción Viviente

¹² Después de que el Señor haya utilizado al rey de Asiria para llevar a cabo sus propósitos en el monte Sion y en Jerusalén, se volverá contra el rey de Asiria y lo castigará, porque es soberbio y arrogante.

Biblia Católica (Latinoamericana)

¹² Pero esto ha de suceder: cuando el Señor haya terminado su obra en la montaña de Sión y en Jerusalén, castigará la soberbia del corazón del rey de Asiria y la mirada despreciativa de sus ojos. Porque dijo:

La Biblia Textual 3a Edicion

¹² °Por eso, cuando Adonay acabe toda su obra en el Monte Sión y en Jerusalem, Castigará° el fruto de la soberbia del corazón del rey de Asiria, Y la arrogancia altanera de sus ojos.

Biblia Serafín de Ausejo 1975

¹² Ahora bien, cuando Yahveh haya acabado su obra en el monte de Sión y en Jerusalén, castigará el fruto del soberbio corazón del rey de Asiria y la arrogancia de sus ojos altaneros.

Isaías 10:12 Tagairtí Cros

2 Reyes 19:31

Un pequeño grupo de mi pueblo se hará fuerte en Jerusalén. El Señor está deseoso de hacer que esto ocurra.

Salmos 18:27

Libras a los humildes y condenas a los orgullosos y altivos.

Salmos 21:10

Borrarás de la faz de la tierra a sus hijos; nunca tendrán descendientes.

Salmos 76:10

La enemistad de los hombres sólo hace que tu gloria se note más; porque tú la usas como espada de juicio.

Salmos 76:5

Vencidos están los más poderosos de nuestros enemigos. Están recostados ante nosotros en el sueño de la muerte; ni uno de ellos puede alzar su mano contra nosotros.

Proverbios 21:4

Los ojos altivos, el corazón orgulloso y las malas acciones son pecado.

Proverbios 30:13

Hay quienes se creen más que los demás y a todos miran con desprecio.

Isaías 2:11

porque el día viene en que sus altivas miradas serán humilladas; sólo el Señor será exaltado.

Isaías 2:12

En aquel día el Señor Todopoderoso marchará contra los orgullosos y altivos y los humillará hasta que estén postrados en el polvo.

Isaías 24:21

En aquel día el Señor castigará en el cielo a los ángeles caídos, y en la tierra a los orgullosos gobernantes del mundo.

Isaías 27:7

¿Ha castigado Dios a Israel tanto como a los enemigos de este? No, pues ha devastado a sus enemigos en tanto que a Israel lo ha castigado sólo levemente, exiliándolo a tierras lejanas como arrastrado por tormenta del oriente.

Isaías 27:9

Y ¿por qué lo hizo Dios? Fue para limpiarlo de sus pecados, y librarlo de todos sus ídolos y de los altares para estos. Ahora jamás volverán a ser adorados.

Isaías 29:14

me vengaré espantosamente de estos hipócritas, y entonteceré a sus más sabios consejeros.

Isaías 33:1

¡Ay de ustedes, asirios, que lo han destruido todo a su alrededor sin haber sufrido jamás en carne propia la destrucción! ¡Exigen que otros cumplan lo que les prometen, y ustedes los traicionan! Ahora les toca a ustedes ser traicionados y destruidos.

Isaías 37:23

¿De quién te has burlado y mofado tú? ¿A quién has injuriado? ¿Contra quién enfilaste tu violencia y orgullo? ¡Fue contra el Santo de Israel!

Isaías 37:29

Eso fue por causa de tu ira contra el Señor, ¡y yo lo escuché todo!, por eso te he puesto un gancho en la nariz y una brida en la boca y te he llevado de regreso a tu tierra por el camino en que viniste”».

Isaías 5:15

En aquel día los altivos serán derribados hasta el polvo, los orgullosos serán humillados.

Isaías 50:11

Pero oigan los que se iluminan con su propia luz y se calientan con su propio fuego; Dios los llenará de dolor toda la vida.

Isaías 65:7

y no sólo por los pecados de ellos, sino por los de sus padres también, dice el Señor, porque también ellos quemaban incienso en los montes y me ofendían en las colinas. Les voy a dar su merecido pago.

Jeremías 25:29

A mi propio pueblo he comenzado a castigarlo. ¿Habrían de escapar ustedes? ¡No, no evadirán el castigo! Lanzaré a guerra contra todos los pueblos de la tierra, dice el Señor de los ejércitos.

Jeremías 50:18

Por eso dice el Señor de los ejércitos, el Dios de Israel: ¡Ahora castigaré al rey de Babilonia y a su país, como castigué al rey de Asiria!

Jeremías 50:32

¡Patria del orgullo, tropezarás y caerás y no habrá quien te levante, porque el Señor encenderá un fuego en las ciudades de Babilonia que consumirá cuanto hay en torno!

Ezequiel 31:10

»”Pero Egipto se ha vuelto orgulloso y arrogante, dice el Señor Dios. Entonces, ya que se ha puesto tan por encima de los demás, alcanzando las nubes,

Ezequiel 31:14

¡Que ninguna otra nación se regocije con orgullo por su propia prosperidad, aunque sea más alta que las nubes, pues todas están sentenciadas y caerán estrepitosamente junto con todos los hombres orgullosos del mundo!”».

Daniel 11:45

Levantará su campamento real entre el mar y el santo monte de la Hermosura. Pero hasta ahí llegará su tiempo y no habrá nadie que le ayude.

Daniel 4:37

»Ahora yo, Nabucodonosor, elogio y reconozco y respeto al Rey del cielo porque todas sus obras son rectas y buenas. Él es capaz de humillar a los orgullosos».

Números 24:24

Barcos vendrán de las costas de Chipre, y someterán a Éber y a Asiria. También deben ser destruidos».

Mateo 12:33

»Uno conoce un árbol por sus frutos. Cultiven un árbol bueno y su fruto será bueno o cultiven un árbol malo y su fruto será malo.

Mateo 15:19

Del corazón salen los malos pensamientos, los asesinatos, los adulterios, las fornicaciones, los robos, las mentiras y los chismes.

Deuteronomio 32:27

Pero luego pensé: Mis enemigos se jactarán diciendo: ‘Israel ha sido destruida por nuestro poder. No fue el Señor quien lo hizo sino nosotros’ ”.

1 Pedro 4:17

Ya es tiempo de que el juicio comience por la propia familia de Dios. Y si comienza por nosotros, ¡imagínense el fin que les espera a los que no obedecen al evangelio de Dios!