Biblia Todo Logo
Bíobla ar líne

- Fógraí -





Hechos 9:34 - Biblica® Open Nueva Biblia Viva 2008

34 ―¡Eneas —le dijo Pedro—, Jesucristo te sana! Levántate y arregla tu cama. El paralítico quedó curado instantáneamente.

Féach an chaibidil Cóip


Tuilleadh leaganacha

Biblia Reina Valera 1960

34 Y le dijo Pedro: Eneas, Jesucristo te sana; levántate, y haz tu cama. Y en seguida se levantó.

Féach an chaibidil Cóip

Biblia Nueva Traducción Viviente

34 Pedro le dijo: «Eneas, ¡Jesucristo te sana! ¡Levántate y enrolla tu camilla!». Al instante, fue sanado.

Féach an chaibidil Cóip

Biblia Católica (Latinoamericana)

34 Pedro le dijo: 'Eneas, Jesucristo te sana. Levántate y arregla tu cama. Y de inmediato se levantó.

Féach an chaibidil Cóip

La Biblia Textual 3a Edicion

34 Pedro le dijo: ¡Eneas, Jesucristo te sana, levántate y haz tu cama!° Y al instante se levantó.

Féach an chaibidil Cóip

Biblia Serafín de Ausejo 1975

34 Y le dijo Pedro: 'Eneas, el Señor Jesús te va a curar; levántate y hazte tú mismo la cama'. Y al momento se levantó.

Féach an chaibidil Cóip




Hechos 9:34
11 Tagairtí Cros  

Jesús, extendiendo la mano, lo tocó y le dijo: ―Quiero. ¡Ya estás curado! E instantáneamente la lepra desapareció.


Pues voy a demostrarles que tengo autoridad en la tierra para perdonar los pecados. Entonces se dirigió al paralítico y le dijo: ―¡Levántate, recoge la camilla y vete a tu casa!


Jesús hizo esta señal, que fue la primera, en Caná de Galilea. Así dio a conocer su gloria; y sus discípulos creyeron en él.


Esto lo hizo por varios días hasta que Pablo, muy molesto, se volvió y le dijo al demonio que estaba en la joven: ―Te ordeno en el nombre de Jesucristo que salgas de esta joven. E instantáneamente el demonio obedeció.


Y viendo eso, Pedro les dirigió la palabra: «Hombres de Israel —les dijo—, ¿qué hay de sorprendente en esto? ¿Por qué nos miran como si hubiéramos hecho andar a este hombre mediante nuestro propio poder y por nuestra piedad?


Este hombre se sanó en el nombre de Jesús, y ustedes saben que era inválido. La fe en el nombre de Jesús logró la perfecta curación de esta persona.


―No tengo dinero que darte —continuó Pedro—. Pero te daré lo que tengo. ¡En el nombre de Jesucristo de Nazaret, levántate y camina!


permítanme declarar ante ustedes y ante todo el pueblo de Israel que este hombre recibió la sanidad en el nombre y mediante el poder de Jesucristo de Nazaret, a quien ustedes crucificaron pero a quien Dios resucitó. Gracias a él, este hombre está hoy aquí sano.


Allí conoció a un tal Eneas, paralítico que hacía ocho años estaba en cama.


Al verlo caminando, los habitantes de Lida y Sarón se convirtieron al Señor.


Lean orainn:

Fógraí


Fógraí