Hechos 5:25 - Biblica® Open Nueva Biblia Viva 2008

²⁵ En ese preciso instante, llegó uno con la noticia de que los prisioneros estaban en el templo enseñándole al pueblo.

Tuilleadh leaganacha

Biblia Reina Valera 1960

²⁵ Pero viniendo uno, les dio esta noticia: He aquí, los varones que pusisteis en la cárcel están en el templo, y enseñan al pueblo.

Biblia Nueva Traducción Viviente

²⁵ Entonces alguien llegó con noticias sorprendentes: «¡Los hombres que ustedes metieron en la cárcel están en el templo enseñando a la gente!».

Biblia Católica (Latinoamericana)

²⁵ En esto llegó uno que les dijo: 'Los hombres que ustedes encarcelaron están ahora en el Templo enseñando al pueblo.

La Biblia Textual 3a Edicion

²⁵ Y llegando uno, les informó: Mirad, los varones que pusisteis en la cárcel están en el templo enseñando al pueblo.

Biblia Serafín de Ausejo 1975

²⁵ Llegó entonces uno anunciándoles: 'Los hombres que metisteis en la cárcel andan sueltos por el templo, enseñando al pueblo'.

Hechos 5:25 Tagairtí Cros

Salmos 107:14

Los sacó de la oscuridad y de las densas tinieblas y rompió sus cadenas.

Jeremías 26:2

Ponte frente al templo del Señor y dale un anuncio a todo el pueblo que desde muchos sitios de Judá se ha congregado allí para ofrecer culto. Dales el mensaje completo, no descartes ni una sola de las palabras que tengo para que las escuchen.

Daniel 3:13

Entonces Nabucodonosor, en un arrebato de cólera, ordenó que Sadrac, Mesac y Abednego fueran traídos a su presencia.

Mateo 10:18

Y hasta tendrán que comparecer ante gobernadores y reyes por mi causa. Esto les brindará la oportunidad de hablarles de mí y de proclamarme ante el mundo.

Juan 11:46

Pero otros fueron a ver a los fariseos y les contaron lo que había hecho Jesús.

Hechos 3:1

En cierta ocasión, Pedro y Juan fueron al templo a orar. Era como a las tres de la tarde.

Hechos 5:24

Después de escuchar esto, el jefe de la guardia y los principales sacerdotes estaban confundidos y se preguntaban a dónde iría a parar todo aquello.

Hechos 5:26

El jefe de la guardia corrió con los alguaciles a arrestarlos, sin hacer uso de la fuerza, por temor a que el pueblo los apedreara.