Biblia Todo Logo
Bíobla ar líne

- Fógraí -





Hechos 28:21 - Biblica® Open Nueva Biblia Viva 2008

21 Ellos le respondieron: ―Nosotros no hemos recibido ninguna carta de Judea que hable de ti. Tampoco ha llegado ninguno de los hermanos de allá dando malos informes o hablando mal de ti.

Féach an chaibidil Cóip


Tuilleadh leaganacha

Biblia Reina Valera 1960

21 Entonces ellos le dijeron: Nosotros ni hemos recibido de Judea cartas acerca de ti, ni ha venido alguno de los hermanos que haya denunciado o hablado algún mal de ti.

Féach an chaibidil Cóip

Biblia Nueva Traducción Viviente

21 Ellos respondieron: —No hemos recibido ninguna carta de Judea ni ningún informe en tu contra de nadie que haya venido por aquí;

Féach an chaibidil Cóip

Biblia Católica (Latinoamericana)

21 Le respondieron: 'Nosotros no hemos recibido ninguna carta de Judea referente a ti, y ninguno de los hermanos que han venido de allá nos ha dicho o transmitido mensaje alguno contra ti.

Féach an chaibidil Cóip

La Biblia Textual 3a Edicion

21 Entonces ellos le dijeron: Nosotros no hemos recibido cartas de Judea acerca de ti, ni ha° venido ninguno de los hermanos denunciando o hablando algo malo de ti.

Féach an chaibidil Cóip

Biblia Serafín de Ausejo 1975

21 Ellos le dijeron: 'Nosotros no hemos recibido cartas de Judea acerca de ti, ni ha venido ninguno de los hermanos a denunciar o decir nada malo contra ti.

Féach an chaibidil Cóip




Hechos 28:21
8 Tagairtí Cros  

Pero ni siquiera un perro gemirá por la muerte de uno de los nuestros, pues ni personas ni animales morirán entre el pueblo de Israel. Así sabrán ustedes que el Señor hace distinción entre egipcios e israelitas.


¡Mira, todos tus furiosos enemigos están echados, confusos y esparcidos! Todo el que se te oponga morirá.


Cerca está el que me hace justicia. ¿Quién se atreverá ahora a luchar contra mí? ¿Dónde están mis enemigos? ¡Que se presenten!


Pero aquel día ninguna arma que se vuelva contra ti triunfará, y se te hará justicia contra toda calumnia que se esgrima en los tribunales. Esta es la herencia de los siervos del Señor, esta es la bendición que te he dado, dice el Señor.


El jefe de los sacerdotes y todo el Consejo de ancianos son testigos de que así fue. Ellos mismos me dieron cartas para nuestros hermanos judíos en Damasco, y fui allá para traer a Jerusalén a los que encontrara, para que aquí los castigaran.


Allí encontramos a unos creyentes que nos invitaron a pasar una semana con ellos. Y finalmente, llegamos a Roma.


»Hermanos, comprendo que lo que ustedes le hicieron a Jesús lo hicieron en ignorancia, y lo mismo podría decirse de sus dirigentes.


Estaría dispuesto a condenarme eternamente lejos de Cristo, si con ello mis hermanos, los de mi propia raza, se salvaran.


Lean orainn:

Fógraí


Fógraí