Biblia Todo Logo
Bíobla ar líne
- Fógraí -





Hechos 26:29 - Biblica® Open Nueva Biblia Viva 2008

29 Pablo le respondió: ―Le pido a Dios que, sea en poco o en mucho tiempo, usted y todos los que hoy me están escuchando sean como yo; pero por supuesto, sin estas cadenas.

Féach an chaibidil Cóip


Tuilleadh leaganacha

Biblia Reina Valera 1960

29 Y Pablo dijo: ¡Quisiera Dios que por poco o por mucho, no solamente tú, sino también todos los que hoy me oyen, fueseis hechos tales cual yo soy, excepto estas cadenas!

Féach an chaibidil Cóip

Biblia Nueva Traducción Viviente

29 Pablo contestó: —Sea en poco tiempo o en mucho, le pido a Dios en oración que tanto usted como todos los presentes en este lugar lleguen a ser como yo, excepto por estas cadenas.

Féach an chaibidil Cóip

Biblia Católica (Latinoamericana)

29 Pablo le respondió: 'Por poco o por mucho, quiera Dios que no sólo tú, sino también todos los que hoy me escuchan, llegaran hasta donde yo he llegado, a excepción de estas cadenas.

Féach an chaibidil Cóip

La Biblia Textual 3a Edicion

29 Y Pablo: ¡Quisiera Dios que, por poco o por mucho,° no sólo tú, sino también todos los que hoy me oyen, llegarais a ser tales cual soy yo, excepto estas cadenas!

Féach an chaibidil Cóip

Biblia Serafín de Ausejo 1975

29 Y Pablo: 'Pluguiera a Dios que, por poco o por mucho, no sólo tú, sino todos los que hoy me escuchan, se volvieran como yo; aunque sin estas cadenas'.

Féach an chaibidil Cóip




Hechos 26:29
18 Tagairtí Cros  

Al oír la noticia, el rey rompió a llorar y subió al cuarto que estaba encima de la puerta. Se lamentaba diciendo: «¡Ay, Absalón, hijo mío! ¡Absalón, hijo mío! ¡Ojalá hubiera muerto yo en tu lugar! ¡Ay, hijo mío, Absalón, hijo mío!». Entonces, el rey se entristeció mucho, subió a la habitación que estaba encima de la puerta, y mientras lloraba, decía: «¡Hijo mío Absalón, hijo mío Absalón! ¡Ojalá yo hubiera muerto en tu lugar, Absalón, hijo mío, hijo mío!».


Un día la niña le dijo a su ama: «Me gustaría que mi amo fuera a ver al profeta que vive en Samaria. Estoy segura de que él lo puede sanar de la lepra».


Les dijeron: ―¡Ojalá el Señor nos hubiera quitado la vida en Egipto! Allí nos sentábamos junto a las ollas llenas de carne y comíamos hasta quedar satisfechos. Pero ustedes nos han traído hasta este desierto para matarnos de hambre.


¿Seguirán negándose a escuchar? Entonces mi corazón adolorido llorará en la soledad a causa de su terco orgullo. Se me llenarán de lágrimas los ojos porque el rebaño del Señor será llevado como esclavo lejos de su tierra.


Jeremías respondió: ―Basta con que obedezcas al Señor y no caerás en manos de ellos; tu vida será respetada y todo te saldrá bien.


Pero Moisés le respondió: ―¿Tienes celos por mí? ¡Ojalá todo el pueblo de Dios fuera profeta, y el Señor pusiera su Espíritu sobre todos ellos!


No se trata de que yo necesite el testimonio de un hombre; más bien digo esto para que ustedes sean salvos.


La noche antes del juicio, cuando Pedro dormía encadenado entre dos soldados, mientras los demás custodiaban la entrada de la prisión,


El jefe de la guarnición arrestó al apóstol y ordenó que lo ataran con dos cadenas. Luego preguntó quién era y qué había hecho.


Como estuvieron allí varios días, Festo le contó al rey el caso de Pablo. Le dijo: ―Hay aquí un hombre que Félix dejó preso.


Amados hermanos, el anhelo de mi corazón y mi oración a Dios es que el pueblo de Israel se salve.


¡Al parecer ya tienen todo lo que necesitan! ¡Ya se han hecho ricos! ¡Se sienten reyes y nos echan a un lado! ¡Ojalá reinaran ya, para que nosotros reináramos con ustedes!


Me gustaría que se quedaran solteros, como yo; pero a cada uno Dios le ha concedido su propio don: este posee uno, y aquel, otro.


Espero que me toleren si digo algunas tonterías. ¡Por favor, aguántenmelas!


Dios me ha enviado como su representante para predicar este mensaje, y precisamente por eso ahora estoy preso. Oren para que lo anuncie sin temor alguno, pues ese es mi deber.


Por eso, adondequiera que vamos hablamos de Cristo, y amonestamos y enseñamos a todos con toda sabiduría. Queremos que cada ser humano sea perfecto como Cristo.


Lean orainn:

Fógraí


Fógraí