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Hechos 24:14 - Biblica® Open Nueva Biblia Viva 2008

14 »Pero esto sí confieso: que adoro al Dios de nuestros antepasados y que sigo este Camino que los que me acusan llaman secta. Yo estoy de acuerdo con todo lo que enseña la ley y creo lo que está escrito en los profetas.

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Biblia Reina Valera 1960

14 Pero esto te confieso, que según el Camino que ellos llaman herejía, así sirvo al Dios de mis padres, creyendo todas las cosas que en la ley y en los profetas están escritas;

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Biblia Nueva Traducción Viviente

14 »Pero admito que soy seguidor del Camino, al cual ellos llaman secta. Adoro al Dios de nuestros antepasados y firmemente creo en la ley judía y en todo lo que escribieron los profetas.

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Biblia Católica (Latinoamericana)

14 Pero sí admito ante ti que sirvo al Dios de nuestros padres según nuestro camino, que ellos llaman secta. Creo en todo lo que está escrito en la Ley y los Profetas

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La Biblia Textual 3a Edicion

14 Pero esto te confieso, que según el Camino que ellos llaman secta, así sirvo al Dios de mis antepasados, creyendo todo lo que es conforme a la ley y lo que está escrito en los profetas,

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Biblia Serafín de Ausejo 1975

14 Una cosa sí te confieso: que sirvo al Dios de mis padres según el Camino que llaman secta, creyendo todo lo que está de acuerdo con la ley y escrito en los profetas,

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Hechos 24:14
44 Tagairtí Cros  

»¡Señor, Dios de nuestros antepasados Abraham, Isaac e Israel, haz que tu pueblo siempre tenga el anhelo de obedecerte, y que el amor de ellos hacia ti nunca se modifique!


Hablaré a los reyes de tus decretos, y no me avergonzaré.


Además, Dios agregó: ―Diles a los israelitas: “El Señor, el Dios de sus antepasados Abraham, Isaac y Jacob me ha enviado a ustedes. Este es mi nombre eterno y por este nombre seré conocido a través de las generaciones”.


Y los que ofrecen homenajes a los ídolos de Samaria, Dan y Berseba caerán para nunca más levantarse.


Pueblos numerosos llegarán y dirán: «Vengan, subamos al monte del Señor, entremos al templo del Dios de Israel para que él nos diga qué debemos hacer. Y nosotros seguiremos sus enseñanzas». Porque de Sion, esto es, de Jerusalén, saldrá la instrucción del Señor, la sabiduría y la justicia para vivir en paz.


»Si alguno declara ante la gente que es mi seguidor, yo declararé a su favor ante mi Padre que está en los cielos.


Los demás mandamientos y demandas de los profetas se resumen en estos dos mandamientos que he mencionado. El que los cumpla estará cumpliendo todos los demás.


»Haz a otros todo lo que quieras que te hagan a ti. En esto se resumen las enseñanzas de la ley y de los profetas.


Así lo prometió hace mucho tiempo, por medio de sus santos profetas:


»La ley y los profetas se anunciaron hasta Juan. Desde entonces, se anuncian las buenas nuevas del reino de Dios, y todos se esfuerzan por entrar en él.


Pero Abraham le replicó: “Ellos ya tienen a Moisés y a los profetas: ¡que les hagan caso!”.


Entonces les explicó todo lo que las Escrituras decían acerca de él, comenzando por Moisés y siguiendo por todos los profetas.


―Recuerden que cuando todavía estaba yo con ustedes, les decía que tenía que cumplirse todo lo que está escrito acerca de mí en la ley de Moisés, en los profetas y en los salmos.


Felipe fue a buscar a Natanael y le dijo: ―Hemos encontrado a aquel de quien escribió Moisés en la ley y del que también escribieron los profetas. Es Jesús de Nazaret, el hijo de José.


Los profetas afirmaron que cualquiera que crea en él, alcanzará el perdón de los pecados en virtud de su nombre.


Después de la lectura de la ley y los profetas, los jefes de la sinagoga les mandaron el siguiente mensaje: «Hermanos, si tienen alguna enseñanza de aliento para el pueblo, tomen la palabra».


Entonces algunos de los que antes de convertirse habían sido fariseos, afirmaron que era necesario circuncidar a los gentiles y exigirles que obedecieran la ley de Moisés.


En aquellos días se produjo en Éfeso un gran disturbio contra el Camino.


Pero como muchos no querían creer y maldecían el Camino públicamente, Pablo decidió no predicarles más. Separó entonces a los creyentes y comenzó a discutir diariamente en la escuela de Tirano.


Luego me dijo: “El Dios de nuestros antepasados te ha escogido para que conozcas sus planes, y veas al Justo y oigas las palabras de su boca.


Félix, que estaba bien informado acerca del Camino, cuando escuchó esto, terminó con la sesión y les dijo: ―Cuando venga el comandante Lisias sabré más de esto y decidiré qué hacer.


Hemos comprobado que este hombre es como una plaga pues anda por todas partes causando divisiones entre los judíos. Él es el cabecilla de una secta llamada los nazarenos.


Pablo se defendió diciendo: ―No he hecho nada malo, ni contra la ley de los judíos ni contra el templo ni contra el emperador.


Pero Dios hasta hoy me sigue ayudando, y así me mantengo firme, hablando de Dios a grandes y pequeños. Sólo les digo lo que los profetas y Moisés dijeron que sucedería:


Rey Agripa, ¿cree usted en los profetas? Yo estoy seguro de que sí.


»Todos los judíos saben cómo he vivido desde que era un niño, en mi país y también en Jerusalén.


Y ahora me están juzgando por la esperanza que tengo en la promesa que Dios hizo a nuestros antepasados.


Pero queremos que nos digas lo que piensas, porque lo único que sabemos es que en todas partes se habla en contra de esa secta.


Entonces pusieron una fecha para reunirse con Pablo, y llegaron muchos a la casa donde él vivía. Desde la mañana hasta la tarde él les estuvo hablando acerca del reino de Dios. Usó desde la ley de Moisés hasta los profetas para convencerlos acerca de Jesús.


El Dios de Abraham, de Isaac, de Jacob y de nuestros antepasados, a través de este milagro ha honrado a su siervo Jesús, a quien ustedes entregaron y rechazaron ante Pilato, a pesar de que este estaba resuelto a ponerlo en libertad.


El Dios de nuestros antepasados resucitó a Jesús, al que ustedes mataron colgándolo en una cruz.


“Yo soy el Dios de tus antepasados, Abraham, Isaac y Jacob”. Moisés, aterrorizado, no se atrevía ni a mirar.


para pedirle cartas de autorización para ir a cada una de las sinagogas de Damasco. Quería encontrar y llevar presos a Jerusalén a todos los que siguieran el Nuevo Camino, sin importar si eran hombres o mujeres.


Dios sí sabe cuántas veces, de día y de noche, los llevo en oración ante aquel a quien sirvo con todas mis fuerzas dando a conocer a otros las buenas noticias del Hijo de Dios.


Sin embargo, Dios nos ha mostrado ahora la forma para que él nos acepte. De ella ya había enseñado el Antiguo Testamento. No se trata de guardar la ley.


Sin duda, debe haber grupos sectarios entre ustedes, para que se vea quiénes cuentan con la aprobación de Dios.


idolatría y brujería; odios, pleitos, celos, iras, rivalidades, disensiones, sectarismos y


¡Siempre doy gracias a Dios por ti, Timoteo! De día y de noche elevo oraciones por ti al Dios de mis antepasados. A él le sirvo con la conciencia limpia.


Al que cause divisiones en la iglesia se le debe amonestar una o dos veces. Después, déjalo a un lado,


Querían descubrir a qué tiempo y a qué circunstancias se refería el Espíritu de Cristo que estaba en ellos, cuando de antemano les hizo saber lo que Cristo sufriría y la gloria que vendría después de esos sufrimientos.


Entonces me postré a sus pies para adorarlo, pero me dijo: «¡No! ¡No lo hagas! Soy un siervo al igual que tú y tus hermanos que proclaman fielmente su fe en Jesús. Adora sólo a Dios. El propósito de las profecías es dar testimonio de Jesús».


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