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Hechos 21:26 - Biblica® Open Nueva Biblia Viva 2008

26 Pablo estuvo de acuerdo, y al día siguiente fue al templo con aquellos hombres a observar la ceremonia y a proclamar su voto de ofrecer más tarde un sacrificio junto con los demás.

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Biblia Reina Valera 1960

26 Entonces Pablo tomó consigo a aquellos hombres, y al día siguiente, habiéndose purificado con ellos, entró en el templo, para anunciar el cumplimiento de los días de la purificación, cuando había de presentarse la ofrenda por cada uno de ellos.

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Biblia Nueva Traducción Viviente

26 Así que, al día siguiente, Pablo fue al templo con los otros hombres. Ya comenzado el ritual de purificación, anunció públicamente la fecha en que se cumpliría el tiempo de los votos y se ofrecerían sacrificios por cada uno de los hombres.

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Biblia Católica (Latinoamericana)

26 Pablo, pues, apadrinó a aquellos hombres. Al día siguiente se purificó con ellos y entró en el Templo para notificar qué día concluiría su tiempo de purificación y se ofrecería el sacrificio por cada uno de ellos.

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La Biblia Textual 3a Edicion

26 Entonces Pablo, tomando consigo a los varones, al día siguiente se purificó con ellos y entraba en el templo para informar del cumplimiento de los días de la purificación, hasta que fue ofrecida la ofrenda por cada uno de ellos.

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Biblia Serafín de Ausejo 1975

26 Entonces Pablo tomó consigo a aquellos hombres y, al día siguiente, después de haberse purificado con ellos, entró en el templo, para anunciar cuándo se cumplían los días de la purificación y había de presentar cada uno la correspondiente ofrenda.

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Hechos 21:26
6 Tagairtí Cros  

»Cualquiera que toque un cadáver permanecerá impuro siete días.


Como faltaba poco para la Pascua judía, mucha gente iba del campo a Jerusalén para la ceremonia de su purificación, antes de la Pascua.


Ve con ellos al templo, aféitate la cabeza y paga para que los afeiten a ellos. Así todo el mundo se convencerá de que obedeces las leyes judaicas y que te comportas con orden.


Eso es lo que estaba haciendo en el templo. Ya me había purificado cuando ellos me encontraron. No había conmigo ni mucha gente ni estaba yo haciendo ningún alboroto.


Cuando ando con los judíos, soy como uno de ellos para ganarlos; lo mismo hago cuando estoy con los que se someten a la ley de Moisés.


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