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Hechos 19:9 - Biblica® Open Nueva Biblia Viva 2008

9 Pero como muchos no querían creer y maldecían el Camino públicamente, Pablo decidió no predicarles más. Separó entonces a los creyentes y comenzó a discutir diariamente en la escuela de Tirano.

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Biblia Reina Valera 1960

9 Pero endureciéndose algunos y no creyendo, maldiciendo el Camino delante de la multitud, se apartó Pablo de ellos y separó a los discípulos, discutiendo cada día en la escuela de uno llamado Tiranno.

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Biblia Nueva Traducción Viviente

9 pero algunos se pusieron tercos, rechazaron el mensaje y hablaron públicamente en contra del Camino. Así que Pablo salió de la sinagoga y se llevó a los creyentes con él. Entonces asistía diariamente a la sala de conferencias de Tirano, donde exponía sus ideas y debatía.

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Biblia Católica (Latinoamericana)

9 Al ver que algunos, en vez de creer, se endurecían más y criticaban públicamente el camino, se separó de ellos. Tomaba aparte a sus discípulos y diariamente les enseñaba en la escuela de un tal Tirano desde las once hasta las cuatro de la tarde.

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La Biblia Textual 3a Edicion

9 pero como algunos se endurecían° y desobedecían, hablando mal del Camino delante de la multitud, Pablo se apartó de ellos y separó a los discípulos, discutiendo cada día en la escuela de° Tirano.

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Biblia Serafín de Ausejo 1975

9 Pero como algunos se endurecieron, rechazaron el Camino y lo denigraron delante de la concurrencia, se apartó de ellos, formó un grupo aparte con los discípulos y conversaba con ellos todos los días en la escuela de Tirano.

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Hechos 19:9
39 Tagairtí Cros  

Pero Israel no prestó atención. El pueblo fue tan soberbio como sus antepasados, y se negó a creer en el Señor su Dios.


No sean soberbios como ellos, sino ríndanse al Señor y vengan a su santuario que ha santificado para siempre, y adoren al Señor, Dios de ustedes, para que su ira se aparte de ustedes.


Pero el pueblo se burlaba de aquellos mensajeros de Dios, es decir, de los profetas, y no tenían respeto por la palabra del Señor. Por eso, llegó el día en que el Señor descargó su ira contra ellos, y ya no hubo más remedio.


Los castigaste para hacer que se volvieran a tus leyes, pero ellos se mostraron soberbios y no quisieron obedecerte; pasaron por alto tus enseñanzas que dan vida al que las pone en práctica. Fueron rebeldes y tercos, y no quisieron escucharte.


No endurezcan su corazón como lo hizo Israel en el desierto, en Meribá y Masá.


¡Dichoso el hombre que me escucha, que me espera día tras día atentamente a las puertas de mi casa!


Él será su seguridad. Pero Israel y Judá han rechazado su protección y por tanto tropezaron contra la Roca de su salvación y yacen aplastados por ella. ¡La presencia de Dios entre ellos los ha puesto en peligro!


El Señor de los ejércitos, el Dios de Israel, dice: ¡Sobre esta ciudad y sus pueblos aledaños traeré todo el mal que he anunciado, porque ciertamente se han negado a escuchar el consejo del Señor!


Pero no quisieron escucharles, ni siquiera trataron de poner atención. ¡Son duros, empecinados y rebeldes, peor que sus antepasados!


Así que no les hagan caso, porque son ciegos que tratan de guiar a otros ciegos y lo único que logran es caer juntos en el hoyo.


Esta generación perversa e incrédula pide que se le den señales en los cielos, pero no verá más señal que la de Jonás. Y se fue de allí.


Luego dijo a la turba: ―¿Soy acaso un asesino tan peligroso que tienen que venir con espadas y palos a arrestarme? Todos estos días he estado enseñando en el templo y no me detuvieron.


«Les ha cegado los ojos y les endureció el corazón, para que no puedan ver con los ojos, ni entiendan con el corazón ni se conviertan; y yo los sane».


donde permanecieron juntos un año entero con la iglesia, dedicados a enseñar a mucha gente. Fue en Antioquía donde por primera vez llamaron cristianos a los discípulos.


La opinión de los habitantes de la ciudad estaba dividida. Unos estaban de parte de los judíos y otros respaldaban a los apóstoles.


Varios de los judíos creyeron y se unieron a Pablo y Silas. También un gran número de griegos piadosos y muchas mujeres importantes de la ciudad.


En aquellos días se produjo en Éfeso un gran disturbio contra el Camino.


Pablo quería presentarse ante el pueblo, pero los discípulos no lo dejaron.


¡Estén alertas! Recuerden los tres años que pasé con ustedes, y que de día y de noche con lágrimas los exhorté a todos ustedes.


Antes, perseguía hasta la muerte a los seguidores de este Camino, los arrestaba y los metía en la cárcel sin importarme si eran hombres o mujeres.


Tal vez fue lo que dije en voz alta delante de ellos: “Ustedes me están juzgando hoy porque creo en la resurrección de los muertos”».


Pero queremos que nos digas lo que piensas, porque lo único que sabemos es que en todas partes se habla en contra de esa secta.


»¡Tercos! ¡Infieles! ¿Hasta cuándo van a estar resistiendo al Espíritu Santo? Claro, ¡de tal palo tal astilla!


para pedirle cartas de autorización para ir a cada una de las sinagogas de Damasco. Quería encontrar y llevar presos a Jerusalén a todos los que siguieran el Nuevo Camino, sin importar si eran hombres o mujeres.


El caso, pues, es el siguiente: La mayoría de los israelitas no han alcanzado lo que andaban buscando. Pero algunos lo han alcanzado porque Dios los ha escogido. Los demás fueron endurecidos.


Como ven, Dios se apiada de quien él quiere, y endurece a quien él quiere endurecer.


Aquí se me han abierto bastante las puertas para predicar, a pesar de que muchos también están en contra de mí.


y peleas entre quienes tienen la mente depravada y no conocen la verdad. Para ellas, el evangelio es un gran negocio.


Como sabrás, los de la provincia de Asia me han abandonado, aun Figelo y Hermógenes.


Aparentarán ser religiosas, pero su conducta desmentirá sus apariencias. ¡No tengas nada que ver con esa gente!


Con urgencia predica la palabra de Dios; hazlo sea o no sea oportuno; corrige, reprende y anima con mucha paciencia, sin dejar de enseñar.


Exhórtense todos los días mientras les quede tiempo, para que ninguno se endurezca contra Dios, cegado por el engaño del pecado,


Pero estos falsos maestros, como animales irracionales que nacen para ser apresados y matados, se guían únicamente por sus instintos. En su insensatez, se burlan de asuntos de los que saben muy poco. Pero un día, como esos animales, también perecerán en su corrupción


Pero muchos imitarán su vida perversa, y esto hará que se hable mal del camino de la verdad.


Pero estos individuos hablan mal de lo que no conocen y, como las bestias, siguen sus instintos; y eso es lo que los destruye.


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