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Hechos 16:23 - Biblica® Open Nueva Biblia Viva 2008

23 Así se hizo, y los azotaron repetidas veces. Al terminar, los arrojaron en una prisión y le advirtieron al carcelero que los cuidara con suma seguridad.

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Tuilleadh leaganacha

Biblia Reina Valera 1960

23 Después de haberles azotado mucho, los echaron en la cárcel, mandando al carcelero que los guardase con seguridad.

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Biblia Nueva Traducción Viviente

23 Los golpearon severamente y después los metieron en la cárcel. Le ordenaron al carcelero que se asegurara de que no escaparan.

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Biblia Católica (Latinoamericana)

23 Después de haberles dado muchos golpes, los echaron a la cárcel, dando orden al carcelero de vigilarlos con todo cuidado.

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La Biblia Textual 3a Edicion

23 Después de propinarles muchos azotes, los echaron en la cárcel, ordenando al carcelero que los custodiara con seguridad.

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Biblia Serafín de Ausejo 1975

23 Tras haberles propinado numerosos golpes, los metieron en la cárcel y ordenaron al carcelero que los custodiara con rigor.

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Hechos 16:23
21 Tagairtí Cros  

esperaban solamente que Judas identificara con un beso al Maestro.


»Pero antes que todo esto suceda, echarán mano de ustedes y los perseguirán. Los entregarán a las sinagogas y los meterán en las cárceles. Por ser mis seguidores, los llevarán ante reyes y gobernadores.


Al despuntar el alba, se armó un gran alboroto en la cárcel. ¿Qué se había hecho Pedro?


Lo puso en prisión bajo la custodia de dieciséis soldados. La intención de Herodes era hacerle un juicio público a Pedro después de la Pascua.


El carcelero, al despertar y al ver las puertas abiertas, creyó que los prisioneros habían escapado y sacó la espada para matarse.


El carcelero corrió a notificarle a Pablo que estaba en libertad.


y arrestaron a los apóstoles y los metieron en la cárcel.


―Las puertas de la cárcel estaban cerradas —dijeron— y los guardias estaban fuera, pero al abrir la puerta no encontramos a nadie.


Saulo, por su parte, iba por todas partes persiguiendo a la iglesia. Entraba a las casas, arrastraba a hombres y mujeres y los metía en la cárcel.


para pedirle cartas de autorización para ir a cada una de las sinagogas de Damasco. Quería encontrar y llevar presos a Jerusalén a todos los que siguieran el Nuevo Camino, sin importar si eran hombres o mujeres.


¿Sirven a Cristo? ¡Mucho más lo he servido yo! (y sigo con mi locura). He trabajado más duramente, me han encarcelado más veces, me han azotado severamente, y me he visto en peligro de muerte muchas veces.


Nos han azotado, encarcelado y nos hemos enfrentado a airadas multitudes; hemos trabajado hasta el agotamiento, hemos pasado noches en vela y sin comer.


Por esta razón yo, Pablo, que estoy en la cárcel por la causa de Cristo Jesús, es decir, por buscar el bien de ustedes los que no son judíos, me arrodillo en oración.


Yo, pues, que estoy prisionero por servir al Señor, les ruego con todo cariño que se comporten como es digno de los que han sido llamados por Dios.


por predicarlo sufro penalidades y me tienen en la cárcel como a un criminal. Pero la Palabra de Dios no está presa.


prefiero rogártelo en nombre del amor. Yo, Pablo, anciano ya y preso por la causa de Cristo,


Entonces, Josué dio la orden,


Yo, Juan, hermano de ustedes y compañero en el sufrimiento, en el reino y en la fortaleza que nos da Jesucristo, un día del Señor estaba en la isla de Patmos, a donde me habían desterrado por predicar la palabra de Dios y contar lo que sé de Jesucristo. Entonces quedé bajo el poder del Espíritu y escuché detrás de mí una voz que, estridente como toque de trompeta,


No temas lo que has de sufrir. Para probarlos, el diablo arrojará a algunos de ustedes en la cárcel y los estará persiguiendo durante diez días. Sé fiel hasta la muerte y yo te daré la corona de la vida.


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