Biblia Todo Logo
Bíobla ar líne

- Fógraí -





Hechos 13:26 - Biblica® Open Nueva Biblia Viva 2008

26 »Hermanos, descendientes de Abraham, y cualquier gentil que reverencie a Dios: esta salvación es para todos nosotros.

Féach an chaibidil Cóip


Tuilleadh leaganacha

Biblia Reina Valera 1960

26 Varones hermanos, hijos del linaje de Abraham, y los que entre vosotros teméis a Dios, a vosotros es enviada la palabra de esta salvación.

Féach an chaibidil Cóip

Biblia Nueva Traducción Viviente

26 »Hermanos —ustedes, hijos de Abraham, y también ustedes, gentiles temerosos de Dios—, ¡este mensaje de salvación ha sido enviado a nosotros!

Féach an chaibidil Cóip

Biblia Católica (Latinoamericana)

26 Hermanos israelitas, hijos y descendientes de Abrahán, y también ustedes los que temen a Dios, a todos nosotros se nos ha dirigido este mensaje de salvación.

Féach an chaibidil Cóip

La Biblia Textual 3a Edicion

26 Varones hermanos, hijos del linaje de Abraham, y los que entre vosotros teméis a Dios: Para nosotros° fue enviada la palabra de esta salvación.

Féach an chaibidil Cóip

Biblia Serafín de Ausejo 1975

26 'Hermanos, hijos del linaje de Abrahán, y los que entre vosotros temen a Dios: a nosotros ha sido enviado este mensaje de salvación.

Féach an chaibidil Cóip




Hechos 13:26
28 Tagairtí Cros  

Dios nuestro, ¿no sacaste tú a los paganos de esta tierra cuando tu pueblo llegó? ¿No entregaste esta tierra para siempre a los descendientes de tu amigo Abraham?


¡Ustedes, hijos de Abraham, siervo de Dios! ¡Ustedes, descendientes de Jacob, el elegido de Dios!


¡Pero tú, oh Israel, eres mío, mi pueblo elegido, porque eres la descendencia de Abraham, y él fue amigo mío!


porque yo les ofrezco liberación, no en un futuro lejano, sino ahora mismo! Presto estoy para salvarlos, y restauraré a Jerusalén y a Israel, gloria mía.


Escúchenme todos los que forman parte de mi pueblo; ustedes los que juran lealtad al Señor y lo invocan, pero son unos hipócritas y mentirosos.


Limítense a visitar a las ovejas perdidas del pueblo de Israel.


No crean que les basta con decir que son descendientes de Abraham, porque Dios puede sacar hijos de Abraham aun de estas piedras.


Nos envió un poderoso salvador, que desciende del rey David, su siervo.


Tú le enseñarás a su pueblo que hay salvación por medio del perdón de sus pecados.


Y también que en su nombre, comenzando en Jerusalén, se predicará a todas las naciones que hay perdón de pecados para el que se arrepiente.


Simón Pedro le contestó: ―Señor, ¿a quién iríamos? Tú tienes palabras de vida eterna.


Hombre piadoso, al igual que su familia, daba limosnas a manos llenas para el pueblo de Israel y oraba sin cesar.


En todas las naciones él ve con agrado a las personas que lo adoran y actúan con justicia.


Pero muchos judíos y gentiles piadosos que adoraban en la sinagoga siguieron a Pablo y a Bernabé, y estos les aconsejaron que permanecieran fieles en la gracia que Dios les ofrecía.


Entonces Pablo y Bernabé valientemente les dijeron: «Era necesario que las buenas noticias de Dios las conocieran primero ustedes los judíos. Pero como las rechazan y se muestran indignos de la vida eterna, no nos queda otro remedio que ofrecérselas a los gentiles.


La joven empezó a seguirnos. ―¡Estos hombres son siervos de Dios que han venido a enseñarles el camino de salvación! —gritaba a nuestras espaldas.


El jefe de los sacerdotes y todo el Consejo de ancianos son testigos de que así fue. Ellos mismos me dieron cartas para nuestros hermanos judíos en Damasco, y fui allá para traer a Jerusalén a los que encontrara, para que aquí los castigaran.


»Quiero que sepan que esta salvación de Dios se ha enviado a los que no son judíos, y ellos sí escucharán».


Y cuando Dios le devolvió la vida a su Siervo, lo envió primero a ustedes para bendecirlos y para que cada uno se apartara de su maldad».


¡En ningún otro hay salvación! No hay otro nombre bajo el cielo que los hombres puedan invocar para salvarse.


―Vayan al templo y prediquen acerca de la Vida —les ordenó el ángel.


Porque nunca me avergüenzo de las buenas noticias; ellas constituyen el poder de Dios para la salvación de todos los que creen. A los judíos se les dio el privilegio de ser los primeros en escuchar la predicación de este mensaje, pero ya el mundo entero está escuchándolo.


Gracias también a lo que Cristo hizo, cuando ustedes escucharon el mensaje verdadero de las buenas noticias de salvación y creyeron en él, fueron marcados con el sello que es el Espíritu Santo que él había prometido.


Ustedes se comportan así motivados por la esperanza de lo que está guardado para ustedes en el cielo. De ello se enteraron por medio del mensaje verdadero del evangelio.


Lean orainn:

Fógraí


Fógraí