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Hechos 13:11 - Biblica® Open Nueva Biblia Viva 2008

11 La mano de Dios se está levantando contra ti y quedarás temporalmente ciego». Instantáneamente cayeron sobre él oscuridad y tinieblas, y comenzó a andar a tientas, suplicando que alguien le tomara la mano y lo guiara.

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Biblia Reina Valera 1960

11 Ahora, pues, he aquí la mano del Señor está contra ti, y serás ciego, y no verás el sol por algún tiempo. E inmediatamente cayeron sobre él oscuridad y tinieblas; y andando alrededor, buscaba quien le condujese de la mano.

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Biblia Nueva Traducción Viviente

11 Ahora mira, el Señor ha puesto su mano de castigo sobre ti, y quedarás ciego. No verás la luz del sol por un tiempo». Al instante, neblina y oscuridad cubrieron los ojos del hombre, y comenzó a andar a tientas, mientras suplicaba que alguien lo tomara de la mano y lo guiara.

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Biblia Católica (Latinoamericana)

11 Pues ahora la mano del Señor va a caer sobre ti, quedarás ciego y no verás la luz del sol por cierto tiempo. Al instante quedó envuelto en oscuridad y tinieblas, y daba vueltas buscando a alguien que lo llevase de la mano.

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La Biblia Textual 3a Edicion

11 ¡He aquí la mano del Señor ahora contra ti, y estarás ciego, y no verás la luz del sol por un tiempo! Y al instante cayeron sobre él tinieblas y oscuridad; y daba vueltas buscando lazarillos.

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Biblia Serafín de Ausejo 1975

11 Ahora mismo caerá sobre ti la mano del Señor y quedarás ciego, sin poder ver el sol por cierto tiempo'. Y al instante le sobrevinieron oscuridad y tinieblas y, tanteando, buscaba quien le llevara de la mano.

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Hechos 13:11
18 Tagairtí Cros  

Después dejaron ciegos a los hombres que estaban allí —desde el más joven hasta el más viejo—, de modo que no pudieron encontrar la puerta.


Una vez en que el rey de Siria estaba en guerra con Israel, les dijo a sus oficiales: «Movilizaremos nuestras tropas a tal lugar» (y dijo el nombre de un lugar).


»¡Ay, amigos míos, compadézcanme porque la airada mano de Dios me ha tocado!


Día y noche su mano pesaba sobre mí. Mi fuerza se evaporaba como agua en día de sol.


Tus flechas me han herido profundamente; tus golpes me están demoliendo.


el Señor hará que se desate una plaga mortal que destruirá los caballos, los burros, los camellos, los rebaños de ovejas, y las manadas de vacas.


Porque el Señor ha derramado sobre ustedes espíritu de profundo sueño. Ha cerrado los ojos de sus profetas y videntes


Entonces Jesús dijo: ―Yo he venido a este mundo para juzgarlo. Para que los ciegos vean, y para que se queden ciegos los que ven.


Ananías obedeció. Al llegar a donde estaba Saulo, le puso las manos encima y le dijo: ―Hermano Saulo, el Señor Jesús, que se te apareció en el camino, me ha enviado para que recobres la vista y seas lleno del Espíritu Santo.


Quiero que conozcan bien, amados hermanos, este misterio, para que no sean arrogantes. Sí, es cierto que algunos israelitas han sido muy tercos, y esto será así hasta que los gentiles hayan creído.


¡Terrible cosa es caer en las manos del Dios viviente!


Estos individuos son como manantiales secos; son inestables como nubes de vendaval. ¡Están condenados a vivir en la más negra oscuridad!


Entonces convocaron nuevamente a las autoridades de las ciudades filisteas y les rogaron que devolviesen el cofre a su lugar para que no causara la muerte de todo el pueblo. La plaga ya había comenzado y el pánico estaba cundiendo por la ciudad.


Pero cuando el cofre llegó a Gat, el Señor atacó a la población, jóvenes y ancianos, con la plaga y hubo gran pánico.


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